jueves, 13 de octubre de 2016

"SUEÑO DE JUVENTUD"

Siempre ha actuado sobre mí como un fuerte imán, un vals concebido en el ayer lejano, titulado: "Sueño de juventud", en el que Enrique Santos Discépolo (creador de la música en sin igual pentagrama, y de su letra reflejando hondos contenidos), ha logrado atar fuertemente a mi transcurrir...
 
"Lírico amor primero, caricia y tortura, castigo y dulzura de mi amanecer. Yo acunaré en un canto, tu inmensa ternura, buscando en mi cielo, tu imagen de ayer...", porque siento en el alma mi permanente juventud interior, aunque por fuera se noten las marcas que van dejando los años...
 
"Sueño de juventud que muere en tu adiós, tímida remembranza que añoraré. Canto de una esperanza que ambicioné, acariciando tu alma en mi soledad. Mi pobre corazón no sabe pensar, y al ver que lo alejan de ti, sólo sabe llorar, sólo sabe gemir, sangrando al morir en tu adiós...", es un canto al amor idealizado, que por las razones que hayan sido, no pudo ser y por ello, "Sufres porque me aleja la fe de un mañana, que busco afanoso, tan sólo por ti. Y es un collar de estrellas que tibio desganan tus ojos hermosos, llorándome así", en un imperecedero sueño de juventud, que tantos hemos alcanzado para guardar en el más íntimo relicario, la sublime ventura de amar y ser amado, y en cada amanecer, dar gracias por el amor que nos concedió la vida, sin que se nos aleje la fe de un mañana que siempre será, renovador y repleto de esperanzas.

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