jueves, 6 de octubre de 2016

VIVIR EN GUARDIA CONTRA LOS MERCADERES...

Hay que vivir en guardia permanente por las calles de la vida...
 
Estamos inmersos en un tiempo donde por parte de tantos predomina la confrontación, la comparación, la temible competencia sin alma, la intolerancia, el permanente acecho de los oportunistas de siempre, esos que viven haciendo cálculos para ver dónde es mejor golpear a sus semejantes, para lucrar más hasta llegar al verdadero despojo...
 
Y eso sucede porque se les ha prendido en las entrañas la cultura del materialismo, y cuanto más salvaje sea, mejor...
 
Pero gracias a Dios no todos somos así, ni nos aniquilan los males que nos rodean porque hemos aprendido la gran lección del amor, que nos enseñó que frente a esas insensatas posturas, debe primar el espiritualismo que otros han abandonado  al permitir que se dispare su vida como lo hacen los potros desbocados que no responden a ningún control...
 
Aprendimos también que la gran riqueza la encontramos en la sencillez y rectitud de los simples actos cotidianos en los que, paso a paso nos podemos aproximar al destino de nuestros sueños, sin necesitar introducirnos en tortuosos rumbos para abrazarnos al "tener" que desplaza al "sentir" al creer erróneamente que somos más ricos, y optar por acercarnos a un "poder" que en general obnubila actitudes, nos embriaga con falsos encumbramientos, y suele comprar a quienes descubren con la debilidad de venderse por un precio, o un canje mezquino...
 
Si habrá que vivir en guardia, primero contra nosotros mismos para no ser prisioneros de nuestras fragilidades, y primordialmente también, con convicciones firmes contra los emisarios que pueblan las calles de la vida en cumplimiento de captar "candidatos" útiles a las salvajedades que los mercaderes decretan...

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