martes, 7 de marzo de 2017

EMPUJE DE MIS REBELDÍAS...

Me siento feliz y honrado al saber (interpretando las informaciones estadísticas de este blog), que en esta última semana alguien se haya detenido en mí, para leer una entrada que hice el 5/7/2009, en los albores que vieron el nacimiento de este registro cuando publiqué por ejemplo: "Abanico oferente para diálogos recíprocos..."

Yo no conozco a los seres que desde lugares tan remotos entran en este blog. En estos últimos días lo han hecho desde España, Francia, Estados Unidos, Irlanda, Argentina, Uruguay, Chile, Bangladés, Alemania, México, Portugal, Rumanía, Rusia, El Salvador, pero lo reitero, me produce alegría saberlo más allá que se registren o no como seguidores, o busquen otras formas de conectarse conmigo, justamente, para que se haga realidad el propósito inicial de alcanzar ese "abanico oferente para diálogos recíprocos..."

Eso significa que hay gente enterada al menos, de que mis intentos por bucear mar adentro y salvarnos del naufragio de las turbulencias que nos quieren engullir, han mantenido continuidad respondiendo a mis rebeldías, y que los puntos suspensivos que tanto utilizo como recurso expresivo, sin duda han sido utilizados por los lectores para darle vida a ese abanico oferente, que ha inspirado mis sueños al intentar este registro...

En la producción escrita que se me ha permitido con mis libros, los publicados y los que esperan su turno para emanciparse de mí, también están reflejados mis sueños en los diferentes estilos expresivos que tuve la osadía o el coraje de abordar, al no poder contener el empuje de mis rebeldías junto el atropello de mis ansiedades, que no me permiten desfallecer...

Y esta constatación estadística que hoy me inspira, es para mí una renovada dosis de vida que le da  verdadero sentido a mi existencia, redobla el afán con el que respondo a los diferentes llamados que me convocan, como deber ser, con sencilla disponibilidad, sin ostentaciones, y hasta pasando desapercibido..., aunque algunos sostengan que a mi edad ya no estoy para seguir ciertos ritmos, yo necesito introducir en mi caminar, algunos trotecitos porque me los sugiere mi juventud interior...

De ese modo gasto sandalias, me pongo y transpiro con mi mameluco oferente, me mantengo entrenado, pongo a prueba mis determinaciones hacia los roles que le he impuesto a mi vivir, para convertir en sencillos testimonios reales mis ideas, mis luchas sin temores repleto de esperanzas en pos de mi destino...




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