viernes, 11 de diciembre de 2020

UN EJEMPLAR TESTIMONIO DE AMOR...

José Luis Aguirre, un amigo, me ha dicho recientemente, respondiendo a una reflexión mía:

"Gracias por ese hermoso regalo, lleno de arte, que viaja a través de las palabras tan bien colocadas, que más parecen venir del alma que de la pluma..."

Si comparto ese halago recibido, no es precisamente para hablar de mí, que jamás ha sido, no es ni será un propósito mío, pues no me admito señal alguna de vanidad, sino para resaltar la sublime virtud que pueden tener en algunos seres las palabras, cuando ellas fluyen desde algún rincón del alma,  como él lo ha hecho, además, con suma generosidad...

Y si lo nombro, es porque percibo en él riquezas singulares, cuando hace viajar a las palabras con arte, como también en sus atributos fotográficos que lo "pintan" en su verdadera dimensión, como su hijo Raúl dibuja y modela con su pincel, sentimientos muy profundos, y que precisamente, él no necesita el recurso de apelar a palabra alguna...

Se trata de seres que han levantado vuelo hacia horizontes donde el resplandor comanda el caminar, en abrazos recíprocos entre padres e hijo, en ejemplar testimonio de Amor..., que al fin es el atributo mayor, que lo justifica todo..., todo.


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