sábado, 19 de septiembre de 2015

Ante nuevos golpes, más respuestas...

Aprendí tempranamente en las aulas de la vida, una de las lecciones más útiles para el largo y dificultoso caminar.

Si es que es preciso atravesar el árido desierto, a él debemos llegar debidamente entrenados para no quedar por el camino para que te tengan lástima por tu propia claudicación.

Se nos ha dado el don maravilloso de la vida y la actitud no puede ser otra que ante nuevos golpes, más respuestas...

Es la única forma de poder alcanzar el destino de dejar atrás los avatares que enlentecen y terminan por frenar los intentos de no anclarte, porque las pruebas son duras y se suceden para que el universo interior se multiplique con los electros de fuerza a que te somete la existencia.

Allí está justamente el punto crítico, en superar los obstáculos, las trampas que te van poniendo, las mentiras que te mienten, las falsedades que pretenden confundirte, con los oscurantismos que te pueden hacer tropezar y los palos en las ruedas que te ponen los que siempre están por allí para aprovecharse  para que quedes a merced de las tempestades y los naufragios...

En la eterna contienda entre el bien y el mal, es imprescindible que aflore lo esencial que está en el eterno presente del amor, cuyo resplandor nos guiará siempre para superar las tinieblas que nos liberarán de los remolinos que pretendan engullirnos hacia los bajo fondos donde reina la oscuridad.

Siempre tenemos que mantener las esperanzas puestas en un despertar cotidiano, y no dejarnos doblegar por nuestras propias debilidades, de lo contrario los nuevos golpes nos derribarán y nos iremos enterrando en las arenas movedizas donde sucumben los que se niegan respuestas y esperanzas...

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