martes, 30 de junio de 2009

Vivir para aprender...

Aprendí muchas cosas en el largo vivir, entre ellas, a vencerme para no dragonear con las tonterías y no caer en sus trampas.
Hay que aprender de los que saben más, por eso he observado mucho, he escrutado la realidad que no es lo mismo que mirarla solamente, del mismo modo que me he esforzado en leer la diversidad temática en diferentes corrientes y bibliotecas puesto que sólo "paso a paso aproximándome...", podré alcanzar alguna riqueza en el largo e indetenible caminar.
Aprendí muy tempranamente en mi vida a no sobrevalorarme y a no subestimar a nadie, nunca, en ninguna circunstancia.
Tengo muy claro que de cualquier semejante, no importa su apariencia, sea un viejito o enfermo que puede estar más sano que yo, sea de un abandonado mendigo marginal, puedo aprender y recibir de ellos más de lo que yo pueda ofrecerles...

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