martes, 14 de junio de 2016

CAMINAR SIN SUEÑOS, NO ES VIVIR LA PLENITUD DE LA VIDA...

Para entender el presente de cualquier realidad, es necesario tener en cuenta las circunstancias, el análisis personal honesto, el aporte del revisionismo histórico si se ha realizado con el prisma de la sensatez que permita el hallazgo de la Verdad.
 
De lo contrario, se produce el soplido desenfrenado de aquellos que fomentan el estallido de las burbujas que generan las crisis culturales,  económicas, éticas, morales, religiosas, que luego son aprovechadas por los oportunistas, o los falsos líderes populistas que prefieren los apagones colectivos para alcanzar, sin legitimidad conceptual pero valiéndose en algunos casos de validez formal, espacios de poder que de otra forma les resultaría imposible conquistar...
 
Y logran beneficios de las bondades del sistema, cuando en realidad son antisistemas que no tienen por norte primordial el bien colectivo, sino el individual, usando mecanismos de manipulación para levantar el altar de sus ideologías insensatas...
 
No es posible entender el presente del mundo, sin procesar bien su pasado con las singularidades de cada pueblo, en los cuales se ha manifestado la diversidad en la temporalidad del hombre, de aquí y de allá...
 
Solamente será en el más allá, donde quedará registrado el obrar del hombre, luego del examen que se le realizará, sin exclusiones, en el atardecer de la vida.
 
Por ello es que me aferro a la vida, a esta maravilla de la existencia, puesto que es el presente el único tiempo, en la única temporalidad con la que se puede contar para aprovechar ideas y propósitos, que serán semillas y sustancias que nos mantendrán con vida algunos instantes más, luego del último suspiro...
 
No vivir en ese signo es abrir el inevitable portal de los olvidos, darle paso a la nada, y desaprovechar el inmenso potencial, aquietando las alas de nuestras legítimas esperanzas, en un caminar sin sueños...
   

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