Buscando siempre el equilibrio en mis expresiones, deseo hoy compartir lo que siento, frente al triunfalismo manifiesto de la actual conducción política en España, con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado...
Ese y otros tantos objetivos, debo reconocerlo, se han conseguido con legitimidad formal inobjetable, con los votos de las diferentes fuerzas políticas que no sólo han apoyado la investidura, sino cuanto conlleva a las condiciones exigidas y al precio que le han puesto, a la deriva que en mi concepto lleva implícita, por la que no cuestiono lo formal, sino lo esencial para la libertad y derechos adquiridos que le han permitido a España décadas en la unidad, la concordia, la estabilidad institucional, desarrollo y prosperidad...
Es por ello que me pregunto:
"¿Y ahora, qué?; ¿Cuáles serán las consecuencias de esas condiciones exigidas?; ¿Cuáles las facturas a pagar por ellas?;
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