Y los amigos seguían hablando:
-Sí, y Cristo es canjeado, después de haber sido vendido por miserables treinta dineros, por sectas y nuevas iglesias que van surgiendo como salvadores que lucran con la gente que se cree cualquier propuesta salvadora. Y los ves, Joao, se abren nuevos templos acá y allá, montan sabiamente los espectáculos más atrayentes, se cierran cines y se levantan falsos altares donde se mienten testimonios maravillosos y la gente, la gente entra y hace suya la religión del engaño.
-Es verdad, Adriano. Por eso también hay crisis de fe, por eso se vacían las iglesias. Parecería que se ha debilitado la atracción del imán cristiano verdadero y más aglutinante que concregaba multitudes de fieles que carecían de los vértigos que ahora impiden al hombre cultivarse por dentro, y lo llevan al frenesí de vivir hacia afuera...
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