lunes, 29 de febrero de 2016

"VER" PERO A TRAVÉS DE LAS LENTILLAS DE MIS SUEÑOS...

 
Siempre he procurado alcanzar de la realidad que nos rodea, ese "algo más" que suele estar un poco más allá de lo que me muestran mis ojos.
 
Yo miro a través de mis ojos, pero trato de "ver" por las lentillas de mis sueños, con esa obstinación que me impulsa a hurgar en cuanto esté a mi alcance, para no tropezar con las superficialidades con las que no comulgo, ni darme contra los muros de las tonterías que se levantan y se adornan con ininteligibles contenidos, para apartarnos, para generar conflictos,  para mandarnos mensajes  "en otro idioma" que no es el nuestro, como si fuésemos meros testigos de un descarte despreciable...
 
Además, tengo muy claro, eso de no permitirme olvidos...
 
Algo semejante percibo en quienes nos subestiman desde espacios políticos, disfrazando la vulgaridad perimida, de otros tiempos insensatos, levantando banderas sociales sin sustento, ocultando oscuros y extraños designios, creando incertidumbres que ponen en riesgo la estabilidad colectiva, y provocan desacuerdos, rupturas, tomando distancia del lema superior que se debería proteger con grandeza, en cuanto a que es posible la concordia...  
 
Hacen gala de un alto componente intelectual, pero no me confundo, porque justamente, siento que mis rebeldías se ponen en guardia, avisándome que no puedo ni debo mantenerme al margen del peligro latente de confiar en quienes están inspirados en "alcanzar el poder de cualquier modo" o lo que es lo mismo: "tomarlo por asalto...", dados los espacios alcanzados que los llevan a pelear por lugares de significación en Las Cortes, como si todos sus asientos no tuvieran la misma dignidad de representar a la parte del pueblo que les dio su voto.
 
Son eso, nada más que representantes del pueblo que los apoyó electoralmente y con legitimidad, lo siento así, pero no les otorgó patente de "salvadores", para que dejen a un lado la humildad que es imprescindible para la concordia, que en su momento se alcanzó en situaciones mucho más difíciles y dolorosas en el pasado.
 
No tienen el patrimonio de la Verdad, tienen sí el derecho de defender sus proclamas, pero ello no significa que pongan palos en las ruedas de los eventuales acuerdos, con exigencias irracionales, con vicepresidencias, con cargos ministeriales, con posturas soberbias y cuasi burlonas, como si tuvieran la sartén por el mango engañador, ilegítimo, de que sin ellos nada es posible...
 
Que participen en la contienda de ideas y proyectos en Las Cortes, es lo natural, pero que no atropellen para llegar más allá..., y menos de cualquier modo, sin tener en cuenta que el pueblo los mira, que miran a España desde afuera de ella, que convulsionan los equilibrios y acuerdos con el resto de Europa, que desacomodan a los mercados financieros de los que potencialmente se necesita, y que se perturban los índices que tanto ha costado recuperar de la crisis que todavía exige más del esfuerzo de todos.
 
Y eso no se logra con verborragia que abunda en "reformismo y progresismo", y sí con programas probados que resistan el análisis profundo de aquellos que lo formulen con certezas que convoquen a la inversión productiva, a la generación de empleo, a la formulación de instrumentos que no olviden a la economía real de los más, que promuevan la unidad entre los españoles y no los separatismos que debilitan, para que de una vez por todas, retorne la credibilidad perdida por la Política (con Mayúscula) y los Políticos (con Grandeza), y queden por el camino aquellos que por sus actos de corrupción, han estafado a quienes en ellos confiaron y a la estabilidad colectiva, que siempre debe estar por encima de las ambiciones personales...
 
Mis rebeldías también reclaman reformas y progreso y estoy convencido que la inmensa mayoría de la gente piensa lo mismo, pero "no de cualquier modo", "no insultando a quienes no piensan igual", "no descalificando insensatamente", no juzgando porque para eso están los tribunales, no hablar tanto para desdecirse después, no perder la grandeza del equilibrio, no envilecerse con los votos recibidos, sino actuar con otra altura, sin aferrarse tanto a la chacrita personal, al poder tan ansiado, porque después hay que gobernar y va a parárseles delante la realidad, que es muy distinta y más exigente que el obrar de una oposición como lo hemos visto acá y en otras latitudes.
 
Eso para mi es "ver" pero a través de las lentillas de mis sueños.
 
Lo demás, es un simple mirar...
 
 
 
 
 
 

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