Ambiciosos esclavos del poder, y de una Verdad que no es tal...

Desafíos constantes hacia la legalidad, contra los dictámenes de los Tribunales, llamados a la desobediencia con presiones y movilización de aquellos que por imponer sus ideas (ideas que nadie les discute porque es legítimo tenerlas, pero no la forma con atropellos para imponerlas), son capaces de provocar sacrificios y martirios potenciales, tener ya a muchos de sus defensores en prisión, otros en el exilio voluntario para huir de la Justicia, enfrentamientos, divisiones irreconciliables, todo lo cual rompe sin medir consecuencias, la concordia y la estabilidad que los españoles "todos" supieron darse, y que "algunos que no son pocos", se endilgan un derecho que no tienen, de sembrar el lamentable caos social que ensombrece la convivencia...

De las aguas turbias muchos se aprovechan, para medrar en actos de violencia contra la que algunos conductores políticos no toman la medidas adecuadas, para no poner en riesgo sus intereses personales, sus sillones de conducción, sus chacritas de poder de la que son ambiciosos esclavos, olvidándose "que no son ni deben ser nada más" que representantes-administradores, de la voluntad popular, libremente expresada de las urnas, dentro de los límites establecidos por la Constitución, las Leyes, y los dictámenes de los Tribunales, en sabia división de poderes que la Democracia les otorga...

Unos y otros se aferran a una Verdad, que no es tal..., y a la que niegan con sus actos... 

Un testimonio nada elocuente de grandeza conductora...

El héroe de la lucha emancipadora del Uruguay, en los albores del Siglo XIX  dejó grabadas en las páginas imborrables de la historia, una máxima que fue en su momento, sigue siendo, y lo será por siempre, un testimonio elocuente de grandeza y coraje conductivo...

Entre otras expresiones nos dejó: "No venderé el rico patrimonio de los orientales, al vil precio de la necesidad..."

Sus palabras me llevan a pensar, sobre la abismal diferencia que constatamos en la actualidad de España, por ejemplo, cuando otro conductor político, en funciones por una moción de censura, se doblega, esclavo de su ambición desmedida por conservar el sillón de la Moncloa, vendiendo la concordia y la estabilidad que los españoles supieron darse con grandeza en su pasado, ahora, "al precio vil de un canje mediocre y mezquino..."

Y pienso una vez más, en el alto precio que se puede llegar a pagar...

Al precio vil de un canje mediocre y mezquino...

Se aproxima imparable el momento culminante, el punto crítico, la disyuntiva de pagar o no, un precio que puede ser, fatalmente, injusto e insoportable para España...

Las exigencias que puede llegar a soportar el actual presidente en funciones, si continúa prendido al poderoso imán del sillón de la Moncloa, pueden ser de tal magnitud, que España toda se puede ver envuelta en el atropello de un tsunami cuyas consecuencias se han de pagar muy caro...

No se lo merecen los españoles, no se puede empañar la historia de un pueblo que supo darse concordia y estabilidad, porque existan dirigentes sin grandeza, capaces de mantener una conducción "de cualquier modo", y mucho menos que  "al precio vil de un canje mediocre y mezquino..."

Deseo equivocarme, pero veo un horizonte confuso y convulso...

MEDIOCRIDAD INSULTANTE, y de SABIDURÍA, NADA...

Quien ha tenido la mediocridad insultante de expresarse así: "los españoles son bestias carroñeras, víboras, hienas con una grave tara en el ADN", ya de por sí, se descalifica a sí mismo.

Se ofende a sí mismo, y le queda grande, muy grande, la vestidura de gobernante, que mancha de esa forma una representación de tantos, que seguramente no se sienten representados y mucho más todavía cuando generaliza de ese modo tan bajo a todos los españoles...

Ojalá que más pronto que tarde reciba su merecido, y abone como corresponde el coste de sus atrevimientos...

Ese "personaje" me lleva a pensar en atributos que no tiene, en la Sabiduría que se esconde en los "Tres monos de Nkto, en el santuario de Toshogu: MIZARU (no ver nada), KIKAZARU (no oír nada) e IWAZARU (no decir nada)".

 Equilibrio, ponderación, en fin, la cordura que el "personaje" no tiene ningún interés
en ver a los muchos que ignora y humilla; 
en oír a tantos que como gobernante debería también tener en cuenta; 
ni tampoco decir las barbaridades que se atreve a expresar, cuando debería silenciarse y no generalizar del modo hiriente, mediocre e insultante que lo hace en base a la ciega barbarie con la que desea imponer sus ideas, pasando por arriba de la Constitución, las Leyes Vigentes y las Sentencias de los Tribunales.

Sus ideas las puede tener (no es eso lo que se le cuestiona), pero lo que no es admisible que las pretenda (él y todos los que piensan como él y lo secundan), imponerlas, avasallando, atropellando, haciéndolo de "cualquier modo" como si la opinión de todos los demás, no tuviera ningún sentido, porque ellos se atribuyen con insolencias, el exclusivo patrimonio de la Verdad...

Claro, de SABIDURÍA, NADA, porque han sembrado violencias, vandalismos, divisiones, confusiones, heridos, y quién sabe las tragedias que todavía están por venir...

EL IMÁN DEL SILLÓN DE LA MONCLOA...

Más de una vez he pensado, que nunca puede estar en juego temblequeante, la dignidad de un dirigente político...

Renunciar, dar un paso al costado, es una actitud digna para la que todos no están suficientemente preparados, luego de una deriva política que los deja en evidencia, sin generalizar por supuesto, porque hay honrosas excepciones, de dirigentes que se han dado cuenta que con sus propósitos han puesto en "jaque mate" no sólo su continuidad política, sino la necesaria estabilidad conductiva imprescindible para el pueblo...

Pero la dignidad queda derrotada, si se claudica ante "el imán del sillón de la Moncloa", en un canje por demás mezquino...

Sólo el tiempo y los acontecimientos del devenir, podrán mostrar claramente el resultado de los sacudimientos del cernidor de la Verdad, de circunstancias que intuyo puedan ocurrir con el respaldo de fuerzas políticas que exigirán un precio con condiciones no sujetas a la plenitud que exige el Orden Constitucional y legal, que es un patrimonio de "todos", y no de "algunos" que no son pocos, que se endilgan un derecho que no les pertenece...

Y SIGUEN VOLCANDO MÁS y MÁS MEDIOCRIDADES y MARTIRIOS EN EL CAMBALACHE...

Con absoluta falta de "grandeza", siguen volcando más y más, mediocridades y martirios en el cambalache...

En lugar de apostar a la concordia y el equilibrio, procesando con altura las discrepancias, pueblan el cambalache de la escena política hasta el hartazgo, (sin generalizar, porque son algunos que no son pocos), los que están aplicados a aumentar con un stock absurdo, en el cambalache que han creado...

Pero no podemos confundirnos con eufemismos, ni con palabras vanas, dado que es imprescindible analizar la situación, utilizando un cernidor que sacuda fuertemente los elementos de una realidad confusa, para rescatar las verdades que hay detrás, y actuar en consecuencia para que no se siga arrojando sombras de incertidumbre...

Desde una perspectiva más amplia mirando el mapa del mundo, no sólo en España se constatan situaciones convulsas, por violencias y vandalismos desatados, mediocridades y martirios, que también los hay en Venezuela, en Siria, en Irak, en Chile, en Korea del Norte, en inestabilidades  sociales manifiestas en Uruguay, en Argentina, y otras partes, que nos muestran los cambalaches y las tragedias algunas genocidas, que enlutan el convivir de nuestros semejantes...

Dictaduras, divisiones, rupturas del ayer que se mezclan con los conflictos del presente, en el que perduran odios y rencores, y producen éxodos ante la desesperanza de tanta gente que se ve obligada a buscar resplandores para sus vidas por otros sitios del mapa, por las miserias de tantos miserables que con salvaje indiferencia, se empeñan en mantener sus tronos de poder, sus mezquinos espacios donde reinan en sus chacritas personales y partidarias, y esos falsos altares que han levantado con mentiras y engaños unos, y otros prendidos a una infame perpetuidad en las inmensas riquezas del subsuelo marítimo o terrestre...

Así está este mundo, repleto de cúspides piramidales amuralladas detrás de las cuales se esconden y mantienen poder y riquezas con los cómplices a su merced, y hacia abajo, la franja cada vez más poblada de gente olvidada y explotada, condenada a la pobreza, al oscurantismo cultural, y a las miseras provocadas por tantos miserables..., que los condenan a un cambalache humillante.