martes, 29 de septiembre de 2015

Cuando un amigo se va...

Hace pocas horas Vicente fue llamado desde otra dimensión.

Cuando un amigo se va queda una herida abierta, llora el alma más allá de que algunas veces las lágrimas no aparezcan inundando el lago de nuestros ojos.

Son las heridas del alma precisamente, las que más duelen y más demoran en cicatrizar.

Nos quedan truncas muchas cosas pero también la certeza de saber que seguirá estando junto a nosotros un "elegido" de nuestra sensibilidad, a quien le dimos un espacio en nuestros corazones con el consuelo de haberle transmitido lo mucho que lo hemos querido.

Vicente lo sabía, porque nos hemos dado recíprocamente una sincera amistad, que es una forma de amar...

"Cuando un amigo se va..., queda un espacio vacío..., que no lo  puede llenar..., la llegada  de otro amigo", porque cada ser es único e irrepetible.

 Vicente, nos cultivamos recíprocamente en el largo caminar por los senderos camarmeños, antes, durante y después de que tu perrita ya no pudo más con su vida, y aprovechamos tu enorme memoria del ayer, que un día te hizo decirme, allí parados los dos a un costado del cementerio:. "allí..., allí fusilaron a mi padre junto a trece personas más cuando yo era un niño..." Y  yo te sorprendí cuando te interrumpí diciéndote: "Historias no olvidadas...", así se llamará el libro en el que recogeremos primordialmente tu hondo decir...

No lo esperabas, amigo, ni yo mismo lo sabía cuando de pronto desde el fondo de mi alma surgió la idea de la que alcanzaste a ver los primeros diez capítulos de los veintitrés  que están escritos, que luego se enlentecieron cuando tu memoria se adormeció en parte y tus problemas de salud fueron apareciendo...

Pero tenías esa esperanza, necesitabas contar las historias que estaban en tu corazón, y yo al comprobarlo me volqué al intento que quedó trunco también por otras razones entre las que estaba esperar la ocasión para que la gente de Francia, tu madrina y su esposo ya fallecidos y luego la hija de tu madrina pudieran venir para poder completar esos relatos, a los que yo agregué algunos míos pero siempre dándote el espacio principal como primer protagonista de esas historias, esforzándome mucho por extraer las sustancias y sintetizar tu hablar incansable, que mantuviste hasta el fin, aún reiterándote y enredándote aunque no te dieras cuenta... Y yo tratando de extraer lo nuevo de los tiempos viejos, que ya últimamente me costaba mucho clarificar.

Nos has honrado con tu amistad más que demostrada, que te hemos devuelto con honda reciprocidad desde nuestros corazones, amigo querido, y ten la seguridad de que tus hijas recibirán esas historias que juntos fuimos construyendo con elevada grandeza...

Tu alma ya estará preparando la parcela allá en lo alto, en la que te volverás a encontrar con tus seres queridos. No habrá malezas en esa parcela hacia la que te nos has anticipado en la partida, tampoco zarzales espinosos, ni trampas como las hay en las selvas de la vida, que fuiste sabiendo esquivar en tu largo vivir...

Hasta el reencuentro amigo, y ríe allá en compensación gozosa de los dolores y sacrificios que has soportado acá en el transitar, porque te has ganado esa dicha eterna atravesando el árido desierto y las duras cuestas de la existencia.

Cuando un amigo se va..., queda un espacio vacío, pero permanece la hoguera encendida de una Verdad sin distancias repleta de contenidos que nos dejaste, y un resplandor que no muere como un faro que nos impedirá los naufragios del alma sin olvidos para ti...


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domingo, 27 de septiembre de 2015

Desde que era un niño...

La vida y sus circunstancias me han llevado a un caminar en el que inevitablemente, tuve que ir venciendo y despejando los obstáculos mientras iba modelando el ser en la forja ardiente de las exigencias, desde que era un niño...

Claro, influyeron los dones recibidos , los marcos de conducta que los míos me marcaron ante los que me inclino reverente dando gracias y mi propia naturaleza, para que al fin se fuera modelando un ser aguantador, tesonero, sufrido, rebelde, simple y sencillo pero que con indomable determinación pudiera responder siempre y mientras viva  a cada golpe, con un intento más...

Aprendí tempranamente a no achicarme, a no dejarle espacios libres a los complejos, a no temerle a los atropellos vengan de donde vengan.

Porque a mí me enseñaron a sobreponerme a las injusticias de los soberbios y como dice la letra del tango aunque exagerando un poco en mi concepto :

"Yo he nacido en un ambiente de muchachos calaveras,
entre guapos y malandras me hice fuerte pa tallar.
He vivido sin dar piques en bulines y carpetas,
me enseñaron a ser guapo, muchos guapos de verdad...

No me gustan los boliches que las copas charlan mucho,
yo acostumbro a escuchar mucho nunca fui conversador...
Yo conozco muchos hombres que eran guapos y eran duchos,
y en la cruz de cuatro copas se ligaron un garrón...

No me gusta avivar giles que al final se vuelven contras,
y aprendí desde purrete que el que nace calavera,
no se tuerce con la mala ni tampoco es batidor.

Yo nunca fui susheta de pinta y fulería,
y sé lo que es jugarse la suerte a una baraja
si es que hay un metejón, no escucho ese chamuyo fulero y confidente
de aquellos que se sienten amigos de ocasión...

Yo soy de aquellas horas...,
de minas seguidoras, de mozas bien plantadas,
tallando tras cartón...

Lo reitero, un texto un tanto exagerado en un lunfardo de otra época, pero que contiene algunos conceptos con los que estoy de acuerdo y por ello los comparto, dado que en algún grado me topé con ese ambiente, porque es verdad que entonces y desde que era un niño me inculcaron que me tenía que defender y no tenerle miedo a nadie, porque tanto yo como los míos tuvimos que vivir en una sociedad hostil producto de la singularidad de una época, más agresiva con quienes habíamos llegado de tierra adentro buscando nuevos horizontes y con el peso enorme de pérdidas vitales en nuestras vidas y por ello cargando la pesada cruz del dolor.

Pero así se aprende. Había que subsistir y por ello me inculcaron muchas cosas que a lo largo de la vida y ya con prudente y madura consideración, me han resultado sumamente útiles para enfrentar las afrentas y los golpes ( muchos a traición de tantos mediocres) con los que me fui encontrando en el largo caminar.

No les mandé decir nada, siempre les expresé frontalmente lo que sentía y las verdades que defendía para no dejarme humillar. Por supuesto que tengo muchas cicatrices que me ha dejado el vivir, pero las que más duelen no se ven, están adentro en el fondo del alma...

Pero otros no provenían de mediocres, sino de seres con espíritus mezquinos que, más allá de ser capaces hacían "gala" de un cinismo cargado de soberbia porque no aceptaban que se les dijera lo que no querían oír... Y eso ocurre cuando hay gente que se moja y no se arrodilla ante cualquier altar y mucho menos ante los pedestales del "poder y del tener" que ellos mismos se fabrican para treparse y lucirse, pero que no todos les reconocemos, desde el humilde coraje que nos brinda la Verdad.

Todo eso te prepara y te va entrenando más y mejor para la difícil contienda, y al llegar a esta altura de la vida ya con tantos años a cuesta, me ratifica que es desde el dolor, el aguante, las carencias y los sufrimientos como mejor te formas para que no te doblan el lomo los latigazos de la existencia si desde el alma no lo permites.

Es verdad, se hace huella al andar, sin necesidad de andar haciendo ostentación de nada, y solamente se logra desde la sencillez, desde el rumbo del buen vivir, porque para ello no se necesita poder ni riqueza, ni cantar falsas guapezas. Alcanza con la generosa entrega del ser cuando no te reservas nada porque te olvidas de ti, dado que se recibirá en proporción directa con lo que se ha dado...

Esas huellas no se borran así nomás, perduran, como el amor se sobrepone al fin desde el corazón del hombre que no se rinde nunca porque cuenta con la legitimidad que nadie podrá arrebatarle nunca.

Y esto es válido para creyentes o no, puesto que nadie tiene el patrimonio exclusivo de La Verdad por sus ideas religiosas, sino por sus actos que son por los que cada quien será reconocido...








miércoles, 23 de septiembre de 2015

La Verdad que nos hace libres...

En todos los intentos que encaro, prefiero la sencillez de pasar desapercibido.

Nada he procurado nunca para que ese condimento benigno se ahuyente de mí, porque sería falsear mi propia naturaleza.

Y son muchos los propósitos que abordo en cada acontecer cotidiano en los que ninguna tentación puede manifestarse, pasándole por encima a mi determinación. Ya bastante tengo con mis naturales fragilidades, como para andar expuesto a las derivas que no tienen otro destino que dejarme atrapado y con mi libertad herida...

No necesito disfrazarme con apariencias, a nadie debo convencer dejando de ser fiel a los designios que orientan mi vida, ni para aparentar lo que no soy, ni para la vanagloria que suele ser torpe y engañadora para quienes caen en sus trampas prisioneros ya de sí mismos.

Si algún resplandor se alcanza, deja que otros lleguen a reconocerlo para que sea legítimo. No está bien auto encumbrarse a ningún pedestal cuando la sencilla virtud nos enseña todo lo contrario.

No se nos ha dado la vida para lucimientos de nuestra vanidad, ni para que las luminarias del terminen por descubrir al fin, las falsedades que se esconden tras los revoques frágiles que terminan siempre desprendiéndose para que aflore la Verdad con todo su esplendor...

Así de simple y de sencillo es el desafío que se nos plantea para no torcer el rumbo del amor, el único sendero por el que se puede conservar con plenitud la Verdad que nos hace libres.



   

sábado, 19 de septiembre de 2015

Ante nuevos golpes, más respuestas...

Aprendí tempranamente en las aulas de la vida, una de las lecciones más útiles para el largo y dificultoso caminar.

Si es que es preciso atravesar el árido desierto, a él debemos llegar debidamente entrenados para no quedar por el camino para que te tengan lástima por tu propia claudicación.

Se nos ha dado el don maravilloso de la vida y la actitud no puede ser otra que ante nuevos golpes, más respuestas...

Es la única forma de poder alcanzar el destino de dejar atrás los avatares que enlentecen y terminan por frenar los intentos de no anclarte, porque las pruebas son duras y se suceden para que el universo interior se multiplique con los electros de fuerza a que te somete la existencia.

Allí está justamente el punto crítico, en superar los obstáculos, las trampas que te van poniendo, las mentiras que te mienten, las falsedades que pretenden confundirte, con los oscurantismos que te pueden hacer tropezar y los palos en las ruedas que te ponen los que siempre están por allí para aprovecharse  para que quedes a merced de las tempestades y los naufragios...

En la eterna contienda entre el bien y el mal, es imprescindible que aflore lo esencial que está en el eterno presente del amor, cuyo resplandor nos guiará siempre para superar las tinieblas que nos liberarán de los remolinos que pretendan engullirnos hacia los bajo fondos donde reina la oscuridad.

Siempre tenemos que mantener las esperanzas puestas en un despertar cotidiano, y no dejarnos doblegar por nuestras propias debilidades, de lo contrario los nuevos golpes nos derribarán y nos iremos enterrando en las arenas movedizas donde sucumben los que se niegan respuestas y esperanzas...

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Compañero de mis noches...

"Ven payaso buen amigo compañero de mis noches, ven y siéntate en mi mesa si te quieres embriagar, que si tú tienes tus penas yo también tengo las mías..., y el champán hace olvidar"

"Ríe, tu risa me contagia con la divina magia de tu gracia sin par..., bebamos juntos bebamos porque quiero con todo este dinero, hacer mi carnaval..."

"Ríe, payaso buen amigo, no llores que hay testigos que ignoran tu pesar..., seca tu llanto y ríe con alborozo, a ver, ¡pronto, eche mozo!, sírvanos más champán..."

En forma recurrente vuelve a mí la letra de esa canción en la que se le reclama: "Ríe payaso" a quien tantas veces lo hace arrastrando sus penas que disimula con muecas que ocultan sus dolores, sus penas por esperanzas insatisfechas.

Muchas veces dialogo con él que me acompaña en mis noches sin sueño en las que proceso con mis sueños la realidad cotidiana y los pesares que se me puedan aproximar.

Pero intento apartarlos de mí haciéndoles una "mueca exagerada..." para que no logren desviarme del sendero en el que tantas veces me he reído, pero de mí, justamente porque es necesario hacerlo para no confundirnos al caer en el error de sobrevalorar algún aspecto producto de alguna tentación...

No debemos permitirnos la falacia de olvidar que nada somos si no se nos da lo más valioso, si no se nos ilumina desde arriba, si negamos cuanto se espera de nosotros receptores del don gratuito de la vida  para darnos a nuestros semejantes en todos esos declinantes momentos en que confundidos nos  abandonamos en desvíos  sin destino, olvidando que no nos pertenece la existencia, si lo pensamos bien.

Por eso es que en lo personal suplico mirando hacia arriba: ahuyenta mis tristezas para que no estorben mis sueños...,  no me abandonen las esperanzas y mis pobres alas se fortalezcan para alcanzar con alta perspectiva, los mejores atajos que me puedan conducir al destino deseado, aunque sea paso a paso aproximándome mientras voy superando el duro repecho de la existencia.







lunes, 14 de septiembre de 2015

Allí estaré por siempre...

Muchos saben ya que no soy muy amante de las diversas redes  de comunicación vigentes en la sociedad moderna, porque en el acierto o en el error, me aferro a expresarme:

*)con los libros que se me ha permitido culminar que gracias a Dios son unos cuantos ( siete ensayos, los diez tomos de Misceláneas del Alma, ocho novelas, dos producciones en curso),

*)este blog,

*los correos electrónicos, 

*y los demás "llamados"  hacia los que presuroso acudo porque mi naturaleza así me lo propone, y por ello, ya no me queda mucho tiempo para más..., sin omitir mis ritmos de lectura y búsquedas en internet para aprender siempre y elevarme con el vuelo que pueda alcanzar con mis pobres alas...

Vivo dando gracias al no tener tiempo para aburrirme..., y de ese modo no me expongo erróneamente.

Entonces es comprensible que quienes se conectan conmigo lo hagan por la vía de correos electrónicos y no figuren como "seguidores" en este caso de mi blog.

Como todos, tengo mis ideas y mis hábitos, para seguir el rumbo que me indican mis sueños que por otra parte son esenciales en mi caminar...

Ahora mismo estoy aplicado a una tarea que postergué durante muchos años, y es la de continuar difundiendo mi producción escrita, porque he logrado entender que para compartirla la he encarado y no para tenerla atesorada en el taller de mi alma, en el que me encierro con en mis noches sin sueño pero pobladas de sueños.

Claro, lucho en forma constante con mis ansiedades al ver cómo esperan turno y su tiempo los demás títulos que todavía no han visto la luz de la difusión.

El 21 de octubre presentaré otra novela: VERS L¨ESPOIR...- HACIA LA ESPERANZA... concebida en los años 2009/2010 cuyo contenido a mi modesto entender tiene plena vigencia y estaré otra vez acompañado y honrado por el académico doctor José Antonio Pascual Rodríguez, vicedirector de la Real Academia Española que la presentará, otros académicos de esa Corporación, docentes universitarios, y vecinos, amigos, familia, que me emocionarán con su presencia, porque seguro estoy que sentiré los golpetazos en el lado de la zurda como ha ocurrido otras veces.

Siento que es un verdadero privilegio poder hacerlo y lo valoro como corresponde, pero desde mi sencillez que no admite que me perturben las tonterías que no conducen a ningún destino, dado que estoy convencido que cumplo con la misión a la que me he aferrado de compartir lo hecho por amor, porque sí, sin esperar nada a cambio con un obrar coherente con el decir, ante el imperio del "nosotros" ante el "yo" que no podrá nunca jamás hacerme prisionero de la mediocridad ni la mezquindad...

Siento también, que nunca en mi vida he sido tan libre que cuando el don de la fe se manifestó en mis entrañas y me transformó, para vivir haciendo pactos con la Providencia que me ha "dictado" los contenidos más valiosos y me ha permitido construir historias mezclando ficciones con realidades en las que me involucré comprometido como protagonista, justamente, para ir siempre "hacia la esperanza...", soplando fuerte para que los nubarrones de este mundo  no continúen empalideciendo la dignidad de los más..., que son quienes más me convocan.

El 22/1/1975 empecé a escribir dándole registro a mi sentir y ya no pude detener más mi pasión por la escritura, es decir, muchos pero mucho años antes de que se plasmara mi conversión que fue  en 9/2001 cuando recién pude entender el don que se me ofrecía como gratuitamente me han dado la vida.

Y al comprobar mi desbloqueo por mis vacíos, con la certeza de haber vivido la mayor parte de mi vida en total coherencia con la fe, fue que me propuse cavar las trincheras que no he de abandonar mientras un hálito de vida me sea concedido.

No soy más que un mero portador de un resplandor que no es mío, apenas un mensajero que ayudo manteniéndome al servicio de la Verdad en favor de mis semejantes, sean creyentes o no, que después de todo tienen como yo el legítimo derecho de pensar como lo sientan.

Y a mi modo, con mi modesto alcance, procuro agregarle estrofas nuevas al canto del amor...

Y en eso o allí estaré por siempre.






viernes, 11 de septiembre de 2015

Desde los llanos de la sencillez y la humildad...

Hay que vivir en guardia, qué lamentable, ante el embate de los soberbios que siguen subestimando a los que somos más aunque tengamos menos de todo eso que para ellos es el éxito dinerario y el adjudicarse derechos que no conquistan con sus actos.

El "tener" para ellos es sinónimo de un "poder" que los más no les reconocemos, por esa certeza de que por su obrar y no por su decir, es que serán reconocidos...

No se trata de hablar solamente y todavía hacerlo en forma solapada, sembrando sospechas, sin ir de frente, dictando cátedras y magisterios como si fueran dueños de la verdad, porque La Verdad, justamente actúa de otra forma más sencilla, más humilde, más honesta, y no con las malas intenciones que provienen de corazones perturbados que no logran elevarse con  conductas generosas, aunque se esmeren en engañosas apariencias que ya no engañan a nadie.

En los llanos de la sencillez y la humildad, residen seres con coraje que no se valoran por lo que tienen sino por lo que sienten y transforman en un obrar que no alimenta la primacía del "yo" sino que se ofrecen al "nosotros" con caridad que a veces roza los límites del desprendimiento.

Y esa actitud que surge de corazones sin confusiones ni mezquindades, les legitima la mirada que hacen a esas "cúspides" de los que se creen elegidos y no lo son pero que andan por ahí dando consejos que nadie les pide, o juzgando conductas cuando no son capaces de reflexionar sobre las suyas para enmendar extraños e insensibles procederes.

Lo bueno y lo malo nacen del corazón del hombre, en base al libre albedrío que nos han dado como nos han regalado la vida...

Me cuesta mucho esta entrega, porque le estoy poniendo frenos a mi naturaleza por un ejercicio de prudencia al que no he de renunciar, para que no se cuelen las broncas que me producen ciertos comportamientos del hombre.

Pero de algún modo hay que enfrentarlos y hacerles saber que no engañan a los más muy fácilmente, porque no olvidamos a quienes serán despedidos vacíos dado que nadie se escapará del juicio final cuando a todos nos llegue el atardecer..., y tengamos que rendir cuentas del amor que hemos dado, negado o simulado.

Que cada quien se ubique en la escena cotidiana, según el coraje que les legitima el amor.







jueves, 10 de septiembre de 2015

No me lo permito...

Simplemente, no me lo permito. Yo no conjugo ni llevo a la acción algunos verbos, porque mi naturaleza los rechaza.

Y no se trata de ponerme el cascabel del ejemplo ni tampoco darle consejos gratuitos a nadie, faltaba más..., que a esta altura de mi vida yo me constituyera en esclavo de tamaña tontería.

Se trata sí, de compartir algunas de las tantas cosas que me han sido muy útiles para no ponerme un ancla ni permitir que las sombras de la  mediocridad perturbaran mi existencia...

Fingir o envidiar, por poner algún ejemplo, no caben en mí.

Claudicar, tampoco. Calcular para dar..., mucho menos

No entro fácilmente en el juego sucio y mezquino de engañar a nadie cuando por el contrario, ser seriamente frontal me ha llevado a tener grandes encontronazos en la vida, y en similares circunstancias si tuviera que enfrentarme a ellas, actuaría del mismo modo que gracias a Dios, me apartó de ejemplares que no andaban por los senderos de mi caminar...

La enfermedad de la envidia no encontró huecos en mi universo interior, dado que yo no ambiciono más riquezas que aquellas que me han sido dadas que por supuesto son las más valiosas como para custodiarlas donde se guardan los intangibles del alma, y que precisamente por ello no son materiales por cierto. Además con el agregado de algunas que a fuego forjé, serán la herencia que les dejaré a los míos envueltas con papel de sencilla humildad.

De los soberbios no me ocupo, porque ellos mismos ya se han condenado y por eso..., tienen bastante con ser despedidos vacíos..., que eso de por sí ya les retuerce la mezquindad que tienen enquistada con sus posturas sin alma.

Claudicar, calcular, especular..., no me lo permito. Yo me aferro a conquistar mi destino paso a paso aproximándome a él como puedo, pero sin detenerme, sin cruzarme de brazos, y conjugar sí el verbo que está por encima de todos, que es amar..., sin condiciones, sin esperar nada a cambio, solamente al sentirlo porque sí..., sin otra razón por la que conjugo también el verbo orar desde un mandato que me viene del alma, y todo eso todavía dando gracias setenta veces siete...

Esas certezas esenciales no necesitan ser demostradas con la razón, son axiomas del alma como lo he reiterado más de una vez para aferrarme al "no me lo permito" que le pone límites y frenos a mis fragilidades que tanto me esmero en controlar para que ninguna confusión me aparte del rumbo hacia el que empecinado busco cada día horizontes con nuevos resplandores.

Eso sí me lo permito, pero las otras tonterías que se sacuden en el remolino de las flaquezas humanas de este mundo materialista que conjuga los verbos en los tiempos del consumismo y el mercado, esos..., esos no me los permito, porque no podría vivir en el vacío sin espiritualidad, sin sentimientos, sin fraternidad ni solidaridad, sin someterme al rigor ético y moral que me convoca...






martes, 8 de septiembre de 2015

En el repecho final...

Podrá parecer una situación extrema, una fatalidad, como un martirio, la desesperanza que nos envuelve, porque "eso" que esperamos, si se quiere una de nuestras mayores apuestas por la que nos vamos dejando la vida, no se concreta para nuestro padecer.

Pero omitimos algo que es esencial, y es que sin darnos cuenta no sabemos mucho sobre los remolinos de la causalidad, los que tantas veces se mueven con sentidos y tiempos que no son los nuestros, también, por razones que no están a nuestro alcance entender...

Pero hay que seguir dejando la vida, hay que continuar transpirando la existencia, hay que caminar y caminar empapando la camiseta con nuestra determinación a cuestas sin dejarnos vencer por las dificultades, porque siempre nos estarán mirando y poniendo a prueba, justamente esperando de nosotros el resplandor de la mejor diligencia, la postura más sensata, el hacer más profundo, enmendando desaciertos hasta ponernos en el repecho final por cuanto debamos conquistar.

Es no darnos por vencidos si es que no vamos detrás de caprichos insensatos. Pero si lo hemos meditado con responsabilidad, si nuestra proa está en los sueños fundados de nuestras esperanzas, si optamos por programas sobre bases sostenibles, es menester que le pasemos por encima a las trabas circunstanciales y mantener el rumbo ajustando en cada momento nuestro accionar, hasta que el resplandor de la Verdad nos premie el esfuerzo, el sudor, y hasta las lágrimas..., en el empinado repecho.




sábado, 5 de septiembre de 2015

La gente siempre habla...

Con motivos o sin ellos en general, la gente siempre habla...

Tenemos que saberlo y comprenderlo aunque no siempre lo compartamos, pero lo usual es que te miren por fuera sin saber lo que está adentro, la verdad misma y no las apariencias que suelen ser engañosas.

En el universo interior de cada quien, allí donde el alma no necesita de espejos para acicalar las apariencias, es donde se resuelven las constantes que regulan la existencia de cada individuo.

Allí es donde se procesan los valores esenciales que le ponen rumbos a las conductas, donde se determinan los propósitos, se seleccionan los senderos en procura de las metas que cada quien entienda para sus vidas.

Y es justamente allí, donde la gente no interfiere, donde los demás (los de afuera) no cuentan, pero igualmente opinan, hablan porque es gratis hacerlo para alimentar los sinsentidos de las críticas sin fundamento, las palabras sin alma, las calificaciones injustas y tendenciosas que tanto mal le hacen a la convivencia fraterna...

Lo dicho, comentan lo de afuera, la epidermis del ser, pero ignoran lo más valioso, lo intocable, lo que está oculto e inalcanzable porque no se deja ni siquiera rozar por palabras vanas o intenciones que no son constructivas...

Solamente el amor y la amistad que es una forma de amar, suelen conducirnos a la Verdad que está detrás de cada individuo para que florezca lo esencial.