Que lean mis entradas desde Rusia, China y Emiratos Árabes Unidos, como me lo informa el sector "estadísticas" de este blog, me llama la atención, no así cuando aparece Irlanda, Estados Unidos, Francia, Alemania, Argentina, España, Chile, etc., dado que gente desde esos lugares tan remotos y culturas tan diferentes a las nuestras, que me honran igualmente porque se detienen en mí, me demuestran el alcance increíble de esta poderosa herramienta de internet y al mismo tiempo, el uso racional y conveniente que todos deberíamos atender, para que el intercambio sea positivo...
Pero lamentablemente no es así, y eso me lleva a pensar que muchos de nuestros semejantes caen en las trampas que la alta tecnología les pone por delante, para unirse a desvíos perjudiciales y en tantos casos, fatales para sus vidas...
Allí se hacen presentes las mafias con sus propósitos de explotación utilizando los modos más salvajes: traficando con la desesperación de quienes integran los movimientos migratorios buscando una esperanza para sus vidas que en tantos casos terminan a merced de los tiburones; mintiendo destinos tramposos por parte de los mercaderes de la prostitución; engañando con trampas bien montadas a niños y jóvenes no suficientemente alertados respecto a tanta maldad; enajenando las mentes al servicio del terror que está ya diseminado por el mundo; o manipulando nuestras vidas para que el imperio del materialismo no nos permita el necesario humanismo y la espiritualidad cada vez más ausente de nuestras vidas...
Los genocidios no han quedado en el pasado, se hacen presentes ahora de modos más sutiles pero con la perversidad de siempre, y con razón se ha dicho: "perdón por tanta crueldad...", como recientemente lo ha expresado el Papa Francisco en Polonia, ante uno de los testimonios más oscuros de la crueldad humana...
Me sumo a la oración desde el alma, que sufre tanta, pero tanta impiedad.
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