-Qué sé yo..., Joao, es que hay tantas miserias y tantas injusticias que a veces a uno le cuesta tener derecho a momentos tan singulares como estos que estamos viviendo, mientras que por donde vayamos hay gente sumida en la más humillante pobreza.
Y eso a mí me mortifica al tener la convicción de que no siempre, como te lo he dicho, he dado lo más que he podido.
La situación del mundo está así, entre otras cosas, porque hay gente que cierra sus manos, aprieta lo que tiene, le pone un candado a su corazón, y le importa un carajo el padecer de los demás, cuando el "no me importa" y "ese no es mi problema", son los reyes de la indiferencia más mezquina...
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