A lo largo de la vida me topé con gente así, necios que no aceptan que les digan lo que son...
Esforzado aprendiz, me di cuenta de lo mucho que aún me falta por crecer y aprender, más allá de estar más cerca del atardecer de mi vida que de otra cosa.
Pero no me sumaré al decir de Borges: "..., y ya ven, me estoy muriendo..." No, esas palabras no saldrán de mis labios ni las registraré en mis escritos, porque sería manifestar que se acabaron mis esperanzas.
Ese momento no llegará a mi corazón ni confundirá mi razón mientras yo tenga un suspiro de vida, porque aún llegando al último, me esforzaré para que alguien me sienta un canto de victoria que me salga del alma, agradeciendo la vida que me dieron, si es que todavía me queda un resto para ahuyentar a los necios y a los soberbios que se siguen mintiendo y nos mienten con sus aspavientos, y un acto de amor me convoque...
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