jueves, 21 de enero de 2010

No se amolden al tiempo presente...

Me aparto hoy de los pantallazos que he venido registrando de uno de mis libros:"Vers l´espoir..." ("Hacia la esperanza...") para referirme a la publicación en Montevideo-Uruguay, de la Tesis con la que el sacerdote y amigo Paul Dabezíes Antía logró su Doctorado en Teología, a la que tituló:"No se amolden al tiempo presente"
Con este más que sugestivo título, que me place difundir y recomendar su lectura, figura su indiscutivo y extensísimo trabajo como resultado de una profunda investigación, no sólo sobre la opinión y conducta de los Obispos en períodos determinados en el Uruguay, sino también de un incuestionable valor histórico abordando con sencillez, sensibilidad y coraje, los años duros de la dictadura militar, sin apartarse un ápice de los valores cristianos y morales sobre los aspectos en los que se pronunció como hombre, como sacerdote, fiel a principios irrenunciables.
Traigo a colación su Tesis cuya recomendación reitero, como reafirmación y testimonio concluyente de que él también lucha y deja huellas imborrables en su constante aproximación hacia la esperanza (vers l´espoir), sendas que humildemente yo también recorro con el propósito de mantener encendida una llama que ilumine a los hombres, porque tengo fe en el hombre nuevo para la vida nueva, cuyo resplandor tiene que ahuyentar las sombras que opacan este presente, ante injusticias y olvidos que nos avergüenzan.
Paul no necesita de mí para resaltar sus valores naturales, simplemente lo hago para sumarme a la misión de transformar este mundo que hemos hecho, alertando a los adormecidos y sacudiendo con la denuncia a tantos que se creen que el éxito está en el tener y el poder, cuando la verdad está en el sentir, en el dar, en el amor, sin dejarse enajenar por esta salvaje globalización materialista que a tantos ha cautivado.

miércoles, 20 de enero de 2010

Un engranaje más en el puzzle de la noche...

De: "Vers l´espoir..." ("Hacia la esperanza..")

Todo un engranaje de piezas que encajan en el puzzle de la noche, previsibles jaques mate siniestros de consecuencias que van fulminando la vida de mucha gente.
La noche de botellón, una más, en la que algunos van más allá de la natural diversión, desprendiéndose de sí mismos para facilitar que aúlle la bestia que tienen adentro y se precipiten las locuras que llevan enquistadas en sus entrañas, para nada contenidas, tampoco santas, y sin duda recriminadas por la sensatez.
De las noches de hoy serán los días de mañana. Y de esa forma se va amalgamando este presente insensato que muchos viven y fuerzan a otros a vivir, por no ponerle frenos a sus caprichos.