jueves, 21 de enero de 2016

INEXORABLEMENTE ESTÁ EL DINERO POR DELANTE...

Allí donde nos compete actuar, no puede ser el dinero el imán que más nos puede atraer.
 
El ser humano ha sido creado por amor, y no es posible que se quede solamente en la pobre y mezquina postura de esa idolatría del "tener" más y más de la forma que sea, dejando a un lado otros valores mucho más importantes con los que se construye la verdadera vida...
 
Pero a cada paso constatamos la lamentable postura de quienes se accionan con la insaciable voracidad del dinero, que sus apariencias no pueden ocultar...
 
Es el reinado virtual de proclamar una cosa y perseguir otra, de poder  pero no querer, de no despojarse nunca del disfraz de la hipocresía, de no abandonar el malsano hábito de vivir haciendo cálculos, de permanecer en la selva cruel de las ambiciones desmedidas, que terminan por descalificar a aquellos que viven acariciando los bolsillos o las cuentas bancarias donde se acumulan las frialdades que no pueden disimular...
 
Se les descubre, sí que se les descubre en cuanto huelen recursos financieros para sus arcas, mientras sus conciencias no los llevan a poner frenos ni límites ante ese falso altar en que se arrodillan, en general, sobrevalorándose y subestimando a quienes son los destinatarios de sus zarpazos.
 
Hay actitudes que son un verdadero despojo, irracionales por donde se las analice, y no nos extraña que siempre, inexorablemente, está el dinero de por medio, o una parcela de poder donde abrir un surco donde sembrar semillas de corrupción sin ningún cargo de conciencia.
 
Mientras ello ocurra, se perturbará el convivir, y la confraternidad brillará pero por su ausencia..., porque justamente, el hombre no está por encima de todo y de todos aquellos a quienes poco o nada les importa ni siquiera la vida de sus semejantes...
 
 
 
 

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