martes, 18 de agosto de 2009

Un cínico que los manejó a su antojo...

De: "Mercaderes en el templo..."

¿O acaso los mercaderes no deben ser expulsados al ofender el templo del amor y la dignidad de un pueblo?
Por cierto que en tierras españolas han estado presentes y de qué manera, luego que Franco se declaró victorioso contra las tropas republicanas y para él, un cínico que los manejó a su antojo, ese hecho legitimó las afrentas de su dictadura implacable.
Luego se desató la represión, una crueldad que no tuvo límites.
"Recuerda que tienes testimonios concretos de algunas de esas masacres. Úsalos, son historias no olvidadas, con nombres y apellidos de inocentes que osaron pensar diferente o que se opusieron a la crueldad de matarse entre hermanos, como aquel caso ocurrido en un pueblo cerca de Madrid cuando al costado del cementerio fusilaron a catorce personas que eran quince, porque entre ellas había una mujer embarazada de siete meses y el angelito también allí entregó su vida más que inocente.
O como el testimonio de un grupo de sacerdotes vascos que también fueron fusilados sin que la iglesia hasta ahora intentara hacer justicia con ellos, prefiriendo dejar esa tragedia en el silencio de las sombras. Iglesia usada por el dictador, involucrada por las habilidades de su cinismo sin límites que hasta se permitió el insulto más soez de considerarse un cruzado salvador y obligar a que le "permitieran" entrar y salir de los templos bajo palio como si se lo mereciera..."

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