lunes, 17 de octubre de 2016

UN TORRENTE QUE ME ATRAPÓ...

Un pantallazo de mis "Misceláneas del alma", que el 5/7/83 en su tomo II) concebí, referido a: "Azorín, su torrente me atrapó":
 
"En la frescura del torrente sentí que me actualizaba, que me depuraba.
Hubo momentos en que mi mente se evadió de mi actualidad y volé, sí, volé como siempre quise hacerlo, para poder detenerme en nuevas orillas, en otra cultura, en otro tiempo, con otra gente, en tradiciones que los míos perdieron, porque se han dejado enajenar con vanalidades, con vacíos..., con hielos.
 
Porque nos dejamos ganar por las mediocridades atados al mal hábito de igualar hacia abajo...
Cada vez leemos menos y nos prendemos a tonterías que nos envuelven como maraña enredada, en la que quedamos prisioneros.
 
Yo me sentí libre con Azorín, como si fuera un peregrino sin cadenas, dueño de mí.
 
Y deseo que un día mis alas me lleven a los infinitos lugares que él pintó con sus descripciones, a sentir los acentos regionales, a flotar en la realidad de mis sueños..., con la inmensidad de motivos que penetraron en mí, por ese torrente que me atrapó".  


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