De: "Mercaderes en el templo..."
-Y cuando uno adopta la postura de entrega total, dicen de él "ese es un soñador...", como etiquetándote despectivamente, cuando es un honor ser así, es decir, cuando se siente la verdad de ir a contracorriente de un mundo que le rinde pleitesía al materialismo más salvaje.
-Yo esas cuentas no las hago, jamás hice cálculos con la generosidad. Y te digo más, el dinero y las cosas materiales son importantes, no lo niego, pero en su justa medida, pero en el fondo de mi alma se arraiga una certeza, no son esenciales para mí, sino alcanzar eso sí, otra riqueza que no puede ser medida con monedas de intercambio...
Y si la vida o las circunstancias me llevaran a prescindir de ellas, no lo dudaría, y aún menos, si tuviera que hacerlo por mandatos de mi corazón que son mucho más potentes que los de la razón...
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