sábado, 27 de agosto de 2016

"EL ANSIA DE VIVIR ME HACE RESISTIR, Y NO DESFALLECER"

Durante toda mi vida la ansiedad ha acompañado mi caminar. No es que ahora por la edad esa condición se multiplica.

Soy plenamente consciente, que en el presente de mis años vividos, tengo menos paciencia cuando me enfrento a circunstancias y a personas que no comulgan con el verdadero sentido que yo le adjudico a la existencia, y es allí, donde mis rebeldías se acentúan para resistir, y jamás desfallecer...

Y aunque pueda parecer una paradoja, esa misma forma de ser que me lleva al despertar cotidiano tan renovador como desafiante por el que doy gracias en cada amanecer, es a su vez, una de mis mayores preocupaciones pero no por mí, sino por mis seres queridos cuando tengan que enfrentarse al irreversible transcurrir que a mí también pueda llegar a alcanzarme con algún grado de declinación, más allá de mi inclaudicable resistencia y de los esquives que permanentemente le haré en todo cuanto esté a mi alcance.

Remaré incansablemente mar adentro, repetiré hasta el cansancio el proverbio chino: "qué curioso es el hombre, nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere...", porque desde el fondo de mi alma siempre estaré sintiendo los ecos del canto a la esperanza escrito en el pentagrama del amor, dado que siempre he tenido muy claro, que es el único sentido, el más común de los sentidos, por el que se nos ha dado esta maravilla de la vida, además, único sendero para aproximarnos a la gloria que está en una dimensión sin tiempo, en un eterno presente que no se le regala a nadie, porque hay que conquistarlo...


sábado, 20 de agosto de 2016

IMPERDONABLE SALVAJEDAD...

"El once de julio después de una batalla sangrienta en Juba, capital de Sudán del Sur, los militares Dinka del presidente Salva Kiir vencedores de los rebeldes de Nuer cuyo líder Riek Machar se exilió en el Congo, la soldadesca celebrando la victoria, inició días después una orgía de robos, saqueos, violaciones masivas y asesinatos por toda la ciudad, mientras los perros se comían los cadáveres sin enterrar que habían quedado por las calles".
 
Lo sucedido es una imperdonable salvajedad, porque ni los animales son capaces de hacer, lo que los hombres enfermos hacen, con sus mentes perturbadas, cargadas de maldad...
 
"Sufrieron ese horror también, cooperantes de EE.UU., que lograron entrar al Hotel Terrain buscando cobijarse en un refugio de seguridad, pero los soldados lograron entrar luego de forzar las puertas blindadas del recinto, para cometer luego, vejaciones inimaginables, ejecuciones simuladas y violaciones masivas a personas amenazadas, sin que les llegara a tiempo la ayuda solicitada a las tropas internacionales de la UNMISS.
 
En plena guerra civil en un país arruinado, con los acuerdos de paz tirados a la basura, la ayuda externa es lo único que le queda a la población sursudanesa".
 
Esto ocurre en el S. XXI y la comunidad internacional hace muy poco para evitarlo y cuando lo intenta llega tarde...
 
Esta es otra triste manifestación de las dictaduras reinantes, también la de la salvajedad que no se puede silenciar y mucho menos comprender, por ese grado de lacerante maldad del hombre contra sus semejantes.
 
¡Cómo no se van a multiplicar las rebeldías arraigadas que tenemos en el alma, ante esas atrocidades! 
 
 

lunes, 15 de agosto de 2016

REBELDÍAS ARRAIGADAS EN EL ALMA...

Son atropellados, quienes se dejan atropellar.
 
Se agigantan los depredadores, ante quienes se dejan depredar.

Caen en las trampas del engaño, quienes no buscan elevación interior.
 
Pero para aquellos que poseen reservas bien custodiadas y un potencial que los respalde porque saben utilizarlo cuando es imprescindible, no resulta sencillo doblegarlos, ni que tampoco caigan así, mansamente, en los remolinos confusos  y tramposos que los quieran engullir...
 
Antes lucharán y no se fatigarán jamás ante ninguna adversidad, ni ante la más artera manipulación que los sumerja en las oscuras sombras de la confusión, porque a partir de ahí, si es que eso ocurre, ellos mismos perderán la batalla de sus propios engaños, que los va debilitando haciéndoles creer que "controlan" la insensatez que terminará derribándolos del ring, ese cuadrilátero donde hay que ganar el combate al rival que sea, y salvar su propia vida...
 
En resumen,   y sin darle consejos a nadie, con la íntima convicción de compartir un sentir que ha propiciado resplandores que me han iluminado, que me han resultado útiles ante muy tristes y duros avatares de la vida, ante circunstancias que al fin siempre nos ponen a prueba, reafirmo que jamás voy a aceptar que otros me hagan lo que yo nunca haría con ellos; que es pretender atropellarlos, depredarlos, manipularlos, destratarlos, y unos cuantos etcéteras más, sin hacerles saber mis razones para oponerme, todo lo que he aprendido en las aulas del vivir, y ese sensato coraje que me lleva a no temer porque justamente, se multiplica en la misma proporción con la que cualquiera intente hacer conmigo, lo que yo no he de permitirle al eventual contrincante en los hechos o en sus dichos.
 
Estos conflictos se resuelven cuando aflora la personalidad, la naturaleza del ser que se va forjando golpe a golpe, que endurece el lomo para que no le duelan tanto los latigazos injustos, la palabra hiriente, los pisoteos pretenciosos de las botas que todo lo aplastan, la subestimación de los soberbios, el dinero de los poderosos que no pueden comprar la sencilla dignidad del ser que no se vende, la palabra que no se silencia ante las injusticias, el miedo que no amordaza las rebeldías arraigadas en el alma, porque allí..., allí no es posible llegar, ni rendija por la que nada ni nadie se cuele para herir la dignidad de ese ser...
 
 
 
 
 


jueves, 11 de agosto de 2016

LA FALSEDAD QUE CUBRE DE SOMBRAS EL CONVIVIR...

Muchas veces en la vida nos enfrentamos a encrucijadas, como puntos críticos ante los cuales debemos optar o decidir.
 
También se presentan cuando algunos periodistas en entrevistas televisivas, solicitan respuestas entre el sí o el no, entre el ahora o el nunca, que podemos comprender por sus urgencias pero no compartir, respecto a las eventuales respuestas de sus entrevistados.
 
Se omite que el tránsito hacia la verdad o el acierto, pasa también por matices, por el condicional de las circunstancias, y a veces no se pone en valor que entre el blanco y el negro también están los grises u otros tonos, porque si complejas son las circunstancias, también lo es la naturaleza humana...
 
El hombre debe debatir primero consigo mismo, elaborar interiormente las razones a esgrimir para resolver un punto crítico, o sacar a relucir matices en sus argumentos siempre, absolutamente siempre, orientado por honestidad conductiva y grandeza conceptual...
 
No se alcanza la verdad ni se le arroja resplandores al acierto, con excusas, mentiras o medias verdades acomodaticias que siempre conducen al engaño, a la falsedad que cubre de sombras el convivir.
 
En los últimos meses en España, estamos comprobando la vergüenza de conductas políticas flechadas, repletas de encasillamientos insensatos que condicionan al colectivo social de sus pueblos, al interés mezquino de una fachada partidista o personal, por protagonistas que no son más que representantes de la voluntad popular, verdad esencial que olvidan, que guardan en el cajón de abajo porque en el de arriba, o mejor dicho, arriba de todo, anteponen el "yo" ante el supremo "nosotros"...
 
 
 


domingo, 7 de agosto de 2016

¿Y YO HE ESCRITO ESTO...?

De una u otra forma, me siguen llegando comentarios sobre las novelas mías que se han publicado, los que me llegan al alma, justificando plenamente esos intentos sobre los que ni yo mismo llego a comprender que me pertenezcan totalmente.
 
Las circunstancias de la vida y para rescatarme, me llevaron un día a emprender la difícil tarea de escribir que me sugirió la Causalidad, justamente, porque tenía la seguridad de que yo no estaba dispuesto a sucumbir, ni tampoco ahogarme con las asfixias de actitudes o situaciones que no comulgaban con mi naturaleza.
 
Y doy gracias por la bendición que me amparó ese momento, y para ser justo, que me ha amparado durante toda mi larga existencia.
 
"Gracias" es la palabra que más veces he pronunciado en mi larga vida y seguramente registrado por escrito, ante la necesidad de expresar mi gratitud por cuanto me han dado, empezando por la vida misma.
 
Y yo sentí siempre que debía compartir todo el potencial recibido, puesto que no es solamente para mí, ni para conservarlo en mi más íntimo relicario, sino todo lo contrario, que es justamente lo que he hecho, intentando en forma permanente olvidarme de mí al procurar una reciprocidad, al  entregarme por entero hacia los más míos y demás semejantes.
 
Hoy, antes de ir a misa, llegaron al alcance de mis manos algunos de los libros publicados, sin que yo me lo haya propuesto. Y abrí uno de ellos por cualquier lugar, y no pude evitar asombrarme con lo que leía, que me llevó a preguntarme en silencio: ¿y yo he escrito esto...?, porque tuve que hacer un gran esfuerzo para recordar el hilo conductor que venía en el relato.
 
Y allí comprobé una vez más, que todo cuanto he logrado ha sido el resultado de una coproducción con el superior dictado que la Causalidad me ha dado con  lo más valioso, y las pocas cosas mías que en cada circunstancia mi sencillez pudo agregar.
 
Volví a sentirme reconfortado puesto que no me engañé nunca, dado que jamás pudo conmigo ni el más mínimo atisbo de la vanidad que comúnmente  quiere residir en el corazón del hombre, pero que en mi caso, con entereza espiritual, osadía y una dosis de coraje, me llevaron a pararme firme para no mentirme ni mentir y por el contrario, vivir y expresarme con honestidad conceptual e intelectual, sabiendo lo que realmente he podido ser, también desde mi humilde condición.
 
Todavía no me explico cómo la Causalidad pudo pactar conmigo, puesto que solamente me he propuesto ser, nada más que un medio para propagar su Verdad, dado que así he vivido y desde hace pocos años lo sé, cuando su plenitud me envolvió...
 
 
 


miércoles, 3 de agosto de 2016

FANTOCHADAS MEZQUINAS...

Escribir es una forma de dialogar hasta el límite de hacerlo, con personas en la distancia y que jamás hemos tenido frente a frente, cuando se tiene el secreto encanto de ser leído.
 
Tener esa inclinación y todavía que forme parte de mi vida al plasmar esa pasión que, en mi caso, es una realidad que oxigena mi , existencia sin fatigas, ininterrumpidamente, porque no quiero ni puedo desprenderme de ella, es un estado del alma por el siento la necesidad de dar gracias en forma permanente.
 
Pero debo ofrecer algún detalle para que quienes no me conocen porque la distancia se interpone, sobre el espíritu que anima la sencillez de mi vivir.
 
Nunca voy a cometer la insensatez de calificar la calidad de mis intentos y no solamente los registros escritos, sino los que asumo en mi vivir cotidiano procurando testimonios hacia un obrar espontáneo que me sale del alma, porque no me corresponde hacerlo, pero me basta saber que la sencillez de mi vida procura un verdadero sentido, que justifique el amor por el que me han dado la existencia...
 
El largo transcurrir superando obstáculos y peripecias de vida, se asemejan a una larga carrera  para la que hay que estar preparados, entrenados a darlo todo, pero no porque nos propongamos llegar primero a la meta que esa no es la circunstancia más importante, sino llegar multiplicando esfuerzos sin perder el rumbo adecuado y en algún caso, pasándole por arriba a los imposibles malintencionados que nos pongan por delante.
 
Eso también lo aprendí, y por ello, me esforcé en saltos extenuantes, esos que parecen imposibles de alcanzar, justamente, porque los seres humanos muchas veces no llegamos a comprender que tenemos en las entrañas un enorme potencial que no activamos, que dejamos adormecido, pero que en circunstancias límites podemos despertar por un acto amor y desprendimiento, hasta intentar volar con tal de llegar a un horizonte de realización y tranquilidad de conciencia..., y no importa lo que otros piensen ni todos lleguen a comprenderlo o justificarlo.
 
Basta cumplir con lo que el corazón siente, aunque no pase por lo que comúnmente se entiende por el proceso racional que los realistas tanto utilizan, sino por una energía que impulsa las actitudes que no responden a cálculos interesados previos, ni fantochadas mezquinas que al fin quedan al descubierto, y en tantos casos, son como sombras en la conciencia congelada, esa que no se arrepiente nunca, y jamás intenta disculpas y mucho menos pedir perdón...
 
Si habrá testimonios en la historia del hombre, repletos de amor, hasta llegar al martirio si es preciso.