sábado, 6 de junio de 2009

Para no morir del todo...

Yo escribo entre otras razones, para dejar registrado el amor que ofrezco desde el alma, y cómo negarlo, para no morir del todo cuando ello ocurra.

Es un intento para que algo mío permanezca un poco más en la vida, aún después de mi partida...


En realidad la muerte total deviene con los olvidos definitivos.

Ellos son los que cubren hasta las lápidas, con su pátina mortal...

Yo me aferro a la vida con todas las fuerzas de mi corazón cascoteado que ha superado airoso muchas pruebas, desde que era un niño.

No pudieron con él las carencias esenciales y tan tempranas de mi ser, ni las traiciones, las mentiras ni los desprecios. Por el contrario, lo han fortalecido, al enseñarme a valorar aún más si es posible a los seres queridos, a los ,amigos de verdad que han iluminado mi vida y mis propósitos, a sentir el dolor de los que sufren, colmándome de motivos...

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