De: "Un insoportable desatino..."
Sí, partir hacia donde fuese con tal de tener un motivo renovador para volver a empezar, un sueño nuevo, un cántico restaurador en el pentagrama del corazón, en el que siempre se entonaban esperanzas, desechando las notas negras de la negación que para él no eran musicales, sino demonios con los que no se consentía vivir...
La vida se la dieron para amar y él amaba entregándose a causas nobles sin que nadie tuviera que implorarle nada, porque acudía espontáneamente poniendo su propia vida como testimonio de esa certeza.
A ese llamado respondía con todo su ser, sin nada que lo detenga, porque ahuyentaba de sí hasta el cansancio, con tal que se cumplieran sus propóstios.
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