miércoles, 30 de julio de 2014

DESDE LA SENCILLEZ, LA MEJOR TRIBUNA DEL AMOR.

Esta entrega pretende ser, un íntimo mensaje agradecido que hago desde la sencillez, para mí la más genuina tribuna para difundir los contenidos del alma que son los que siempre me convocan.

Un encuentro cualquiera, imprevisto, que no es producto de la casualidad sino algo mucho más trascendente, porque lo ha dispuesto la causalidad que siempre está actuando aunque no nos demos cuenta, hizo posible que se entablara un diálogo cuando en una oficina pública un interlocutor se me aproximó al oírme hablar y me dijo:
-¿No será usted el hombre que escribió el libro que acabo de leer?
-Vaya..., sí, yo escribo- le contesté-, ´¿cuál de ellos leyó, "Mercaderes en el Templo"?
-No, "Un oscuro perfil".
-Bueno, hombre, espero que le haya gustado.
-Sí, me gustó de verdad. Así que ha escrito otro?
-He escrito quince libros y de a poco ahora se están publicando.
-Mire usted- me contestó-, ¡qué bueno es conocerlo! A mí también me gusta escribir.
-Hombre, no abandone entonces ese propósito.
-¿Me permite que le deje mi número de teléfono"
-Pero claro que sí, y yo le ofrezco el mío- y los números fueron recíprocamente anotados.

Esa sencillez tiene para mí un inmenso valor, un reconocimiento al que le adjudico un perfil singular, porque nace al influjo espontáneo de alguien que reconoce al oírlo, al autor que en mi caso ha conseguido que sus creaciones se empezaran a emancipar de mí para hacer un vuelo propio y llegar al alma en este caso de José Antonio, a quien desde ese instante le debo agradecer que se detuviera en mí, que en cierto modo haya dialogado conmigo sin que yo lo supiera y también, casi seguramente, le haya dado vida a los puntos suspensivos diversos que allí en "Un oscuro perfil", dejé registrados no sólo para dar a entender que tenía más para expresar, sino para que quienes me honraran al leerlo, le agregaran todo cuanto a su entender les resultara propicio según sus propias circunstancias de vida, y pudieran llegar más lejos o más alto que lo que yo logré con mis intentos...

Sin quererlo José Antonio, mi circunstancial interlocutor, me ofreció lo que yo siempre he buscado, estableciendo la posibilidad de un diálogo con los contenidos que salen del alma, apostando que en los renglones torcidos del hombre, la Providencia escribiera derecho al enseñarnos a amar..., por sobre todo otro intento, que es justamente lo contrario a atesorar en bolsillos sin alma, duramente cerrados con férreos cierres metálicos de mezquindad...

Lo dicho, desde la sencillez, la mejor tribuna para difundir las voces del amor.


viernes, 11 de julio de 2014

Prisioneros de los olvidos......

La letra de un tango me inspira para establecer, sin generalizar, cuánto llegan a herir las actitudes que dejan heridas que no se ven pero son las que más duelen, las que están en el alma...
"Después a mí..., que he sido como un hermano, tan luego a mí,...,que supe dar una mano. Que amargo es, el estar desorientado al no tener una mano yo que siempre la brindé...Después a mí..., que con los años, deshecho, soy capaz de abrirme el pecho para dar mi corazón..."

Es así de duro el vivir, que te obliga a sentir que "hoy que tengo ante mí cinco esquinas, de calles desiertas pregunto ´cuál es, dónde debo llamar, en qué puerta , si todas me dicen..., mañana, después..."

Muchos viven prisioneros de los olvidos, dejan a un lado lo esencial que es el amor, y pierden libertad al encerrarse en sus propios barrotes insensibles.
Se niegan la divina ventura de dar que es ofrecerse espontáneamente sin reservarse nada  y sin esperar nada a cambio, al hacerlo porque sí.

Y así permiten que se les vaya la vida, porque en un suspiro les llega el atardecer a presentarles facturas impagas, y ya no les queda tiempo casi para intentar una enmienda, al comprender que aunque se tengan recursos, hay cosas esenciales en la vida que no se pueden comprar.
Recogen al fin lo que han sembrado al haber optado por senderos equivocados, que suelen estar bordeados por zarzales espinosos, que lastiman como han lastimado con su obrar sin amor, indiferentes al responder: "mañana, después...", por la enfermiza mezquindad de los olvidos.

Ese mañana es nunca, pero ya no engañan a nadie, sino a ellos mismos.






miércoles, 2 de julio de 2014

PASTO A LOS BUITRES...

Está mal, no es posible justificar conductas antideportivas ni inadecuadas.

Ha sido una tontería de Luis Suárez, y además reiterada.

Pero..., ya está bien, no hay que seguir ensañándose con quien se ha equivocado, y perder memoria olvidándose de tantos sacrificios que ha hecho para adquirir niveles de reconocimiento en el futbol mundial y en su vida privada, colaborando en gran medida a que nuestro pequeño país, recupere alguna relevancia dentro del concierto mundial en esa disciplina.

Tampoco se justifican los insultos descalificadores contra quienes han aplicado la sanción, más allá de que oscuros intereses puedan estar detrás, y mucho menos provenir de quien tendría que dar testimonios de sensatez y equilibrio moderando sus palabras para no caer en la ordinariez del disparate...

Ya está bien, no le demos pasto a los buitres. Hay faltas peores, más descalificadoras, y permitamos que el arrepentimiento y el perdón ya expresados, le abran paso a un tiempo nuevo sin tantas exageraciones, sin tantas tonterías, que ya el hombre en este presente tiene otros problemas sin resolver donde está en juego y en riesgo la dignidad de tanta gente, y no vemos que se levanten torbellinos de protestas, ni se enciendan rebeldías ante calamidades que nos avergüenzan porque atentan contra la vida misma de nuestros semejantes...

Ya está bien, ¡basta por favor!, para que el amor barra con los desbordes y los senderos vuelvan a iluminarse si ahuyentamos las sombras que nos van minando las esperanzas...