domingo, 2 de octubre de 2016

EL PELIGRO DE DERIVAS SIN DESTINO...

Hay que aprovechar el tiempo propicio para avanzar con paso más seguro, cuando los nubarrones se van, o cuando los ahuyentamos con soplos renovadores...
 
Algo similar ocurre en los momentos que nos cubren las tinieblas, y yo aprendí desde niño a caminar lento en las sombras...
 
Hay veces que las postergaciones duelen mucho y dejan marcas imborrables, pero prefiero vivir esos momentos, a tener que atropellar en forma insensata ante el peligro de derivas sin destino, pero sin detenerme jamás.
 
No me permito eludir ningún desafío, pero cosa muy diferente es, enfrentar la partida que sea jugando la carta más prudente, o el "peón" más sacrificado en el ajedrez de la vida.
 
Cuando revivo experiencias del ayer, confirmo mi necesidad de dar gracias por cuanto se me ha permitido, y darle singular valor a las actitudes que me han llevado a transitar por senderos en los cuales me he rescatado de remolinos envolventes.
 
A mi naturaleza le es imprescindible la libertad, además, porque así me lo inculcaron quienes me han precedido. Necesité la mayor parte de los años de mi caminar sin pausas, para darme cuenta que ese don, me fue dado gratuita y primordialmente con la vida, y ahora me arrodillo y comulgo ante esa certeza.
 
Lo hago desde hace apenas quince años, cuando mi transcurrir por la existencia me aproxima a cumplir mi primera octava década..., pletórico de ganas, repleto de vida, multiplicando rebeldías, porque con una gran dosis de coraje "estoy programado para no cansarme....", y por ello seguiré dando gracias hasta mi último suspiro.
 
Y como a mi último repecho lo siento tan lejano, sigo entrenándome en el paso a paso cotidiano para la gran contienda de la existencia, confiando en la Verdad que me subyace, pero sin cruzarme de brazos cómodamente, y por el contrario, seguir asistiendo a las aulas de la universidad de la vida, donde también aprendí que es posible crecer como autodidacta de mi destino, por haberlo intentado siempre, sin detenerme jamás....
 
 
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario