martes, 28 de junio de 2016

ASUMIR ERRORES PROPIOS...

Asumir nuestros propios errores debe estar reflejado en la tapa del libro de las debilidades humanas...
 
Mirarnos hacia adentro y hacerlo en honesta reflexión, es un hábito que el hombre esquiva por esa empecinada tendencia de culpar a los demás, y no considerar las verdaderas razones que le dan paso a nuestros errores o a nuestros fracasos...
 
Otros son los culpables casi siempre, lo constatamos en el cotidiano vivir y tantas veces, nos negamos a aprender las lecciones que nos da la vida.
 
Entonces es cuando nos mentimos, y luego no nos pesa mentirle a los demás, como tampoco, enaltecer la sinrazón de nuestros desvíos, ocultando ambiciones insensatas, buscando excusas ante lo inexplicable, permitiendo que nos hagan sostener lo desaconsejable y hasta lo incomprensible...
 
Y todo ello, en general, subestimando a los que somos más.
 
Pero llega un momento en el que la vara inflexible de la Verdad nos llama al orden, y nos reclama que llegó el momento de pagar y nos pasa facturas diversas con el cargo de intereses adicionales, tirando por la borda expectativas electorales sobre las que no se puede cantar victoria por anticipado, o corregir el rumbo si es que se asume esa responsabilidad ante la evidencia de las circunstancias cuando los pueblos se expresan...
 
 
 
 
 


domingo, 26 de junio de 2016

UNA CONCORDIA IMPRESCINDIBLE...

Los resultados electorales del 26 J en España muestran un nuevo mapa parlamentario, producto de la resolución de su pueblo que en principio puede interpretarse, "que la  concordia puede ser posible otra vez..."
 
Es factible que se haya aprendido la lección de la historia, para que los habitantes no tengan que sumergirse en un cambalache mal parido..., repleto de confusiones que pueden ser riesgosas para el devenir de sus habitantes, aumentar la inseguridad de la UE como ocurrió en el Reino Unido, crispar a los mercados financieros que nos están mirando, torpedear la inversión interna y externa con fines productivos, y lo que es más importante, condenar a la población a una incertidumbre que le prive sus legítimas esperanzas.
 
Hay muchos pueblos a la deriva en el mundo, que nutre una trágica diáspora de millones de seres sin un norte definido, que las mafias explotan, que las guerras y la insensatez provocan, y terminan por pagar con sus vidas sus intentos de buscar una esperanza que en sus patrias se les niega en este mundo mal encarado...
 
Ahora los líderes políticos deberán reflexionar para explicarse en España lo ocurrido, y buscar las formas adecuadas para negociar al fin la formación de un gobierno, dada la nueva escena surgida de las urnas, que ofrezca la alternativa de una concordia imprescindible, y que dependerá de la grandeza de los interlocutores políticos.

No es posible que se acepte con silencios cómplices modelos perimidos, populismos inconducentes, lecciones de regímenes externos que no contemplen las singularidades del pueblo, la historia y la cultura española, y mucho menos todavía, cuando vienen disfrazados con ropajes engañadores...
 


UN CAMBALACHE MAL PARIDO...

El cambalache electoral se presenta con multitud de disfraces.
 
Fulgurantes, prolijos, en trampas bien montadas para que en ellas caigan los incautos, junto con los que levantan banderas revolucionarias y salvadoras que terminan por no resolver nada, sino aprovechándose de las legitimidades que les ofrece el voto ciudadano...
 
En definitiva, es la gente, son los pueblos los que caen en las trampas cuando la falsedad se agiganta...
 
Es incomprensible comprobar cómo se repiten las escenas, en las que la ponderación y la cordura no despiertan sacudones en pro del renacer que el hombre se niega, financia y sufre el deterioro de sus legítimas esperanzas...
 
Y se repiten las experiencias sin haber aprendido nada, absolutamente nada del altísimo precio que históricamente se ha abonado "cuando la concordia fue posible...", faltándole el respeto a los martirios vividos, que ahora nuevamente, vuelven a cerrarle el paso a las oportunidades que se dejan pasar cuando la globalización facilonga del descarte no pone al hombre por encima de toda doctrina, y le arranca de sus entrañas, cuando la falsedad se agiganta...., sus legítimos derechos para sumergirse en un cambalache mal parido, que enajena, confunde, y nos impide pensar con sensatez..

Lo fuimos constatando en el largo vivir con películas repetidas hasta la saturación como pasó en Uruguay, ahora en el Reino Unido, en Argentina, Venezuela y en otros países sudamericanos y de otras partes del mundo, como ocurrió en el pasado en España y que ahora no se vuelva a repetir ni con el resultado electoral de hoy, ni con los políticos sin grandeza que propician las crisis y se aprovechan del mismo sistema que intentan destruir..., justamente, porque sus entregas al servicio público no son un verdadero apostolado, y en tantos casos sí, una aberrante corruptela incalificable...



 
 
 


jueves, 23 de junio de 2016

SATURADOS HASTA EL HARTAZGO...

Los años no pasan sin dejar huellas en nuestro ser, y tantas veces, cicatrices con un sangrado que no se ve, pero humedecen el alma sin detenerse...
 
Yo sé que la existencia tiene sus dificultades, y mucho más, cuando se vive frontalmente y con compromisos que no se eluden y además no se silencian con mordazas cobardes, las barbaridades con las que nos quieren someter.
 
Entonces, defendamos nuestra libertad, atacando y denunciando todas aquellas actitudes que atentan contra la dignidad para la que nos han dado la vida...
 
Pero duelen las ofensas, martirizan los olvidos, multiplican nuestras rebeldías las subestimaciones que nos hacen los soberbios y mediocres, que se creen tener el derecho de atropellar nuestra sencillez, manipulándola, porque tantas veces confunden prudencia con cobardía...
 
En nuestro corazón no hay lugares disponibles para la cobardía, tampoco para el miedo, y mucho menos para odios y rencores que asfixian nuestro libre discurrir...
 
Nuestros intentos procuran sí, reservar esos espacios para que el amor haga su obra en nosotros, como debe ser, sencilla y humildemente, sin aspavientos, considerando que de ese modo inequívoco nos encontraremos con la Verdad, y que no es ningún mérito vivir en ese signo, en el que el "yo" no se antepone al "nosotros"...

Hay gente que nos trampea la existencia, que juegan con las cartas marcadas, con intenciones nada santas, repletas de hipocresías.

Pero si algo he aprendido es saber distinguirlos, ver venir el disfraz desde lejos, en películas que ya hemos visto que nos  llevan al hartazgo..., saturados ya de engaños con los que nos estafan las esperanzas... 
 
 
 
 
 
 
 


martes, 21 de junio de 2016

LA VERDAD ABRE RENDIJAS EN EL ALMA...

(Un fragmento de "Mercaderes en el templo", novela que escribí en el año 2007 y que un llamado interior me impulsa a difundir nuevamente...)
 
 
La dedicaba entonces, así:
 
 
"La Verdad abre rendijas en el alma, ahuyenta la oscuridad y disemina los resplandores de la luz...
 
No me preocupa medir las fuerzas de mi corazón, siempre he de exigirle que no claudique ante los imperios de la sinrazón...
 
Dedico este intento a quienes me dieron la vida, motivos para vivir, las fuerzas para seguir y el coraje de insistir. Ellos colman mis motivos mientras me mantienen vivo..."
 
Y en el fragmento, su personaje central, Adriano, dialogando con su duende, decían:
 
"-Yo no elegí mi destino, y si me marqué un rumbo soñado fue justamente porque me visualicé en él y lo hice mío al comulgar siempre, con fe o sin ella, con los preceptos del amor".
 
Y el duende le contestó:
 
""A ti la vida te fue llevando por caminos diferentes, no todos bordeados de flores, precisamente.
 
Muchos obstáculos tuviste que derribar que te cerraban el paso y no te dejaban alcanzar el horizonte de tu elevación, y hasta te quedaste sin lágrimas siendo muy joven.
 
Te llenaste de heridas pero aprendiste a vivir, todo aquello que te puso la vida por delante.
 
Tú no elegiste tu destino, simplemente optaste al preferir pagar en vida el más alto precio, el del amor, porque es lo que más comulga con tu corazón.
 
Allí en la vida no ensayaste (como lo has hecho con tus libros), te remangaste para cavar trincheras y fuiste al frente frontalmente para que en ellas se refugiaran principalmente las almas más necesitadas.
 
No eres más ni eres menos, ni mejor ni peor, eres simplemente tú, quien te has propuesto ser, evitando los precipicios que allí están para que en sus abismos se zambullan irresponsablemente aquellos que no pelean la vida y los que atentan contra las de los demás...
 
Para que el duende le agregara, después:
 
"-Nada tembló en ti, ninguna parte de tu ser lo hizo, ni siquiera cuando aquel día enfrentaste a aquel oficial superior de la milicia que había sido amigo y compañero tuyo en los lejanos años del Liceo Militar y Naval General Artigas y le dijiste: -"No, no es una guerra, gallego, esto es lo que ustedes inventaron para justificarse. Una guerra es otra cosa, pero no para matarse entre hermanos. No, no me vas a convencer. Nunca lo aceptaré, porque ustedes ofendieron al pueblo (con la dictadura militar) y no tuvieron en cuenta el grito de "clemencia para los vencidos" que nos viene en la sangre desde la historia. No, esto no es una guerra..."
 
Y Adriano recordaba que en medio de ese diálogo a él le parecía que aquel militar nada tenía que ver con el joven que era el portero del cuadro de fútbol que ambos habían integrado en el ayer...
 
Ese era otro ser, que ahora Adriano veía realizando seguimientos, espiando la vida de algunas personas..., en actitud que más valía olvidar.
 


lunes, 20 de junio de 2016

HAY QUE "MOJARSE" Y NO EXCLUIRSE...

Esta vida exige que nos "mojemos" ante la realidad, calificándola como es debido, que no es otra cosa que referirse a las actitudes del hombre con sus semejantes, y también, sobre la naturaleza que nos circunda...
 
La nobleza y la grandeza que conforman en definitiva el buen vivir, siendo esenciales, no se exhiben en la primera plana de la comunicación, no son noticias que se difunden y se venden fácilmente, no forman parte de las góndolas muy bien dispuestas del consumismo, y no ocupan las tribunas desde las que hay que defender todo lo positivo que es imprescindible para la elevación individual y colectiva, que lamentablemente está situada en un segundo plano en esta cultura del descarte, desplazada por desvíos donde se enaltece el escándalo, la hipocresía, los odios,  los desvíos, la frivolidad...
 
Los colectivos vibran en pos de otros objetivos, hábilmente manipulados. Resulta notorio el desinterés y por ello, crece el sinsentido del oscurantismo cultural, la mediocridad, la decadencia de los valores, la familia debilitada, el consumismo, la manipulación, la codicia usurera del sistema financiero, el desinterés por los proyectos productivos, los brazos caídos que produce el desempleo, la inequidad, las posibilidades que se esfumen, con el desfallecer de las esperanzas...
 
Una justicia endeble y tantas veces incomprensible, un sistema político manchado de corrupción, un descreimiento cada vez más notorio, una diáspora migratoria de multitudes que escapan de las miserias que producen las guerras y los olvidos, gente que se juega la vida al buscar una esperanza que en sus tierras se les niega, constituyen dolorosos testimonios que nos muestran un mundo mal encarado, explotado vilmente, en el que los más necesitados ponen en general los muertos y soportan los latigazos más brutales de las crisis y los cimbronazos de las burbujas que explotan...
 
Por eso es que hay que "mojarse" y no excluirse, luchando por la Verdad que nos haga libres, sin silenciar nada de todo aquello que nos corresponde y nos estafan, porque hay derechos que legítimamente nos corresponden, y por supuesto, obligaciones que cumplir, como roles que no deben dejarse a un lado, esperando que otros nos vengan a resolver, cuando sabemos que es al contrario, que otros se aprovecharán de la complicidad de nuestras pasividades inoperantes, de nuestros silencios cobardes, de nuestras declinaciones, de nuestra falta de coraje...
 
Justamente, por esos surcos que no cavamos ni tampoco regamos, quienes vienen detrás nos condenarán, y en tantos casos, con sobrada razón...
 


jueves, 16 de junio de 2016

UN FUEGO QUE NO APAGUÉ Y SIEMPRE OXIGENÉ...

Ayer mi memoria se sacudía frente a un envejecido álbum  de fotos, desgastado, con esa pátina amarillenta que el indetenible transcurrir le pone a las cosas, tan seco y delicado que hasta miedo da tocarlo ante el temor de que se desintegre...
 
Han pasado ya casi 80 años de imágenes reflejadas allí, en la mayor parte del tiempo envueltas en oscura soledad, solamente oxigenadas por mi recuerdo y por ello, jamás archivadas en el olvido.
 
Son recuerdos, testimonios de un ayer repleto de sustancias conmovedoras que renuevan las vibraciones de mi alma..., que mi sensibilidad revive con lágrimas que no se niegan a brotar, para que no siga creyendo que ya no tenía llantos para llorar...
 
Aquel niño de apenas veinte meses que allí estaba, inconsciente del primer latigazo que prontamente recibiría su vida, todavía vive en mí, procesando el inmenso dolor con el que forjó su ser, golpe a golpe en el yunque, paso a paso aproximándose a su destino, ahora consciente del duro cascarón protector (casi un diamante), que no admite huellas que no sean las que están en el alma..., esas que no se ven, pero son las que más duelen.
 
Esa diferencia notoria tengo con el álbum de fotos, y doy gracias por ello, dado que el paso del tiempo, no ha desgastado el pergamino de mi piel, ni una pátina ha tenido la osadía de teñirme de amarillo, ni la sequedad me ha puesto tan delicado hasta el punto de desintegrarme si me rozan.
 
Todo lo contrario, esa fragua  en medio del fuego hirviente donde me formaron que yo nunca apagué y siempre oxigené, me ha permitido enaltecer mi sencillez, mi humilde condición, con la firmeza  esclarecedora de no apartarme nunca de los senderos del amor, y con rebeldía,expulsar todo temor.
 
 


EL DIAMANTE TAMBIÉN LLORA...

Hace unos días volví a mirar el álbum de fotos de mis primeros meses de vida, y allí estaban las imágenes de mi madre  ya en el duro repecho cuando se aproximaba a sus últimos suspiros...
 
Luego de tantos años, volví a llorar como cuando era un niño.
 
Ahora, no sólo mi madre se ha ido, sino que todos los que allí estaban con vida han partido hacia el destino que nos es común...
 
Mi padre, mis abuelos, mis tíos y tantos más que me han brindado su amor y yo, sin olvidos, procuro mantenerlos con vida con mi recuerdo y mis oraciones.
 
Los nombro permanentemente, dialogo con ellos, sin interferir en la serena placidez de esas parcelas que en el cielo, cultivan y custodian esperando a quienes todavía nos mantienen esta maravilla de la vida...
 
Yo no le pongo un techo a mi alma, ni permito que ninguna plancha insensata le impida un volar hacia las distancias donde residen los resplandores, no lo hice nunca, y mucho menos ahora que con la carga de los años que no me pesan, he aprendido a desatarme de toda amarra que me impida levantar vuelo sin confundirme, al enfrentar sin miedo a todo y a todos los que intenten frenar mi caminar hacia el destino por el que tanto he luchado con la seguridad de conquistarlo...
 
Vivir en ese signo y con ese sesgo, oxigena mi alma, refuerza mi determinación, y me afirma en la sencillez de un vivir amando, comprendiendo, perdonando como siempre me han perdonado, incluso en el largo tiempo aquel en el que el bloqueo se imponía, pero la luz de la Verdad no se llegó a apagar en mi universo en sombras, lección que aprendí, que sufrí en las aulas a cielo abierto de las intemperies donde desde el dolor y los sacrificios me forjé...
 
Ahora me cuesta más llorar, pero gracias a Dios, me quedan reservas de llanto para que el amor bañe mis ojos... Y eso que soy duro como el diamante, pero se ve que él también llora.

 

martes, 14 de junio de 2016

CAMINAR SIN SUEÑOS, NO ES VIVIR LA PLENITUD DE LA VIDA...

Para entender el presente de cualquier realidad, es necesario tener en cuenta las circunstancias, el análisis personal honesto, el aporte del revisionismo histórico si se ha realizado con el prisma de la sensatez que permita el hallazgo de la Verdad.
 
De lo contrario, se produce el soplido desenfrenado de aquellos que fomentan el estallido de las burbujas que generan las crisis culturales,  económicas, éticas, morales, religiosas, que luego son aprovechadas por los oportunistas, o los falsos líderes populistas que prefieren los apagones colectivos para alcanzar, sin legitimidad conceptual pero valiéndose en algunos casos de validez formal, espacios de poder que de otra forma les resultaría imposible conquistar...
 
Y logran beneficios de las bondades del sistema, cuando en realidad son antisistemas que no tienen por norte primordial el bien colectivo, sino el individual, usando mecanismos de manipulación para levantar el altar de sus ideologías insensatas...
 
No es posible entender el presente del mundo, sin procesar bien su pasado con las singularidades de cada pueblo, en los cuales se ha manifestado la diversidad en la temporalidad del hombre, de aquí y de allá...
 
Solamente será en el más allá, donde quedará registrado el obrar del hombre, luego del examen que se le realizará, sin exclusiones, en el atardecer de la vida.
 
Por ello es que me aferro a la vida, a esta maravilla de la existencia, puesto que es el presente el único tiempo, en la única temporalidad con la que se puede contar para aprovechar ideas y propósitos, que serán semillas y sustancias que nos mantendrán con vida algunos instantes más, luego del último suspiro...
 
No vivir en ese signo es abrir el inevitable portal de los olvidos, darle paso a la nada, y desaprovechar el inmenso potencial, aquietando las alas de nuestras legítimas esperanzas, en un caminar sin sueños...
   

viernes, 10 de junio de 2016

CUANDO LO DESEADO NOS PARECE INCOMPRENSIBLE...

Muchas veces lo he comprobado en el largo vivir, al sentir los fuertes latigazos cuando el dolor llega al alma...
 
Esta vez ocurrió con el fallecimiento de una amiga, pero no solamente ante una situación límite como esa siento los sacudones del sufrimiento, en el incomprensible momento que es casi una paradoja, justamente, porque quienes creemos que la vida es un tránsito, una larga y dura prueba en la que nos tenemos que merecer la conquista de un más allá en la plenitud de la gloria, igualmente el dolor nos hace temblar...
 
Pero hay otras circunstancias con las cuales se marchita la vida, y despiertan en mí rebeldías que dejan dolorosas huellas, cicatrices que aunque no se vean, duelen..., cuando el dolor llega al alma.
 
La vida del hombre es una maravilla de la creación con su indefinible potencial, con esa compleja simbiosis (entre cuerpo y espíritu) repleta de laberintos todavía no resueltos, pero que no niegan la existencia singular en cada uno de nosotros, de poseer recuerdos, realización, silencios, misterios, materias pendientes, cicatrices, sueños insatisfechos, desvíos y derroches escondidos en algún rincón del alma ...
 
No todos procesamos de igual forma el universo de nuestro ser, ni nuestro caminar por la vida. Pero hay un factor común, no pasamos por el largo desierto sin dolor, sin sacrificios, sin pagar el precio por la conquista de un destino.
 
Y esto es válido para todos, para creyentes que se arrodillan ante el altar de su fe, y para quienes carecen de ella..
 
Para la amiga que partió hacia el destino deseado, y para quienes seguimos caminando paso a paso aproximándonos con la inmensa carga del sufrimiento por su ausencia( incomprensible pero cierta para quienes tenemos fe), cuando el dolor llega al alma...
 
 
 


domingo, 5 de junio de 2016

NIEGO Y RENIEGO DE TODO VERTICALISMO INSENSATO...

Anoche soñé con este título, y hoy procedo a su registro. Como me ha ocurrido tantas veces, llevo a mis noches temas vigentes del cotidiano vivir.
 
Y es así, porque a mí me han enseñado desde temprana edad (para que luego yo lo ratificara con mi crecimiento personal), que ninguna prepotencia pueda llegar a doblegarme ni apagar mis rebeldías, ante ningún verticalismo insensato, venga de donde venga...
 
¡Mi propia vida ha sido un vivo testimonio de ello, y vaya que he tenido que enfrentarme a situaciones que lo prueban!
 
Por un verticalismo insensato, me estafaron la vocación a la que desde mi niñez me orienté, y cuando alguien intentó una reparación (esto ya lo he relatado en alguno de mis libros), me planté firme y me negué, porque no acepté ni aceptaré oportunidades "a dedo" más allá de que hayan estado bien inspiradas, sino aquellas por las que puedo acceder por la puerta grande y para una legítima conquista, así me causen sufrimientos por los que me he quedado en su momento, hasta sin lágrimas para llorar...
 
Por un verticalismo insensato, estoy seguro que me hubiera costado la vida, porque mi naturaleza se hubiera negado a la orden de matarnos entre hermanos, si yo hubiera sido oficial de carrera en la época de la dictadura militar que asoló a mi país al mando de una superioridad equivocada, pero la Causalidad me apartó sabiamente, manteniéndome la vida que me han dado gratuitamente, para otros fines.
 
Ahora tengo ya un  largo vivir, y con más razón todavía, me aferro a rebeldías en inclaudicable lucha por la dignidad del hombre, y por ello, me exijo no perder la memoria en cuanto a agradecer lo que me han dado, además de la vida, con el coraje para no claudicar, para no arrugarme ante ninguna prepotencia, a no dejarme arriar por ningún poncho, para que no me pisoteen botas manchadas de barro, ni gritos destemplados, ni gente con la osadía de quererme comprar, insultándome todos ellos, con el verticalismo de su poder, y no sólo el militar, sino otros teñidos también de infamias insensatas...
 
Lo viví a finales de la década del 50 y primeros años del 60, en mis once años como funcionario bancario, cuando a los cuatro años de antigüedad ya tuve mi primer ascenso a subjefe (entonces ello ocurría en el entorno de los 10/12 años), y ello me permitió acceder a los sectores de la superioridad en donde comprobé comportamientos que yo rechazaba, expresé mis discordancias y también me di cuenta que no prosperaría en esos circuitos financieros tan repletos de verticalismos sin alma.
 
Y tomé distancia de ellos para dedicarme a mi profesión, lejos muy lejos, de esas escenas repletas de letras chicas que nadie lee, pero que todos firman..., que nutren un verticalismo voraz, hambriento de usura que nadie controla ni  se muestra dispuesto a frenar...
 
También me enfrenté y lo seguiré haciendo, al verticalismo de la mezquindad, de la mentira, de la soberbia, insensatos todos,  como el de la subestimación, el de los olvidos, y todos aquellos que vienen al amparo  de "relucientes envolturas engañosas" y no son otra cosa que verticalismos insensatos repletos de cálculos ofensivos,  ambiciones sin límites, explotaciones mafiosas, intolerancias, terror, que se llevan por delante la vida y las esperanzas de tanta gente...
 
Ni qué hablar del verticalismo insensato de la corrupción de aquellos que se olvidan que no son más que servidores públicos, a quienes se les paga el sueldo para lo que debería ser un verdadero apostolado, y se adueñan de un espacio de poder confiados en una impunidad que los protegerá por siempre. Pero se les termina, van cayendo poco a poco en sus propias trampas.
 
Y las dictaduras, las dinastías, ¿qué son, sino verticalismos insensatos, de poderes piramidales que se endilgan la legitimidad de disponer de vidas y derechos a su antojo...?
 
¿Y el verticalismo de la globalización, qué es sino otro de los tantos medios de manipulación insensata que nutre al materialismo reinante y nos priva de una espiritualidad cada vez más endeble y ausente?
 
Para qué seguir, sería muy larga la lista de hipocresías y cinismos que nos estafan las esperanzas...
 
Yo seguiré soñando en el poder del amor, para combatir tantas infamias...
 
 

EN ARAS DE "UN VOLVER A VIVIR..."

Todos  sabemos que nos llegará el momento de partir..., pero en general podemos vivir sin sentir la perversa carga de la proximidad de la muerte.
 
Ignorar cuándo, cómo y dónde nos soslaya el final existencial..., pero saberlo y sentir el cercano e irremediable término de la vida en el "ahora fatal" de nuestro último suspiro, es un trance muy duro para quienes no están preparados para dar un paso más en ese tremendo repecho que a todos se nos pondrá adelante en el atardecer de la vida...
 
No quiero ni imaginarme lo que esa situación límite, debe ser para los "realistas" que no se atreven ni a soñar, y que han vivido su vida pregonando que todo se termina allí, en ese instante al que le sobreviene la nada..., y nada más.
 
Pero sí puedo hacerlo con íntima convicción, respecto a quienes sentimos que no todo se acaba, que hay otra vida después de la muerte, que una eternidad nos espera, que hay un renacer que se sobrepone a los olvidos..., puesto que ellos sí son las pesadas tapias de los sepulcros definitivos, vacíos, sin sustancias hasta para el más mínimo recuerdo.
 
Y esa compleja simbiosis, columnas de las convicciones en las que se apoya el sustantivo vivir, está por encima de la maravilla de la vida ( que es la oportunidad) y el don de la fe (que es su sustento), puesto que a todos se nos ha permitido ofrecer lo perdurable, y no todos hemos sido capaces de aprovechar la potencialidad de la existencia, para regar surcos nuevos, ni intentar vuelos por horizontes cuyos resplandores sigan iluminando el caminar de quienes vengan detrás...
 
De eso se trata, de sentir en el alma paz espiritual, tranquilidad de conciencia de no estar repletos de vacíos, y en cambio, llenos de certezas que no nos dejarán morir del todo, justamente por todo aquello que hemos intentado, para merecernos "un volver a vivir...", con la esperanza de una resurrección cotidiana para la que el Amor, un día nos ofreció gratuitamente la vida...
 
 
 
 

miércoles, 1 de junio de 2016

EFLUVIOS QUE INUNDAN LAS ALMAS...

Solamente pensar que a través de este blog toman contacto conmigo, cantidad de personas desde tierras tan lejanas e impensables para mí, me produce honda satisfacción, al intuir que de algún modo se identifican con mis propósitos, en un cotidiano vivir comprometido...
 
Y digo que lo intuyo, porque si bien me llegan comentarios en el mismo blog o por correo electrónico, no recibo los mismos en la misma proporción de la cantidad de gente que me honra abriendo mis entradas en este medio, desde la distancia y desde la diversidad cultural  como me lo indica la información estadística. 

Vuelvo a compartirles mi grata sorpresa, mi agradecimiento a tanta gente que no conozco y que provocan una íntima valoración de ratificación,  por una tarea que no cesará, porque el cumplimiento de defender la dignidad del hombre, es un rol irrenunciable e inacabable...

Otro tanto ocurre con mis libros (con los publicados y también con los que esperan su momento y su turno), con los que en diversos estilos, he venido volcando contenidos a ritmo de cascada imparable desde hace tantos años...

Sí, es un fluir constante y vertiginoso que no puedo detener, que sólo aparentemente está en la serena placidez del lago interior de mi alma, al que debo abrirle las compuertas para que irrumpa el registro escrito, justamente, para que la presión no derrumbe los muros de contención...

Gracias porque se me permite hacerlo, por mantener mi vida siempre en pos de nuevos intentos, detrás de resplandores en horizontes nuevos, y gracias también, a todos aquellos que se detienen en mí y en mis aportes, comentándolos o en silencio ..., que muchas veces son los que expresan más que las propias palabras...

Silencios dignos..., ecos silentes desde diversas lejanías, pero expresados con el lenguaje universal del amor, que no sabe de muros, que no entiende de fronteras, y que con sus efluvios inunda las almas, y jamás provoca naufragios...