Es enorme la cantidad de ideas que maté en las hojas que escribí y fueron a nutrir el vientre de diversas papeleras a través de los años, al pensar que no estaban bien logradas.
Y ahora me arrepiento por mis arrebatos, porque ¿qué es lo bien logrado cuando lo que uno va alcanzando en la vida es apenas el esbozo de un intento?
Nada es bien logrado. Es nada más que un acercamiento, una aproximación, es una piadosa manera por la que la causalidad nos va permitiendo agregar alguna cuenta nueva al rosario de la vida, de modo que cada una de ellas, sea una porción menos de la pequeñez que nos va quedando...
No obstante, fueron aportes que pudieron ser útiles, gajos de mi corazón en análisis, memorias nunca adormecidas, testimonios de amor, protestas, denuncias o broncas que también me han mantenido vivo, ¿o no?
Pero ahora ya no lo hago, porque mis arrepentimientos arrastran propósitos de enmienda y por ello no castigo a mis intentos con ese destino donde se arrojan los desperdicios, donde se acumulan las miserias y se nutren los olvidos...
Soy muy consciente de los propósitos que me han guiado, y estoy persuadido de que por imperfectas que hayan sido mis expresiones en su momento, tenían "eso" que subyace cuando te entregas desde el alma, fuente de la que emerge lo más puro del ser, que es cuando no esperas nada a cambio, cuando te entregas porque sí, cuando no te convocan los canjes calculados ni haces cuentas mezquinas que sólo te orientan hacia la mediocridad...
De todos modos algo se ha hecho pisando firme y transpirando la existencia, intentando ir siempre frontalmente aunque muchos te pongan obstáculos para que tambalee tu ritmo, no encuentres el adecuado norte, y siembren la confusión obstaculizando el despertar...
Por eso también, en la contratapa de la novela: "Un oscuro perfil..." que se publicará próximamente en España, acompañando a la imagen que me convocó para concebirla, tuve necesidad de agregar: "NUNCA LA NOCHE HA VENCIDO AL AMANECER, NI LAS SOMBRAS PODRÁN DOBLEGAR A LA ESPERANZA..."
