domingo, 2 de octubre de 2016

UN CIRCO MEDIÁTICO QUE NOS APARTA DEL TEMA DE FONDO...

El sentido común debe prevalecer en cada amanecer.
 
Uno no puede dejarse confundir por los excesivos ruidos cotidianos que montan el circo para que pongamos distancia de temas de fondo, y caer prisioneros de las estrategias que nos manipulan con las circunstancias mediáticas que muchas veces son, irreversibles hechos que aparecerán en la palestra ciudadana, o como termina de ocurrir en España, ciclos que culminan, muertes políticas esperadas y anunciadas por la insensatez de  actitudes soberbias, que desde hace meses se intuía que podrían ocurrir.

Hay gente a quien le queda demasiado grande ocupar ciertos espacios de poder, fundamentalmente cuando los perjudicados son los más, en definitiva los pueblos que soportan los agravios, cuando es imprescindible que se les responda con grandeza ética, política y moral...

Esta certeza no tiene sesgos partidarios, dado que el único fin que nos guía es no sentir más el hartazgo de que siempre los postergados son los mismos, los que en forma permanente soportan el coste de todas las crisis, sufren el latigazo de los olvidos, ponen los muertos en los enfrentamientos armados, y andan formando parte de injustos movimientos migratorios, arriesgando sus vidas en los mares, huyendo de las guerras  porque en sus tierras se les niega el más mínimo resplandor de esperanza...

Los que ocupan espacios de poder, y también aquellos que digitan desde sus cúspides supranacionales secretas, piramidales e inviolables, los destinos de los pueblos, deben saber que no a todos engañan, que hay gente que está informada de sus funestas presencias, y no se amilana porque no les teme a sus ínfulas emanadas de los insensibles pedestales del "poder y del tener" cuando se ejercen sin alma, y poco  importa la dignidad de los  más...

Utilizan a peones mediocres, a gente que se vende por treinta dineros, a mercaderes a quienes no les interesa ni la vida ni la muerte de sus semejantes. 

Sus tentáculos se extienden a todos los ámbitos  (sociales, políticos, estratégicos, energéticos, sistema financiero, armamentista, narcotráfico, prostitución, explotación infantil, prostitución, reconstrucción de las ruinas que dejan las guerras, etc.), y se reproducen como la hydra, salvajedad material que hay que enfrentar, sin ningún temor y el sentido común que debe prevalecer para propiciar la elevación espiritual...


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