miércoles, 10 de febrero de 2016

ENTRE UTOPÍAS Y QUIMERAS...

En tanto mi naturaleza se mantenga enalteciendo el optimismo radiante que me guía, yo siempre desafiaré con mis intentos, todo aquello que a simple percepción parezca inalcanzable e irrealizable, por ese empecinamiento con el que vivo de elevarme, y otear mejor las perspectivas y los atajos que me permitan la utopía de cortar caminos hacia la Verdad que nos hace libres, sin que se paralice mi caminar y no se anquilose mi existencia...
 
Y si ello me enfrenta al desafío de una quimera planteándole a mi imaginación el remolino entre los posible o verdadero ( dado que es imposible medir la potencial dimensión de lo que es capaz de alcanzar el ser humano), reafirmaré mis convicciones cuando lo impulsa un acto de amor hasta extremos impredecibles...
 
Un acto "quimérico" según lo determina el Diccionario de la RAE puede considerarse, "fabuloso, fingido o imaginado, sin fundamento", pero yo prefiero descartar para los actos de mi vivir algunos de esos términos de la acepción lingüística, considerando que no hay imposibles cuando el amor actúa y mucho menos sin fundamento, puesto que pueden ser inimaginables sus alcances... 
 
No le planteo nunca derivas a mis orientaciones, dada las enseñanzas aprendidas desde mi temprana edad, cuando aprendí desde purrete a darle rienda a mis sueños..., y tener el coraje de asumirlos y no silenciarlos.
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario