sábado, 31 de marzo de 2018

SOLAMENTE PORQUE SÍ...

Ese es el nombre:"expresARTE", que ha recibido y que forma parte del logo que identifica al grupo que integro, cuyo objetivo esencial, es "elevar el nivel cultural" de la gente del pueblo donde residimos.

Nombre y contenidos muy valiosos establecidos en sus "Bases", en las que sus integrantes se han unido desde sus diferentes carismas, para procurar con sus creaciones artísticas y su activa participación en:

pintura; teatro; esculturas en hierro, fotografía, dibujo; réplicas en miniatura de catedrales-iglesias-monumentos; música; literatura; cine, todo un mosaico de valores creativos cuyos aportes y entregas generosas,

nos hemos unido para lograr que paso a paso, se pueda cumplir el objetivo que nos convoca, para que con acciones concretas podamos demostrar habilidades en las diferentes disciplinas, pongan en valor el concepto de que todo es posible si lo intentamos, dado que sólo se alienta la mediocridad y el conformismo, si no actuamos con determinación, en favor de un compromiso para hacer realidad el sueño que nos ha inspirado...

"ExpresARTE" es, una forma más de ofrecer nuestro ser por convicción, sin esperar nada a cambio, y una vez más, con la sensibilidad de hacerlo, solamente porque sí...




miércoles, 21 de marzo de 2018

DEBEN EXTINGUIRSE LOS DINOSAURIOS DEL MAL...

Recientemente un amigo me ha llevado a leer una producción escrita de Daniel Vidart, antropólogo, sociólogo y poeta uruguayo.

Su lectura me sugirió los siguientes comentarios, que hoy comparto por este medio:

A las dictaduras diversas de "los dinosaurios del mal" que conviven disfrazados entre nosotros, no podemos enfrentarlas con inocencias, y por ser tan poderosas, las tenemos que combatir con las armas del bien y del amor, no solo para que no se multipliquen, sino para que empiecen a morir...

Es necesario que surjan con fervor, "los reclamos de los justos", y el vuelo sin fronteras de la libertad para que los cielos se pueblen de "un viento con perfume a primavera", acompañado "de una tímida lluvia" para apagar la sed de la sequedad...

Deben ir muriendo para que esos monstruos entren por "las bocas terroríficas de los dinosaurios, lagartos carnívoros cargados de furia..., que con sus maléficos rugidos", se devoran y silencian, el coro de lamentos de los que más sufren el padecer insensible de las diversas dictaduras que los van ahogando.

Deben ir muriendo, porque desde antiguo, se han propuesto apagar los sueños de los que se atreven a soñar; puedan recobrar la voz de aquellos silenciados por la desesperanza; para que no haya víctimas inocentes "de la ofensa nacional" y "desorden internacional", que deja en forma de ruinas la insensatez de las guerras, y esa diáspora que provoca la desesperanza en tantos grupos humanos que buscan un resplandor para sus vidas..., hasta pagar el precio de dejarla a merced de los tiburones en el fondo de los mares.

Deben ir muriendo para que nunca más se colme de llantos, "la ergástula generalizada" repleta de tormentos y puedan al fin proclamar el triunfo de la justicia, el bien y el amor, sobre la extinción de los dinosaurios y alcanzar el resplandor de la dignidad...

Deben extinguirse esos engendros del mal, para que la especie humana recupere las esperanzas, "el destello de la inteligencia" y pueda desarrollarse con "la razón del Estado" y no "un Estado de Sitio implacable".

Deben extinguirse, para que desaparezcan "los agoreros del engaño" de los enajenados que propagan odios y rencores con el incomprensible terror arrojado sobre los inocentes, que al fin son los que pagan con sus vidas esos extravíos, "sin la dialéctica de las armas" que sólo aportan destrucción y muerte, pero no mueren quienes movilizan sus arsenales, ni los mercaderes que trafican siniestramente con ellos...

Deben extinguirse los hábitos que contaminan el medio ambiente, para que podamos respirar la pureza que nos oxigena y lograr fortalecernos para enfrentar "la ferocidad y la soberbia de los asesinos" y "de los depredadores que no detienen su voracidad".

Deben extinguirse, para que no sigan reinando los usureros con su despojo financiero sin control, los muros que se levantan para separarnos, "los alambrados de púas" en donde quedan enganchados los que buscan el resplandor de la libertad y se enaltezcan los suspiros de los pequeños y humildes desplazados de las oportunidades que les quitan aquellos "que deben formar parte del basural de fantasmas", a los que hay que situar "apartados sin horizonte, en el pozo negro de calcio ensangrentado en un infame horizonte de pezuñas", para que se sienta el alegre "salto de la ardilla", "el vuelo de un colibrí", "la paloma con el olivo" y "las tentativas para inaugurar la belleza", para "incorporar la esperanza a las penumbras de la historia", que es, "empezar de nuevo" desde "los laberintos del error", con el revisionismo del hombre, de un hombre nuevo sobre la faz de la tierra.

Y así, aplastar toda injusticia, toda desigualdad, toda discriminación, todo descuido del hogar con sus nefastas consecuencias, toda manipulación, toda ausencia de valores, y todo ataque miserable a la dignidad del ser humano, todo materialismo que considera al hombre como un producto más del mercado, todo oscurantismo cultural, y toda prepotencia que suele instaurar sus políticas del miedo y la mordaza...

En definitiva, para vencer a las dictaduras del mal, de modo que nunca más levanten cabeza, los dinosaurios prepotentes que siempre tienden a perpetuarse, sin comprender que sus tronos son de barro, sin consistencia, y por ello al final se terminan cayendo...

La lectura del poeta uruguayo, con la licencia de tomar algunas de sus opiniones en los "entrecomillados" que anteceden, y algunas reflexiones del amigo que me vinculó a esos temas, me han sugerido estos aportes, este título, como una forma más que me ratifique la certeza que vive en mí, de nunca dejar de soñar, el sueño de la esperanza...

jueves, 15 de marzo de 2018

Superando las turbulencias...

Ayer mi nieto Lucca me sorprendió una vez más.

Al regresar de una práctica de fútbol, que es la fuerza gravitacional de su constante pasión, me expresa de pronto lo que irrumpió en su mente: "¿Sabes que los agujeros negros se tragan a las estrellas del cielo...?

Recobrado de mi sorpresa, y luego de contestarle, recordé que yo me había referido a ese tema de los agujeros negros,  y buceando en el mar adentro de sus contenidos, ubiqué una entrada que hice en este blog el 11/2/2016 que titulé: "Agujeros negros en el infinito y cercanos"

También recordé que desde diferentes partes del mundo, gente que ni conozco me hacen llegar por la vía de sus comentarios o correos electrónicos, opiniones sobre ese artículo y otros temas que he difundido, que han provocado mi sorpresa y me han honrado, deteniéndose algunos momentos en mí...

Pero lo que intento rescatar hoy, y el comentario de mi nieto es un vivo testimonio, es que el hombre genera energías, atracciones gravitacionales que no sólo se dan en el infinito del universo, sino también cercanas, entre nosotros, a través de sus expresiones y acciones concretas que se manifiestan en el vivir cotidiano, fundamentalmente cuando se rema mar adentro en búsqueda de la riqueza de la cosecha, que siempre exige el sacrificio de llegar a ella, conquistándola...

Es decir, superando siempre las turbulencias que tantos siembran para hacernos caer en un naufragio, capturados por los poderosos agujeros negros, de los propósitos insensatos que nos tienden, disimulándolos, con trampas y ropajes que nos embriagan primero, para devorarnos, después...


miércoles, 14 de marzo de 2018

La iglesia que yo quiero...

Siempre he considerado que el ser humano es la prioridad, quien debe estar por encima de toda corriente de pensamiento, de toda doctrina, y que debe ser respetado por derecho natural, sin discriminación alguna, ya sea por su condición social, raza, color de piel o ideas religiosas que pueda sostener...

Esa certeza la he sostenido cada vez que he tenido la oportunidad de expresarme, incluso en el ámbito religioso del que formo parte, puesto que he sentido en todo momento cuando me dirijo a mis semejantes sean creyentes o no, que serlo no me da derecho ni legitimidad alguna a endilgarme el patrimonio de la Verdad al compartir mi sentir de palabra o por escrito.

En uno de mis ensayos, incluí un artículo titulado: "La iglesia que yo quiero...", donde dejé registro entre otros, de algunos conceptos que transcribo:

"La iglesia que yo quiero..., también debe sincerarse y profundizar procesos de autoanálisis, para que los hombres que están en ella, se eleven transformándose, crezcan, y vivan ciertamente la superación que es imprescindible para legitimizar sus actos, dado que representan la pureza de la Verdad que proclaman, con la gloria imperecedera de quien, con su
Calvario, Muerte y Resurrección, se constituyó en unos de los hechos más importantes en la historia de la humanidad..."

"La iglesia que yo quiero..., no puede eludir la permanente reflexión hacia adentro respecto a las transformaciones que se van sucediendo en el devenir de los tiempos, para que se fortalezcan quienes están en ella, vuelvan a creer los que se han apartado, y se aproximen los que nunca se acercaron..."

"La iglesia que yo quiero..., tiene que sacudir sus tejidos internos para que se desprendan de ellos, todo cuanto provoque rechazos a nuestros semejantes, creyentes y no creyentes, puesto que todos deben ser considerados como hermanos, hijos de Dios, ya que por todos ofreció su vida el Señor..."

En definitiva, replantearnos una profunda y sincera reflexión, comenzando por cada uno de nosotros, pastores y laicos, en aras de encontrar caminos y formas de divulgar mejor, con más llegada, la inmensa Verdad que nos ha hecho libres...

Porque esa Verdad que nos ha concedido la fe, no puede ser solamente para nosotros, es imprescindible compartirla, dándonos sencillamente, sin esperar nada a cambio, nada más que por amor, y solamente porque sí..., en un caminar en el que paso a paso nos estaremos aproximando hacia nuestro destino, esquivando las sombras de las apariencias que se disfrazan de insensatas hipocresías...

lunes, 5 de marzo de 2018

TRANSGREDIENDO LOS LÍMITES, NO...

Se puede estar en desacuerdo, es posible expresar las rebeldías con protestas, pero siempre se debe mantener el equilibrio sin llevarse por delante los límites imprescindibles, que son aquellos que le ponen coto a la descalificación, a los insultos, a las amenazadas expresadas amparándose en la libertad de expresión, y todavía, con odios irreconciliables que impiden todo debate de ideas fructífero, si no se realizan desde la tolerancia y dentro del marco de la prudencia...

Porque si se ofende, si se actúa desde el sesgo de permitirse cualquier actitud y todavía si ella se aferra a la violencia insultante y al enaltecimiento de rencores que tanto afectan el convivir, se ingresa en un terreno nada fértil, al sembrar semillas de discordias, ya enfermas de "sidasocial" que no darán fruto alguno, ni detendrán el avance incontenible de sus metástasis...

No nos sorprende, entonces, que luego levanten banderas reivindicadoras cuando la justicia actúa sobre ellos, al caer en incumplimientos que están penados por el orden jurídico vigente, o que acusen a los que piensan diferente y se expresan de otro modo, como cómplices silenciosos de otros desmanes...

Eso es tirar la pelota encima de otro tejado, claro, siempre ocurre lo mismo, se creen que son los adalides de la salvación con sus excesos, cuando en realidad no salvan nada ni a nadie, y se presentan sin la mínima serena reflexión interna de cordura, con actitudes altaneras, desafiantes, que al fin no conducen a ningún destino, sino el de pasar un tiempo entre rejas, donde tendrán que meditar en las sombras, sus incontroladas palabras...

Yo no me alegro por ello, al contrario, porque lamento que haya semejantes que se dejan llevan por sus desvaríos cargados de odios, y son apartados de sus escenarios sociales, cuando han tenido la oportunidad de llevar adelante una lucha frontal por transformar el presente con formas adecuadas con sensatos equilibrios, y son bajados del ring por el imperio legal que les dice, "de ese modo no, transgrediendo los límites no, insultando personas e instituciones, de cualquier modo tampoco, y mucho menos, con odios y rencores irreconciliables, además, repletos de necedad que no les permite aceptar nada ajeno a sus ideas..."

Yo me afilio a otro proceder haciendo uso de un lema que perdura en mí desde mi niñez, recalcadas en estrofas contenidas en mi Himno Nacional que me llenan de coraje: "Orientales, la Patria o la tumba, libertad o con gloria morir, es el grito que el alma pronuncia y que heroicos sabremos cumplir".

Coraje y convicción que se incrementan todavía más, cuando me llega desde la historia el aliento desbordante que me conduce a luchar por la libertad, porque sabemos que sin ella no es posible abrir el portal de la dignidad por la que tanto se ha luchado siempre, porque  "con libertad no ofendo ni temo..." y es de ahí que no me permito hacerlo de "cualquier modo" al respetar a mis semejantes, ni con iras irracionales, ni tampoco con cobardías  como otros acusan a los que no piensan ni actúan como ellos, o no definen como ellos la realidad sobre la que se expresan...