jueves, 6 de agosto de 2009

La odisea del largo y sacrificado caminar...

De: "Mercaderes en el templo..."

-He pensado siempre que no hay que temerle a la odisea del largo y sacrificado caminar. Y a aquellos que afirman que hay quienes han tenido una vida color de rosa, que no lo creo, les diría que todos, todos sin excepción en mayor o menor grado, sentimos en carne propia la dureza de la vida. Nadie se la lleva de arriba. Es duro el andar, pero qué maravilloso es vivir, ¿no te parece?
-¿Cómo voy a discrepar con eso, Adriano? Al contrario, hubiera sido no aprender nada viviendo. Sería como enjabonarse para que te resbalen los problemas, como pretendiendo que no se detengan en ti las dificultades que a todos de alguna manera nos rondan.
La gratuidad de la vida no es sinónimo de que gratis has de vivirla. Nadie pasa sin costos por la existencia, ni ÉL pudo pasar. Pudiendo aniquilar a sus agresores, prefirió darles una lección de amor, prefirió amarlos para que apreciaran que hay un eterno despertar en el amor y los amó tanto que suplicó por ellos, y porque no sabían lo que hacían...

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