domingo, 2 de junio de 2019

CASCARRIA...

En el habla coloquial de mi juventud en Uruguay, era usual referirse a "cascarriento", para calificar a una persona por alguna razón despreciable...

Hoy, en forma repentina vino a mi mente esa voz de nuestro idioma, que hace muchísimo tiempo no pronuncio, y al recurrir al diccionario de la RAE encontré:

"cascarria" femenino//2 coloquial. Rural Uruguay, persona o cosa despreciable. Aplicable a persona, u.t.c.com.(usado también como terminación común en cuanto a género), siendo "cascarriento", una derivación predominantemente usada en el habla rural, aunque como lo he expuesto, aunque en menor grado, también en el uso del habla ciudadana, cuyo uso puede estar adormecido...

Es explicable que yo recordara entonces a menudo esa voz puesto que era común que me trasladara desde la capital a los pueblos y zonas del interior del país, y recuerdo también que la aplicaba a una cosa negativa o despreciable,..

Despreciar a alguien nos lleva a tomar distancia de algún modo de una persona, por su forma de ser, por su modo despreciable al actuar, por sus miserias, por su mala fe, por sus mentiras, por su cobardía, su insensibilidad, por su mezquindad, por sus salvajedades..., ejemplares con los que nos podemos encontrar no sólo en Uruguay, sino en todas partes a las que podamos llegar cruzando fronteras...

Despreciar una cosa en particular, también es tomar distancia de su veneno, su peligro contaminante, su incidencia enajenante, como sucede con las drogas...

Claro que son una "cascarria", y "cascarrientos" son unos y otros, los que de diversos modos, envilecen el convivir, o contaminan el medio ambiente...

Como "cascarrientos" son quienes nos pretenden manipular constantemente al son de sus intereses, tras los ecos de sus campanadas consumistas y despojantes de toda dignidad, como también aquellos que viven aferrados a la frívola superficialidad del escándalo, que bien se merecen el despreciativo sesgo del término, que hoy por alguna razón despierta de su letargo en algún rincón de mi mente, para que lo tengamos en cuenta, y no caer en la inocente postura de descuidarnos, de las "cascarrias" que se nos puedan aproximar...

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