sábado, 28 de enero de 2012

Es inmoral la excesiva ambición...

Hemos sostenido reiteradamente que también es moral la crisis del presente. La económica y financiera son consecuencias negativas de la inmoralidad de la excesiva ambición, que es si lo analizamos correctamente, la verdadera causa de este tsunami que arrasa por el mundo llevándose por delante las esperanzas de tanta gente sometida y estafada...



Es inmoral lo que han hecho los falsos adalides del sistema financiero, que han creado la incalificable maraña que culminó con el estallido de la burbuja financiera internacional que explotó en los Estados Unidos como placa subterránea que repercutió en el resto de los mercados.



Ha sido inmoral que los banqueros y agentes intervinientes se llevaran cantidades incomprensibles y ofensivas por su gestión (a la postre también conductora hacia los insoportables déficits), dejando a los depositantes sin recursos con el vaciamiento más salvaje. A eso se agregan los deudores hipotecarios sin poder cumplir con sus obligaciones convertidas en hipotecas basura, burbuja inmobiliaria que también explotó, todo ello también, por la desmedida ambición compartida de bancos, propietarios, y gobiernos complacientes y cómplices de la situación actual de este presente tan convulsionado.



Faltó valor para establecer frenos y contralores ante tanta inmoralidad, ante tan salvaje desprecio hacia la dignidad de los más, y por esa ambición flagelante de todo valor de quienes se arrodillan ante el dios dinero, pues sólo saben conjugar los verbos "tener" y "poder" y están llenos de olvidos, repletos de vacíos...

lunes, 23 de enero de 2012

Me preocupan más los que no tienen voz...

Siempre lo he sentido así, pero ahora desde la madre patria, compruebo con tristeza que por estos lares no es muy diferente el panorama a lo que venía observando desde el sur...



Inmersos como estamos en una época de profundas crisis, tenemos que quitarnos las vendas de los ojos y no silenciar lo que debemos gritar bien fuerte, al denunciar tantas pero tantas atrocidades que nos reclaman cambiar urgentemente esta realidad tan agraviante.



Hay un corolario de crisis diferentes. Por supuesto que no es económica ni financiera solamente, por mencionar las que más afectan a los que no tienen trabajo sobre los que se deberían centrar los más urgentes esfuerzos.



Hay otras sin dudas: crisis por políticos corruptos que generan desconfianza en el sistema político, por una usura especulativa salvaje del sistema financiero, por una globalización asfixiante con super poderes denigrantes, por una moral decadente, por familias temblequeantes, un ineficaz sistema educativo, de valores que brillan por su ausencia, déficits éticos evidentes, un sistema jurídico al que hay que perfeccionar a la luz de recientes fallos judiciales que dejan al descubierto vacíos acusadores que siembran inseguridad y tremendas injusticias con víctimas y familiares defraudados.



En este presente tan convulsionado, y tan repleto de olvidos, me preocupan más los que no tienen voz...



No pretendo constituirme en su portavoz, pero sí involucrarme en el bando de los más necesitados y explotados, y luchar como pueda contra las desesperanzas generalizadas.



Por esa senda seguiré mi camino con mis rebeldías a cuestas, dándome así, conservando así, el verdadero sentido de mi vida mientras viva...