jueves, 25 de agosto de 2011

Atardecer en rebeldía...

Sí, ese es el título de mi nueva novela.


Mis presiones interiores no me permitieron esperar, y me puse en acción una vez más, para que no me atropelle el torbellino de mis ansiedades.


"Atardecer en rebeldía..." es o será, otra entrega, nada más que eso, otro modo de registrar las necesidades que siente mi alma al referirme al presente que nos toca vivir.


Comencé a escribirla desde las alturas, cuando volaba hacia Uruguay, y seguramente la culminaré en España, donde he regresado otra vez, sin poder resistirme a los fuertes imanes de los afectos que también tengo aquí.


Después de todo, de tanto cruzar fronteras, siento que a esta altura de mi vida no sólo tengo el derecho sino la obligación, de seguir dando todo cuanto he aprendido en el largo vivir...


Para nada se instala en mí ningún temor escondido en el atardecer de mi vida. Por el contrario, estoy repleto de rebeldías y para expresarlas necesito la vida, a la que me aferro y me aferraré con todas mis fuerzas mientras un suspiro permanezca en mí, porque sigo y vivo convencido de que envejezco sólo por fuera pero jamás por dentro...


Siento que tengo mucho para dar con mi juventud interior junto a todo lo aprendido paso a paso aproximándome, y no sólo soy crítico exigente con mi existencia, sino también con el presente que nos toca vivir, al que le encuentro mil razones para transformarlo.


En eso he estado, en eso estoy, y en esa tarea me encontrará algún día el llamado inevitable... Tengo razones de sobra para dar gracias todos los días de mi vida, por lo que me han dado y que de algún modo tengo que devolver...

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