Cava tu propia trinchera, no seas prescindente, pues la indiferencia haciendo pareja con la cobardía, te irán sumiendo en las sombras al no comprometerte ni cumplir un rol en aras de la verdad...
Reconoce que has errado el rumbo y retoma el andar que abandonaste, dejando corazones partidos y ojos secos ya, de tanto y tanto llorar...
Camina por la vida ahuyentando las sombras, haciéndole frente a los que se esconden en ellas.
No temas, multiplica tu coraje, demuéstrate que no claudicarás ante ninguna circunstancia, ni traviesa trampa que te pongan por delante.
Es imprescindible que te venzas, para luego vencer...
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