miércoles, 19 de octubre de 2016

UN EMPEÑO QUE NO CESA...

Con el título que figura en este aporte, comencé el 29/10/1986 el Prólogo del Tomo III de mis "Misceláneas del Alma", en el que en esta oportunidad me apoyo para difundir algunos pantallazos de sus contenidos.

"Nace hoy otro hijo del amor, con el que andaré otra porción de mi vida. Tendrá que acostumbrarse al ritmo incesante de mis pasos, y a el peso de mis contenidos, en pro de intentos que no puedo detener, de un modo similar al que yo soporto las cruces de mis debilidades, procurando desprenderlas de mí con el objetivo primero de vencerme"...

Soy plenamente consciente del inagotable manantial inspirador de la Causalidad, cual maná codiciado para saciar en el desierto, la sed devoradora que yo solo no podré nunca apagar.

Ese concepto está tan singularmente claro en mí, tan diáfano..., que no temo mancharlo de tanto repetirlo.

Pero insisto en él, para que nunca me alcance la osadía de creerme "el creador" de cuanto registro por escrito, cuando es el Creador quien lo permite en mí.

Lo mío es apenas, voluntad, un tesón inquebrantable; es docilidad, es prestar atención a cuanto Él me dicta, y poca cosa más...

"Estas "Misceláneas del Alma", estarán siempre en la cabecera  con mi altar nochero, en uno de los estantes preferidos que custodio en el taller de mi alma, y cuando inicio este Tomo III (llegué a concebir X Tomos), sigo detrás del propósito de renovarme, de elevarme, con vehementes esperanzas en cuanto a cristalizar postergaciones, y poder oxigenarme al menos con una brisa de lo mucho que me han dado..., para que, de ese modo, cuando me examinen en la clínica al atardecer de mi vida, se pueda comprobar que valió la pena el transcurrir de esta maravilla de la existencia..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario