lunes, 29 de junio de 2015

Se ven caras pero no corazones...

Uno al vivir va agudizando sus percepciones, en la medida en que los roles se afirman y los sentimientos hacen alianzas con el sentido común que reside en la sencillez.
 
No hay que dar muchas vueltas para concluir que en general abundan las situaciones en las que se ven caras, pero no corazones.
 
Hay verdaderos expertos en ejercicios de simulación, que se esfuerzan en "quedar bien" y no alcanzan a comprender que se les descubre con facilidad su teatralidad porque no pueden evitar que los velos de sus apariencias se abran a la menor brisa que sople, o que alguna circunstancia los ponga a prueba..
 
La espontánea y sencilla Verdad se demuestra en los pequeños actos cotidianos, esos que no necesitan de escenarios donde actuar, ni que se levanten los telones de la figuración sin reales contenidos.
 
Se ha escrito mucho sobre la hipocresía, pero igualmente se insiste en agregarle más renglones al ya pesado texto de la falsedad que con tinta casi indeleble deja rastros que no ocultan aquello de que se ven caras y no corazones...
 
Muchas sombras tóxicas nutren el oscuro manto que por encima se interpone para que la luz de la Verdad nos llegue con todo su esplender, pero al fin nos llega al actuar el cernidor donde se filtra lo perdurable para que se manifieste la firmeza sobre la roca dura e indestructible del amor sin tapujos aparentes...
 


domingo, 28 de junio de 2015

De cualquier forma porque reina el "todo vale..."

No es que surjan rupturas generacionales, hay inmensas brechas conceptuales que no es lo mismo, entre quienes discrepan frente a conductas reprobables.

Fundamentalmente los jóvenes (y los no tan jóvenes también), pretenden demostrarnos que ellos son los verdaderos protagonistas del cambio liberador.
 
Por ello han instaurado el reinado del "todo vale" de algunos frente a los límites de otros.

Pero se olvidan que está el sentido común frente a la desvergüenza, para que la desfachatez y el desenfado se enfrenten a la cordura y el respeto.
 
Y de todo ello se aprovechan los que siempre andan hurgando allí donde las fragilidades sin inocencias le abren las puertas a los explotadores y oportunistas de siempre que constantemente viven como fieras al acecho...
 
De cualquier forma no, el "todo vale" tampoco, puesto que ya les llegará el tiempo en que tendrán que abonar el altísimo precio de montarse con irresponsable precipitación en el corcel de la manipulación premeditada y perversa en la que se cobija la sinrazón.
 
Ante esas sombras yo no me doblego ni me silencio, porque sería renunciar al programa al que asocié mi paso por la vida, en aras de un rol que justifique mi tránsito por ella sin renunciar a la conjugación responsable del verbo amar en todos sus tiempos..., que también es quererse y respetarse y no caer gratuitamente en la indignidad.
 
 
 
 
 
 
 

sábado, 27 de junio de 2015

Cuando el silencio es cobardía...

Si depende de mí jamás haré una alianza amordazando a la Verdad, cuando el silencio es cobardía...
 
Y mucho menos cuando entran en zona de riesgo quienes vienen detrás, porque sería renunciar a regarles el surco donde deben germinar sus esperanzas.
 
No hay que envolver al engaño en papeles relucientes de falsedad, para que exploten ya tarde las circunstancias que tenemos la obligación de evitar. Es cuando se insinúan los sacudones que terminarán por convertirse en pozos negros, el momento en que debe aparecer la firmeza de una firme llamada de alerta, para que nuestros jóvenes despierten del mareo conceptual al que los lleva la sangre caliente...
 
Será nuestra culpa por el dolor envolvente que después aparecerá, por omitir actuar con coraje cuando dejamos que el silencio se convierta en irresponsable cobardía..., creyendo que por sí solas las circunstancias ordenarán las turbulencias que no nos atrevimos a evitar.
 
Será un pacto diabólico permitir que se aproximen las endemias que están rondando y llenando de sombras la vida de quienes vienen detrás, y una deuda que pesará en nuestra conciencia por las omisiones que un día nuestros hijos y nietos nos señalarán...
 
Por ellos hay que mojarse siempre y desde el alma para que no nos duelan nuestras propias cobardías, ni prosperen las falacias de los silencios cómplices..., por habernos conformado con tolerancias erróneas cuando sabemos que las trampas están diseminadas y exploten con imprevisibles consecuencias.
 
Claro que tenemos responsabilidades y muy serias que terminarán por pasarnos facturas si no cumplimos como es debido, pero quienes más sufrirán serán aquellos que un día, fatalmente, nos vendrán a cobrar con precios de dolor la incomprensible actitud de no actuar cuando fue imprescindible para sus vidas.
 
No puede ser que nos doblegue el que "ahora todo vale..." y omitamos los límites en defensa de las actitudes cuya verdad no tienen tiempos..., es decir, han sido, son y serán válidas para la dignidad del hombre.
 
 

martes, 23 de junio de 2015

Guerreros indomables...

Es un don que se recibe gratuitamente, pero también se debe fortalecer en todo el tiempo de la vida, para darle dureza de roca a las columnas que sostienen el templo de un ser indomable...
 
No porque sea mi hijo sino porque se ha forjado a fuego esos valores, agregando los suyos a cuantos pueda haber recibido, y en ese andar luchando la vida sin renunciamientos está la plena justificación de estar siempre a su lado, porque nos enorgullece comprobar que a cada golpe responderá siempre queriendo más, esquivando las piedras que aparecen en su camino para que sus luchas en pos de sus sueños no se marchiten nunca.
 
Yo sé que los sacrificios dejan sus huellas, pero también dejan el sabor de la conquista y la fortaleza de las alas sacudidas en vuelos renovadores hacia la esperanza por horizontes dignos, que son aquellos que repletos de resplandores mantienen los propósitos de la conciencia tranquila...
 
Lo logrará estoy seguro porque se lo merece, y porque ha empapado siempre las camisetas que se ha puesto sin declinar en los duros repechos que le ha presentado la vida.
 
Lo logrará más allá de los palos en las ruedas, lo logrará mucho más allá de la soberbia y la subestimación de algunos, mucho más lejos de la perversa postura de quienes embarran los senderos para hacerle intransitable el andar a aquellos que por algo y por mucho, son guerreros indomables...

lunes, 22 de junio de 2015

Yo sé de donde vengo...

Siempre lo supe, nunca me han confundido mis orígenes y mis raíces todavía están prendidas mucho más allá de las distancias...

Yo sé de donde vengo y también sé la savia que bebí, que me nutrió por dentro, que fortaleció las fibras de mis entrañas.

Yo no tuve lo que comúnmente todos tienen, porque las circunstancias todavía incomprensibles para mí, arrancaron de mi vida a mi madre cuando yo tenía apenas veinte meses.

Pero tuve otros amores: un padre adorado, otra madre cuando tenía seis años, nuevos abuelos, la  llegada de dos hermanos, familia multiplicada de afectos que me colmaron de amor y me volcaron valores a partir de los cuales fui construyendo paso a paso mi existencia, como pude, a partir de carencias vitales casi al llegar a la vida.
 
El sacrificio y los desprendimientos le han puesto una marca imborrable a mi vida.
 
Viví casi sesenta y cinco años en apariencia sin fe, poderosas razones influyeron en mí para negar y bloquear lo que luego fue una esencial certeza en mi ser.
 
Y cuando llegó a mi vida el verdadero amor sin buscarlo, el que por expreso mandato de La Providencia está en algún lugar siempre esperando, un ángel llegó a mi vida con Alma y se situó en mi alma, para que yo hiciera un curso de catecismo de casi cuarenta años, hasta sentir en lo profundo que la fe en el Señor había inundado mis entrañas.
 
Y todo por seguirla, por estar con ella, por asistir al rito cristiano, por sumergirme en los textos bíblicos, por ver a mis semejantes entregados a una unción que luego hice mía desde el fondo del alma.
 
Quienes me han conocido de toda una vida pueden haberse sorprendido de mi conversión, pero a mí no me extrañó, porque sentí en ese paso a paso aproximándome, que estaban desde siempre en mí esos preceptos negados y que fui asumiendo casi sin darme cuenta, hasta que llegó el día de mi definitiva conversión.
 
Así que yo sé responder a la pregunta: ¿hacia dónde voy? Porque yo sé de donde vengo..., para no tener necesidad de más razones para explicar ni demostrar mi creer sin ver..., mi absoluta adhesión a la Verdad que orienta mi existencia hasta mi destino...



 

Ganar la contienda espiritual...

Al competir solamente conmigo, intento como siempre ganar la contienda espiritual.

Para esa batalla me estoy entrenando permanentemente.
 
Se trata sencillamente de vencerme, procurando no dejar espacios vacíos en mi ser por cuyas rendijas puedan colarse células enfermizas que siempre anidan en las fragilidades.
 
No es ganar en el sentido material lo que más me inspira, sería muy mezquino aprovechar la maravilla de la vida recibida en forma gratuita, cuando tenemos por dentro y hacia adelante el inmenso caudal potencial, en un don que por amor debemos brindar sin ponerle un precio a nuestros actos.
 
Si predomina ese sesgo, seguro es que le ganaremos la gran batalla a la vida,  despejando las piedras que nos hagan tropezar, como también, derribar los muros que lo impidan.
 
Ese propósito siempre contará conmigo para darle verdadero sentido a mi paso por la vida.
 
Yo busco la superación en el buen sentido, jamás me han confundido los cálculos ni los porcentajes de rendimiento que dejen el tendal de semejantes por el camino, porque siento que ello no es ganar la porfía que legitima la Verdad...
 
No me pongo una camiseta si no estoy dispuesto a transpirarla, a jugarme por ella, a mojarme siempre en mi obrar y en el campo conceptual, para "capitalizar" los valores que me han transferido y los que me he forjado en el largo caminar.
 
La verdadera riqueza para mí es intangible, no es material, no procede de mercados perversos que lucran con procedimientos sin alma...
 
Por esa razón intento ganar la contienda espiritual...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

sábado, 20 de junio de 2015

Los errores y omisiones del hombre...

Lo podré decir de mil maneras, pero nunca será tan clara la advertencia que a todos, creyentes y no creyentes, nos ha expresado el Papa Francisco en su reciente encíclica en la que hace una profunda mirada al mundo..., poniendo en evidencia los errores y omisiones del hombre.
 
No es que solamente se haya referido al daño que le hacemos "a la casa grande que nos cobija", sino que abordó urgencias alarmantes en cuanto a los comportamientos éticos, morales, sociales, políticos, generacionales, económicos..., en fin, respecto a lo que no hemos hecho bien y el daño tremendo que causamos con nuestros propósitos y comportamientos.
 
Ha puesto al desnudo conductas impropias, que nada tienen que ver con la grandeza de reconocer cuanto se nos ha dado gratuitamente, y lo mal que hemos actuado al confundirnos con las sombras tóxicas que hemos derramado sobre nuestros semejantes al permitir que el desamor crezca sin que ejecutemos los roles esenciales para impedirlo.
 
Yo al leer la encíclica, volví a sentirme avergonzado y nuevamente interpelado. He sostenido esa certeza que acompaña mi vida y la estoy expresando y reiterando en una tarea en la que vengo transpirando el caminar, procurando alcanzar hoy lo que no he logrado hasta ayer...
 
No lo expreso para justificarme, hace muchos años que lo sé. Lo hago para reiterar que es imprescindible que crezca el número de quienes se incorporen al "ejército de salvación", cavando trincheras nuevas en donde un hombre nuevo reine al fin sobre la faz de la tierra..., para forjar una conversión religiosa, moral, ética, social, política, económica, generacional, y no nos aplasten más los testimonios de tantos semejantes sin esperanzas, y los tantos que han dejado ya sus vidas sin haber conocido otra cosa que las miserias, porque en tantos seres hayan predominado otros intereses que nada tienen que ver con la solidaridad y el amor.
 
Un llamado que requiere respuestas para roles olvidados...
 
 
 


jueves, 18 de junio de 2015

Apenas somos eso...

Aunque muchos no lo entiendan ni lo acepten, apenas somos eso..., un intento.
 
Un pequeño y casi insignificante grano de arena en el gran desierto de la vida, como es la tierra en medio del infinito universo.
 
Entonces, hay que empezar por aceptar nuestra pequeñez y no caer en el error de sobrevalorarnos, comprendiendo que podremos ser en potencia como un grano de mostaza..., según la fertilidad sobre la que desarrollemos raíces y el riego enriquecedor de la superación personal.
 
Y justamente allí estará la grandeza que podamos alcanzar, para cobijar certezas bajo la fronda de cuanto podamos conquistar.
 
Pero no nos engañemos, no nos elevaremos si nos congelamos por dentro, permitiendo que nos invadan las células enfermas del desamor, mal amigo que nos tuerce el rumbo de nuestras vidas, se nos secan las nutrientes y nos enceguece, para que caigamos sin luchar por la bajada donde desaguan los afluentes de las negaciones hasta los oscuros abismos, pero de los intentos vanos... , donde ni restos de raíces quedan para poder asirse.
 
Si apenas somos eso..., ¿cómo es posible que nos cueste tanto entender que a partir de la sencilla pequeñez se puede y se debe legitimar el vuelo hacia lo alto y mantenerlo que es lo más importante, siguiendo el ejemplo del modelo que apenas tuvo un pobre refugio para nacer?
 
Menos mal que venció a la muerte para darnos vida y enseñarnos a vencernos, a partir de nuestra naturaleza frágil, tan propensa a caer en las tentaciones que no son otra cosa que pasos inciertos hacia una vida sin destino...
 
 
 
 
 
 


miércoles, 17 de junio de 2015

Genocidas que tutelan las indiferencias más crueles...

Es muy común que no miremos hacia el costado donde tantos semejantes han recibido la vida para padecer martirios incomprensibles, que además soportan durante toda su existencia.
 
Por lo general quienes anteponen el "yo" y se olvidan del "nosotros", no piensan en los que sufren más...
 
Tampoco suelen ser el centro de su atención, quienes por diversas razones han perdido las esperanzas y claudican, ya casi sin lágrimas para poder llorar..., y se abandonan en los callejones perversos de las miserias.
 
Están también aquellos que están dispuestos a todo por buscar un resplandor, una esperanza para sus vidas, y terminan dejándola en el fondo de los mares, o desgarrados al colgarse de vallas discriminatorias que les impiden alcanzar derechos esenciales que en sus tierras se les niega...
 
En este mundo al revés, quienes algo o mucho pueden hacer por ellos, se centran más en las consecuencias que en combatir las causas de tales desigualdades provocadas por los genocidas que tutelan las indiferencias más crueles.
 
No se percibe una reacción de los poderosos que en sus manos tienen al menos paliativos para combatir en sus causas, realidades que nos avergüenzan y cada día nos están interpelando.
 
Pero claro, los movimientos migratorios son noticias mediáticas, están en vivo y en directo y ahora algunos gobiernos están creyendo en los repartos de auxilios reparadores que en sí mismos tienen su valor, pero que no van a terminar con los engendros de las calamidades a las que nos estamos refiriendo, si no se resuelven de una vez por todas las causas que en cada origen, generan tanto dolor, tanta tremenda discriminación, tanto oscurantismo cultural, tantas mafias traficantes, tantos abandonos que condenan a nuestros semejantes a tanta indignidad, como si fueran unos pobres individuos de segunda, los últimos clase Z, objetos, ninguneados, en definitiva..., como si fuesen los "nadies" que estorban, que pululan por los mares porque sí, y da igual que vivan, que mueran, que sean niños, hombres, mujeres, quienes al final si no hay otro remedio, igual sirven para que coman los tiburones...
 
Pienso en los que sufren toda una vida, me duelen sus dolores, y por ello siento vergüenza.

Yo lo digo a mi manera y me hago cargo de mis dichos.

También el papa Francisco lo dice a su modo: "por los tantos hermanos que buscan refugio lejos de su tierra natal, en busca de un hogar donde puedan vivir sin miedo, para que su dignidad se respete siempre." "Animo la labor de cuantos los ayudan y espero que la comunidad internacional actúe de manera armoniosa y eficaz para prevenir las causas de la migración forzada. Y os invito a todos a pedir perdón por las personas e instituciones que cierran la puerta a esta gente que busca una familia, que intenta que los proteja".  

jueves, 11 de junio de 2015

Hace mucho que lo sé...

Como no sabemos cuándo ni cómo nos llegará el último suspiro, es menester entonces no estar pendiente de ello incluso más allá de tener claro que ese instante preciso del atardecer nos alcanzará tarde o temprano...
 
Esta maravilla de la vida es demasiado efímera para malgastarla con cargas  materiales innecesarias que por un lado enlentecen el caminar, nos dificultan los repechos, y no vivir el hoy como si fuera el último día de nuestra existencia.
 
Sería  como estropear las esperanzas
 
En lo personal hace mucho que lo sé...  Es más, desde que tengo memoria creo que me conduje en base a esa certeza que no destruye en modo alguno, mis esperanzas legítimas de alcanzar "mañana" todo cuanto no he logrado "hoy".
 
Es decir, vivir cada presente como si no tuviera más chances en esta vida. Dándolo todo, no reservarme nada y todavía hacerlo con pasión.
 
Si esa Verdad vivió en mí en la mayor parte de mi vida cuando mis bloqueos me impedían sentir la fe que hoy está en mis entrañas, ¿cuánto más arraigada la siento hoy cuando me aferro a ella desde el fondo de mi alma?
 
Lo irreversible me multiplica y desafía en cada amanecer, porque puedo aferrarme a lo bienes más valiosos que son los intangibles que he cultivado en mi existencia que no son precisamente los materiales, porque así puedo trepar al trote los repechos sin mayores fatigas, y vivir el hoy como el mejor de mis días...
 
Y todo eso, hace mucho que lo sé...

Como también sé que es la mejor herencia que les dejaré a los míos.

viernes, 5 de junio de 2015

Esta película ya la vi...

Hay gobernantes que carecen de grandeza. Se olvidan fácilmente de lo que realmente son y usan sus espacios de poder con conductas indignas para sus propios beneficios, que niegan el  superior mandato que han recibido en las urnas.
 
Es así que siempre llega el momento en que las burbujas estallan para que nazcan las evidencias de los desvíos conductivos, primero con la sospecha y luego..., con el descreimiento que se manifiesta contra la "casta política" - así lo expresan - que tanto hiere a la democracia.
 
El bipartidismo que en sí mismo no es malo, pero lo es si se llena de células enfermas las que al fin le abren caminos a las metástasis devoradoras que van debilitando los tejidos sociales.
 
Esta película ya la vi en el sur americano...
 
Y ahora asoman en España alternativas que nuevas formaciones políticas se plantean, teniendo como meta unirse en pro de una regeneración democrática, proyectos comunes, defensa de derechos esenciales, etc., sintiéndose legítimamente defensores desde las bases hacia arriba, tan arriba que se plantean la lucha por el poder.
 
Pero para ello hay que resolver primero y claramente el "qué" y el "cómo", para enfrentarse al "cuándo", en un proceso nada sencillo, para luego compartir y convencer al pueblo que es quien al final tiene la llave que legitima todo intento...
 
Esto ocurre y lo reitero, porque la grandeza ha estado ausente, y muy presentes los olvidos hacia los que son más y mucho más les debería importar si unos y otros miraran más hacia el llano de los pueblos.
 
Basta de estructuras piramidales vengan de donde vengan, y que la conciencia colectiva se nutra de una verdad esencial, y es que con participación y desde las bases, debe construirse otra pirámide pero a la inversa, donde los de arriba estén dispuestos a ponerse al servicio de los de abajo porque son más en todos los sentidos...

Sí, esta película ya la vi..., y también vi el enorme precio que se pagó con heridas que todavía no han parado de sangrar.