viernes, 5 de febrero de 2016

NOS ESTÁN ACRIBILLANDO NUESTRAS ESPERANZAS...

Siempre he procurado guardar las formas y también los contenidos, respetando a los demás como corresponde. Eso no tiene ningún mérito, que más no sea el de cumplir con lo esencial, un "deber ser" que es elemental.
 
A través de los años dicha postura legitima y me reafirma en la postura que defiendo con firmeza, que es "la de no aceptar que me hagan lo que jamás intento hacerle a nadie..."
 
Por supuesto que puedo cometo errores, pero trato de remediarlos en tanto compruebo que en alguna circunstancia pueda salir del cauce, al desbordar lo que es el curso normal y equilibrado.
 
He tratado de forjar una personalidad desde la tolerancia, desde el dolor y la incomprensión, algunas veces desde el llanto, y en muchos casos desde las rebeldías que tanto me han costado frenar ante las injusticas, las mediocridades, las posturas soberbias, las traiciones, y las estafas que a todos nos están rondando por doquier, acribillando nuestras esperanzas...
 
Yo no estallo así nomás ni tampoco por tonterías y por esas razón lucho conmigo para contenerme que por lo general, es lo que más le cuesta a mi naturaleza...
 
Y vaya que tenemos motivos en este presente del mundo, para disparar nuestras rebeldías que están allí siempre latentes, vigilantes, y en guardia para saltar desde las trincheras desde las que peleamos la vida..., también para ser expresadas en los hechos de la escena cotidiana.
 
Por ellos hemos de responder cuando la cordura se sature, siempre, poniendo en acción todo aquello aprendido desde niños, y no nos bajarán del ring al primer golpe...
 

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