martes, 6 de diciembre de 2011

La fe, a la que me aferro...

Cuando más me miro hacia adentro, cuando más observo la realidad del hombre y del mundo, más crece en mí la fe, a la que me aferro con todas las fuerzas de mi ser.


Estoy convencido que somos parte de una verdad que nos subyace, y aunque no lo comprendamos cabalmente, o por más que nos empeñemos en negarla, ella nos utiliza a cada uno en todos los tiempos del hombre, como medios para que se cumplan los planes que tiene para nosotros, materializándose así nuestra predestinación...


No obstante, nos ofrece la enorme fortuna de ser libres y por ello, para bien o para mal, nos deja actuar. No perdamos la oportunidad de cumplir con y para el rol superior para el que se nos ha dado la vida.


En nosotros está merecer el destino que le pueda caber a nuestra existencia, recibiendo los espacios luminosos de la gloria, o las sombras turbulentas al negarnos al rol superior al que solemos dar la espalda con atrevida soberbia...



sábado, 8 de octubre de 2011

Perverso, pero de la más perversa perversidad...

Me he referido infinidad de veces al mundo financiero, para calificar lo que siento de sus procederes.


Pero ahora, que las convulsiones han llegado incluso a quienes se consideraban inexpugnables, son más manifiestos sus juegos perversos impulsados por una salvaje especulación.


Y no me refiero solamente a los bancos, incluyo a todos los agentes que se mueven en ese mundo sin alma de las Bolsas que va dejando el tendal en los pueblos, que son en definitiva quienes les transfieren con su pobreza, cada vez más riqueza.


Si, estoy coonvencido, es un mundo perverso, pero de la más perversa perversidad.


Por más que disfracen sus actitudes con inocentes letras chicas en los contratos que muy pocos leen, dejan establecido y así aplican sus dentelladas, sus usureros costos, sus cuotas despojantes, la despiadada manipulación para reafirmar el salvaje consumismo que les da vida y múltiples beneficios, al amparo de privilegios que los protegen, como el salvataje que se les aplicó y que los conductores le han negado a sus pueblos necesitados, hambrientos y olvidados...






lunes, 3 de octubre de 2011

La rebeldía me lleva a hurgar...

El largo caminar me ha enseñado a escarbar en la realidad, y como buen aprendiz, condición que agradezco y que me esmeraré en mantener mientras viva porque la considero esencial, siento la obligación de compartir algunas consideraciones que les pueden resultar útiles a quienes le dediquen algunos momentos a esta entrega, que como otras, proviene de la sensibilidad hacia nuestros semejantes desprevenidos...


Hay personas con las que convivimos que se muestran con un ropaje muy distinto, hacia afuera nos muestran una forma de ser y de actuar, muy distante de la que en realidad son desde adentro de su ser.


Más claramente, fingen una bondad y una generosidad que no sienten ni ofrecen, empeñados en "figurar", con actitudes que evidencian que el "yo" en ellos en más prevalente que el "nosotros".


Es imprescindible que nos pongamos en guardia frente a este tipo de personas que se disfrazan, que no nos muestran lo que en realidad son, que nos engañan y tantas veces, estafan nuestra buena fe.


Galería de "personajes" que pasan por la vida y van dejando el tendal con sus actos hipòcritas, con su soberdia desbordada, porque se creen superiores y dueños de una verdad que bien analizada es una burda mentira.




La rebeldía me lleva a hurgar con sentido constructivo, diría que hasta con grandeza, puesto que mucho más me interesa alertar que condenar, dado que es preciso aprender a no darle la espalda ingenuamente a seres que por calcular demasiado, se han olvidado de dar...

jueves, 25 de agosto de 2011

Atardecer en rebeldía...

Sí, ese es el título de mi nueva novela.


Mis presiones interiores no me permitieron esperar, y me puse en acción una vez más, para que no me atropelle el torbellino de mis ansiedades.


"Atardecer en rebeldía..." es o será, otra entrega, nada más que eso, otro modo de registrar las necesidades que siente mi alma al referirme al presente que nos toca vivir.


Comencé a escribirla desde las alturas, cuando volaba hacia Uruguay, y seguramente la culminaré en España, donde he regresado otra vez, sin poder resistirme a los fuertes imanes de los afectos que también tengo aquí.


Después de todo, de tanto cruzar fronteras, siento que a esta altura de mi vida no sólo tengo el derecho sino la obligación, de seguir dando todo cuanto he aprendido en el largo vivir...


Para nada se instala en mí ningún temor escondido en el atardecer de mi vida. Por el contrario, estoy repleto de rebeldías y para expresarlas necesito la vida, a la que me aferro y me aferraré con todas mis fuerzas mientras un suspiro permanezca en mí, porque sigo y vivo convencido de que envejezco sólo por fuera pero jamás por dentro...


Siento que tengo mucho para dar con mi juventud interior junto a todo lo aprendido paso a paso aproximándome, y no sólo soy crítico exigente con mi existencia, sino también con el presente que nos toca vivir, al que le encuentro mil razones para transformarlo.


En eso he estado, en eso estoy, y en esa tarea me encontrará algún día el llamado inevitable... Tengo razones de sobra para dar gracias todos los días de mi vida, por lo que me han dado y que de algún modo tengo que devolver...

Siguen cayendo dictadores...

Tenemos que sentirnos agradecidos, porque siguen cayendo dictadores. Es el final buscado y las respuestas que merecen los soberbios que se creen iluminados e intocables...
Erraron el camino, optaron por la perpetuidad y montaron regímenes que creían inexpugnables que duraron décadas.

Pero llega un día en el que los pueblos despiertan de sus letargos y se sacuden impulsados por sus esperanzas, como lo hacen en forma desesperada los pobres inmigrantes que se lanzan al mar en búsqueda de un resplandor de luz para sus vidas, y en tantos casos, la dejan en las profundidades.

Los pueblos africanos en lucha, festejan ahora la derrota del régimen de Gadafi. Cuarenta y dos años de dictadura quedarán atrás, para enfrentar ahora la tarea inmensa de una reconstrucción y el combate frontal de una pobreza despiadada, ignorada por quienes, viviendo encima de un mar de petróleo, no instauraron un devenir más digno para su pueblo al subestimarlo y condenarlo a la postergación que ahora les responde levantándose en armas para hacerse dueños de su destino y legitimar un mañana del que fueron infamemente desplazados...

lunes, 1 de agosto de 2011

¿Te vas a complicar en el atardecer de la vida?

Pero claro que me voy a complicar, como siempre, involucrándome y estando alerta ahora más que nunca, cuando ya no se le puede dar la espalda a nadie inocentemente, a nadie, ni siquiera a un niño, aunque me duela en el alma expresarlo...

Este es un mundo nuevo, con otros códigos, muy apartados de los que yo mamé desde niño.

Yo sé que hay gente que ha caminado mucho por las calles de la vida, que cree, a mi entender equivocadamente, que ya no está para someterse al desgaste de luchar por transformar este presente en todo cuanto atente contra la dignidad del hombre.

Y como no comparto esa postura, al entender que debo seguir regando surcos y caminos nuevos con mi eterno transpirar, me empecino sin ningún temor, respondiendo a ese impulso interior que me lleva, inclaudicable, a no permitir que prevalezca la prescindencia cuando mi corazón y mi razón me indican que debo ser luciérnaga, todavía.

Y en lo que esté a mi alcance, trataré de iluminar allí donde las tinieblas se multiplican con reinados aberrantes, cuando para ello es imprescindible estar allí para hacerles frente cualquiera sea el disfraz que se coloquen para confundirnos...

Yo tengo mi existencia alineada en un bando contrario, ocupo trincheras que se mantienen firmes y no aquellas que se abandonan en retirada hacia las retaguardias, y nada ni nadie podrá hacerme abdicar de mis propósitos, ni siquiera, la llegada del atardecer...


Así he vivido mi vida, metiendo en mis entrañas la certeza de que solamente envejezco por fuera y jamás por dentro.

Y a esta altura de mi transitar, ya no se torcerá el tronco de mi sustento, que como el árbol sano sigue creciendo hacia arriba, buscando la luz.

Justamente es en el atardecer, cuando se deberían multiplicar las entregas, sin alardear, con todo lo aprendido en la universidad de la vida, y aún más cuando parten del corazón.

Asumir el rol, el compromiso de involucrarse, en el tiempo en que ese tronco alcanza la dureza del diamante y como él, que no te marquen las huellas de la insensatez ni ser cómplices con el silencio que no pelea y pierde rebeldía ante las atrocidades de los hombres que le dan la espalda al amor...









viernes, 29 de julio de 2011

Ya nunca más pude detenerme...

Los demonios del mal, no le permiten límites a su maldad.
Un miserable ejemplo de ello sucede con las drogas que ya matan poco a poco de por sí, y ahora como si eso fuese poco, las contaminan, los miserables.
Para envenenar más, para lucrar más, para asesinar más siniestramente...



Las miserias de los hombres sobre la dignidad del hombre, me llevaron a escribir cuando comencé a hacerlo el 22/1/1975. Tenía 38 años y mis primeras líneas fueron: "después de transitar extenso trecho del sendero de la vida, renace en mí un deseo reprimido de expresarme, así, sin saber con certeza por qué".



Ya nunca más pude detenerme.



Con los años le di rienda suelta a los contenidos de mi alma, y definí mis necesidades para sucesivos intentos escritos sin apartarme en los hechos cotidianos, de la coherencia entre mis dichos y los testimonios de mi vida, conquistados con sencilla humildad.



Hoy, voy al encuentro de mis primeros 75 años, peleándome conmigo, desafiándome siempre, obsesionado por andar siempre hacia adelante y de frente, para reflexionar una vez más sobre lo que he hecho de mi vida, y vuelvo a valerme de la escritura para dejar rastros que a alguien puedan servirles y no se lleven los vientos del olvido, entregas que parten del corazón.



Peleando contra todos y todo lo que atente contra el libre discurrir de la libertad del hombre, afectando sus vidas hasta extremos inconcebibles.



Para seguir utilizando la vida que me dieron con un sentido, ahora expreso: "después de transitar tantos años por las calles de la vida, se renuevan en mí los brotes de mis certezas, con las que penetro en el atardecer sin tenerle temor alguno a las sombras tóxicas que vomitan los malvados..."



No me permito ese mito de que la carga de los años excluye a tantos del ring donde se pelea la vida.



Yo podré también doblarme, pero no me quebraré, y menos por dentro.



Yo podré también apoyarme en un bastón, pero no me detendré ni silenciaré mi lucha que durará lo que se extienda mi vida...



En general, al atardecer, se envalentonan las sombras. Pero hay gente que se enciende por dentro en cada aurora y no se permite la llegada de la noche en sus entrañas...

lunes, 25 de julio de 2011

He recibido mucho más...

Como pude fui siguiendo un camino, pero mis tonterías interiores me obstaculizaban el andar para dar pasos firmes hacia una meta, entonces, un tanto incierta para mí.

No comprendía cabalmente cómo se iban puliendo mis aristas rústicas interiores, mis terquedades al eludir el norte de una verdad que se me manifestaba con llamados que me empeñaba en no escuchar...


No obstante fui creciendo por dentro, que en realidad es lo esencial, y fui desalojando de mis entrañas todo aquello que le ponía un techo a mis perspectivas con contenidos inútiles para que con humilde transpirar, pudiera construirme mejor, paso a paso aproximándome, ladrillo a ladrillo...


Volví a nacer con mi renacer, cuando el don de la fe me transformó y ordenó sabiamente los valores que ya estaban en mí conviviendo conmigo. Me convencí que he recibido mucho más que lo que he dado, aún con la certeza de que he vivido dando, sin pensar en mí...


Sencillamente puse algo de mí para vencerme, para reconciliarme conmigo. Pero lo más valioso, no me cansaré de reiterarlo, me lo han dado y no me alcanzará la vida para dar lo que no he dado suficientemente.


Por eso no le permitiré a mi corazón que tiemble ante el embate de ninguna tentación. No lo expreso para convencer a nadie, solamente lo hago para compartir algo que guía mis pasos, al saber que algo tan íntimo y personal como la verdad que sólo se propone y jamás se impone, es patrimonio exclusivo de cada quien, haciendo uso del valor esencial de su libertad.

Un tornado financiero...

Este panorama ya no me sorprende, por haber visto muchas veces esa película en la que, algunos gobiernos, se balancean en la espiral interminable de asumir un día sí y otro también, el constante incremento de su endeudamiento de los modos más diversos.


La emisión de bonos es uno de ellos, utilizando la técnica de "tirar el balón hacia adelante", multiplicando el endeudamiento con el incremento de los respectivos intereses como si esos "servicios" del mundo financiero fuesen algo insignificante, cuando provienen de sistemas perversos para la libertad de los pueblos...


Comprometen el bolsillo de todos, las esperanzas de todos. Hipotecan a las nuevas generaciones con ese tornado financiero que las sacudirá, que les obstacularizará el proyecto de sus vidas.


Hoy irán saliendo del paso, pero esos desequilibrios producto de males endémicos que no han sabido evitar ni conducir, exigirán un altísimo precio y las situaciones pueden estallar, como ya han estallado algunas burbujas...

viernes, 22 de julio de 2011

Lenguas de fuego...

El 9/5/2011 culminé en España una nueva novela con el título: "Lenguas de Fuego..." porque una mañana al despertar sentí la necesidad de escribir esas tres palabras, seguramente por algo que soñé y sobre lo que no logré recordar absolutamente nada.






Pero como soy de los que cree que nada ocurre por mera casualidad, me propuse con ese título encontrar las razones de ese fuego convocante y una vez más, asumí con pasión ese nuevo desafío.






Y como me ha ocurrido tantas veces con otros tantos intentos, siento que se me oxigena el alma cuando sin saber con certeza hacia dónde ni cómo debo conducirme previamente, me pongo a escribir y no puedo detenerme como si la causalidad me dictara los contenidos, pasándolos por el tamiz de mi alma...






Yo pongo algo, seguramente, lo menos valioso. Pero tengo la certeza que lo más importante me lo dan, y aunque sea reiterativo por decirlo una vez más, como me han dado la vida...






Daré gracias una y mil veces mientras me quede un suspiro de vida. A este sencillo obrero del amor, le siguen permitiendo paso a paso aproximándome, seguir colocando ladrillos para construir lo que haya dispuesto el Supremo Hacedor en su proyecto de amor.






Un sentido, un rumbo en el caminar del que no podré apartarme hasta que me llegue el último llamado y para que sobre mi tumba un día alguien escriba lo que yo hace muchos años escribí para mí: aquí yacen los restos de quien apenas logró ser un intento..., epitafio al que ahora sólo le agregaría: desde el fondo de su alma...






martes, 12 de julio de 2011

Injustamente, te encasillan...

Hagas lo que hagas, digas lo que digas, por lo general te encasillan...
Sí, para mucha gente, debes formar parte de alguna ideología preestablecida.
Parecería que no puedes desarrollar tu propia conciencia, tu propio proyecto de vida.


Y entonces aparecen los moldes, las marcas con las que te marcan, las descalificaciones que te vienen de afuera por supuesto, ofensiva y gratuitamente, en tantos casos sin profundizar en tu ser y tus circunstancias.

Quienes no son libres no pueden entender el valor inmenso de la libertad ni el legado de nuestro prócer de "promover la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable"-


Viven encuadrados, esclavizados en preceptos inmóviles, que los han obligado a ajustar conductas con discursos cerrados, sin alta profundidad crítica, que incluso pueden ser manipulados...


La libertad es cosa muy diferente, y respetando los límites esenciales, se expresa según las circunstancias, los contextos, las personas, con el ingrediente de la información suficiente, y por ello no se condiciona a etiquetas ni se deja encasillar, ni sabe vivir entre rejas...

No lo lograrán...

No es posible engañar a todos, todo el tiempo.
Llega un momento en el que por algún resquicio se filtra la verdad, y se escuchan los justos reclamos de los que en general, no tienen voz...

A la falsedad no le es permitido taponear todas, absolutamente todas las rendijas, pues la luz reveladora penetrará de algún modo a pesar de todo y de todos.


No lo lograrán quienes lo intenten. No podrán seguir resguardándose bajo las sombras de sus disfraces, porque un día se les seca, se les resquebraja, se les cae la mezcla falsa con la que ocultan la verdad tarde o más temprano.

La verdad se abre paso, siempre florece, para poner en evidencia lo perdurable frente a lo efímero...

lunes, 4 de julio de 2011

Se atrincheran en las fosas del poder...

Siempre sentí la necesidad de tener "un perfil bajo y trabajo profundo".


No tiene cabida en mí la vanidad,la figuración, ni la ostentación. Todo lo contrario, pasando desapercibido, es la postura con la que me siento mejor y me permite la libertad de ser yo mismo.


Prefiero cruzar a la vereda de enfrente, antes de tener que caminar junto a quienes piensan y actúan diferente. Tengo mi modelo y lo sigo, mi transcurrir sigue la senda del amor.


Yo prefiero transpirar las huellas que voy dejando por las sendas de la vida, convencido de que hasta mis pasos deben ser producto de sacrificada conquista.


Por eso nunca he hecho amistad con quienes se atrincheran en las fosas del poder y del tener..., y desde esos falsos altares, lo juzgan todo.


Y cuando lo hice, fue porque me engañaron, ocultándome lo que realmente eran. Pero eso fue, hasta que los descubrí...

Con el mayor respeto, mucho cuidado, realistas...

Muchas veces nos hemos referido a los que hacen gala de ser "realistas", en contraposición con lo que sustentamos desde siempre en aquello de que "hay que tener coraje hasta para soñar..."

Sí, para soñar la vida y respondernos a la pregunta de "qué es lo que en realidad buscamos cuando soñamos la felicidad...?


Hoy, nos motiva la "realidad" desde otra perspectiva y es que cuando la percibimos, vemos un infinito de incertidumbres que denominamos así, "realidad", según nos lo afirma ahora la física cuántica, refiriéndose a un mundo muy distinto al que considerábamos en las décadas de los años 20 y 30 del siglo pasado, cuando la física clásica newtoniana todavía no se lo planteaba desde el punto de vista cuántico.


Las partículas cuánticas se superponen, se influyen unas con otras, interactúan en diferentes lugares aún en distintos hemisferios, se mueven en otras direcciones con redes muy grandes de conexiones que pueden llegar a ser determinantes sobretodo para los intercambios de información, cuando se cambien los conceptos hasta ahora establecidos.


Y si ese concepto de incertidumbre, lo aplicamos al cosmos, créanme y con el mayor respeto, "realistas", solamente nos aproximaremos a la comprensión del caos universal...


Si habrá que soñar entonces y rendirse en el buen sentido a la esperanza de que la causalidad nos ponga en camino de la real felicidad y el acceso al conocimiento que como se ve, se le va permitiendo en cuenta gotas al hombre, ratificando un concepto que ya estaba en nosotros y expuesto en varios registros escritos, sobre "el drama de los sabios", al comprobar lo poco que saben...

sábado, 2 de julio de 2011

Engendros del mal...

Diversos terremotos y tsunamis nos agreden.

Las consecuencias producidas por los desplazamientos (deslizamientos) de las placas terrestres de subducción, han sido catastróficas tanto en Japón, en Lorca-Murcia o en su momento en Haití, aunque en estos últimos casos se haya manifestado con un seísmo de manor grado y sin un tsunami devastador como ocurrió en Japón.


Por más que la comunidad internacional, materialice su solidaridad ante los tremendos impactos de las fuerzas naturales, es irreparable el altísimo precio que se paga con las pérdidas de vidas, mutilados, y la impotencia de tener que empezar de nuevo, luego de minutos interminables de sacudimientos...


Y todavía hay hombres que se empeñan en atentar con la vida y la dignidad de sus semejantes. Ellos también son devastadores, aunque se cobijen bajo arteras formas, para disimular sus ruines intenciones.

Están allí, conviven con diversos disfraces con nosotros, y solapadamente, nos van traicionando, estafándonos, sacudiendo nuestros hábitos, apoderándose de nuestras vidas, envenenándonos con las drrogas, decretando guerras, despojándonos miserablemente con la usura despiadada, carcomiendo las esperanzas, explotándonos, conduciéndonos mal, chupándonos la sangre como sanguijuelas despiadadas.


Son semejantes los efectos de los tsunamis provocados por los hombres a quienes les viene muy bien los cataclismos naturales, para que no nos ocupemos de ellos.

Pero no lo lograrán, los tendremos muy presentes para que nuestra ofensiva no se debilite en esa lucha inclaudicable contra esos engendros del mal...

domingo, 8 de mayo de 2011

Cuando la pobreza es delito...

Leyento LA POBREZA ES DELITO de Eduardo Galeano y comentarios del amigo que me envió ese artículo, me quedé pensando en la cobardía brutal que se esconde detrás de los poderosos causantes de que cada vez se ensanche más la brecha despiadada entre los que son cada día más ricos, y los que se hunden cada vez más en las miserias de la pobreza.
Y sí, los impulsan a la exclusión, a la marginación, al delito, o a venderse para vivir.


Si en lugar de seres humanos ( me refiero a los pobres de pobreza extrema y aún más si son niños o niñas), se les considera apenas un término negativo en la ecuación materialista que tanto calculan los ricos y poderosos a quienes sólo les interesan los resultados económicos y mercados florecientes para seguir envileciéndose con sus horrendas posturas, poca cosa más se podría agregar para establecer la postura perversa que castiga a los que están demás para ellos, a los que sobran...


Pero aunque parezca imposible, hay mucho más, todavía. Muchachitas que entregan su cuerpo por un mísero empleo, el algunos casos, paso previo a la prostitución, al descalabro de robar para poder vivir, o entregarse a las drogas para morir...


Ni qué hablar lo que hacen con los niños que deambulan por las calles robando o comiendo junto a las ratas en los basureros, que en Colombia y Brasil los matan como allí se comenta.


Hay que decirlo y difundirlo, es un genocidio de este presente que nos toca vivir, un maldito testimonio que debemos denunciar los que no podemos silenciar tantas barbaridades, puesto que ni siquiera se los necesita ya para ser utilizados como mano de obra barata y explotadora, en las industrias de exportación cuyos productos inundan e inviabilizan a las industrias locales de infinidad de países. Y por ello, los matan.


Si después de leer esas salvajadas las silenciáramos, configuraríamos una cobarde complicidad que no nos admitimos. Por eso hoy, con enorme tristeza y mucha bronca, levantamos este garrote escrito para ir detrás de genocidas...


sábado, 30 de abril de 2011

Nuevos llamados me convocaron...

Ha transcurrido un tiempo en el cual mis habituales aportes en este blog, muestran mi aparente ausencia.

Aparente sí, porque jamás me aparto de los espacios que se han abierto en mi alma.


Nuevos llamados me convocaron y a ellos me entregué como siempre con pasión.


Mis producción escrita no ha de cesar. No me permito claudicar en ese intento que es parte irrenunciable de mi largo caminar hace más de treinta y cinco años. Por ello, dos novelas más van quedando ahí hasta que un día la providencia disponga su difusión.


La última de ellas, " Lenguas de fuego..." está ya en sus capítulos finales, y es la que me ha atrapado en los últimos meses, porque una mañana desperté y sin tener el más mínimo recuerdo de lo que seguramente soñé, tuve necesidad de escribir esas palabras que, como soy de los que cree que nada ocurre por mera casualidad, resolví que ese sería el título de una nueva novela cuyo contenido podría surgir de ese fuego convocante.


En mis tareas cotidianas otras convocatorias, también, le dan sobrados motivos a mi existencia.


No me cansaré de dar gracias por ello, y porque en cada amanecer sienta que despierto con la certeza de mis inclaudicables intentos en aras de dar todo cuanto mi corazón me dicte.


De ese modo me enfrento frontalmente a las miserias que enlutan este mundo tan cubierto de sombras, y procuro cumplir con el rol que siento desde el fondo de mi alma.