domingo, 27 de noviembre de 2016

un "magisterio" dictatorial ...

Subestimar cuál es la voluntad de los que son más.

No vivir en coherencia con lo que tanto se pregona...

Creerse por encima de los demás.

Olvidarse que no son más que servidores y no merecedores de la perpetuidad en el poder.

Endiosar su figura en base a méritos pasados, cerrando las puertas a la democracia con sabias alternancias.

Levantar banderas de liderazgo, sometiendo y silenciando el libre pensamiento.

Saber que cuentan con el amparo de cómplices que mantienen sus políticas y el miedo que amordaza.

Pregonar (con una dialéctica saturada de conceptos perimidos, en la cúspide inexpugnable de su trono sin riesgos pero plagado de sombras), ideas con la hipocresía de atentar contra la libertad individual y colectiva.

Dar lecciones de moral en la escena inmoral de sistemas nada democráticos.

Alimentar un magisterio en aulas en la que son rectores dictatoriales, para que otros alumnos copien e imiten, discursos y formas conductivas que nada tienen que ver con la dignidad que les privan a sus pueblos...

Propiciar una diáspora salvadora para que tantos semejantes busquen hacia afuera de sus fronteras, la esperanza que en sus tierras les niegan.

Algo logran, algún residuo dejan para que el oscurantismo no sea total en sus interminables permanencias en el poder, pero eso no justifica que se crean que están por encima del bien y el mal, como emperadores que tienen a todos bajo el imperio de su merced...

Olvidan pronto sus orígenes, pierden memoria en cuanto a sus logros iniciales con los que acceden a un liderato en la escena política, pero luego omiten lo esencial: que lo debió ser temporal para solucionar o corregir realidades no legítimas y por tanto injustas, lo convierten en la suprema razón que es la victoria en la lucha armada, para perpetuarse en el omnímodo poder absoluto en el que reinará luego su soberbia como otros en caso similares lo han hecho antes.

No es que alcancen el legítimo resultado de un positivo debate ideológico que admita discrepancias, es la imposición pura y dura de los regímenes dictatoriales que han manchado la historia del mundo y que todavía están presentes, en este presente tan mal encarado para el sufrimiento y la postergación de pueblos sometidos...

Para quienes han fallecido luego de un "magisterio", así, con minúscula, el deseo es, si es que lo conquistan, de una conciencia que pueda descansar en paz al atardecer de la vida...




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