"Carpe diem" es una expresión latina, que comúnmente se utiliza en el sentido de "vive el momento, aprovecha el día de hoy, confía lo menos posible en el mañana".
Horacio dejó registrado: "carpe diem, quan minimun credula postero", que podemos traducir como: aprovecha el día de hoy, confía lo menos posible en el mañana.
Yo comparto solo parcialmente ese concepto, porque si bien es cierto que a todos nos compete aprovechar lo más posible cada presente que nos toque vivir, no puedo desconfiar del mañana, porque es el tiempo en donde he puesto a mi hijo y donde estarán mis nietos, por quienes siento que debo darlo todo lo que esté a mi alcance, abriendo surcos y regándolos, para que encuentren la plena realización al concretar sus sueños, conquistándolos.
También al "carpe diem" se le vincula con otras acepciones o interpretaciones.
El Aleph de Borges, por ejemplo, que él lo describe como "una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor, de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba allí, sin disminución de tamaño"- Y también sostiene: "El Aleph es un punto mítico del universo donde todos los actos, todos los tiempos (presente, pasado y futuro) ocupan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia"), de lo que se puede desprender que el Aleph representa, tal como en matemáticas, el infinito, y, por extensión, el universo.
También se le vincula con las utopías: "proyecto o doctrina que se considera idóneo, pero inviable o difícil de puesta en práctica", como la carga idealista en los propósitos, en los intentos del hombre, en la que me aferro para reafirmar los sueños, que permanentemente sueño...
Por eso me reitero tanto al observar la realidad, a la esperanza que está en mí por la que no puedo permitirme dejar de soñar...
Horacio dejó registrado: "carpe diem, quan minimun credula postero", que podemos traducir como: aprovecha el día de hoy, confía lo menos posible en el mañana.
Yo comparto solo parcialmente ese concepto, porque si bien es cierto que a todos nos compete aprovechar lo más posible cada presente que nos toque vivir, no puedo desconfiar del mañana, porque es el tiempo en donde he puesto a mi hijo y donde estarán mis nietos, por quienes siento que debo darlo todo lo que esté a mi alcance, abriendo surcos y regándolos, para que encuentren la plena realización al concretar sus sueños, conquistándolos.
También al "carpe diem" se le vincula con otras acepciones o interpretaciones.
El Aleph de Borges, por ejemplo, que él lo describe como "una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor, de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba allí, sin disminución de tamaño"- Y también sostiene: "El Aleph es un punto mítico del universo donde todos los actos, todos los tiempos (presente, pasado y futuro) ocupan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia"), de lo que se puede desprender que el Aleph representa, tal como en matemáticas, el infinito, y, por extensión, el universo.
También se le vincula con las utopías: "proyecto o doctrina que se considera idóneo, pero inviable o difícil de puesta en práctica", como la carga idealista en los propósitos, en los intentos del hombre, en la que me aferro para reafirmar los sueños, que permanentemente sueño...
Por eso me reitero tanto al observar la realidad, a la esperanza que está en mí por la que no puedo permitirme dejar de soñar...
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