miércoles, 22 de febrero de 2017

"UN GRANO MÁS EN LA ESTIBA..."

Me pareció conveniente compartir aunque sea algunos fragmentos, de un artículo que escribí el 23/6/1979, que titulé: "Un grano más en la estiba..."

Allí expresé:

"Un ser comprometido con su gente y con su tiempo, debe influir en sus circunstancias.
No tendría sentido asumir esta dura tarea como escritor, si no estuvieran arraigadas en mí, esas certezas.
Y si además le agrego el condimento de la pasión que me impulsa...,¿qué más le puedo pedir a la vida para mantener vivo este reino mío con el taller de mi alma todas las noches sin sueño pero pobladas de sueños...?
Tengo suficientemente clara mi responsabilidad ética, y muy en cuenta mis limitaciones cuando abordo el desarrollo de mis temas, o aquellos que me son dictados por la Causalidad, aunque yo no me entere en esos momentos, de la trascendente visita que está en mí.
Siempre siento que no hago solo el camino. Y sé también, que a penas soy un obrero que cumple un humilde rol..., para que se vaya completando el silo donde se acumulan los aportes de cada quien.
Viviendo, aprendiendo, o escribiendo, para ir dejando alguna huella de mis pasos.
Siembro y riego, para que me reconozcan por los frutos de mis esfuerzos cotidianos.
Amo, porque solo amando es posible darle un sentido a la vida.
Lucho, porque haciéndolo sin temores, es factible denunciar y detener las sombras que el hombre arroja sobre sus semejantes.
Me pongo en guardia para que no me descalifiquen por mis cobardías, y para no cometer la tontería de darle la espalda a los agresores.
Denuncio a los cultores del mal, y a quienes creen que se ocultan detrás de los parapetos de la impunidad...
Me miro constantemente, pero no ante el espejo, no es esa parte de mí la que me interesa. Trato de verme por dentro que es desde donde debo transformarme.
Sé que el caminar es largo y difícil, plagado de trampas, por las que debo avanzar en estado de alerta.
La estiba se va formando lentamente, para poner un grano más en el silo...,con el servicio constante al alcance de cada quien, hay que desterrar toda indiferencia, todo insensato capricho, apelando al sacrificio, al renunciamiento, para no ser cómplice de los desmanes que oscurecen este presente."

Y empezando por mí, no me permito el "no me importa", el "no puedo más, el fatídico "esto no es para mí" que vienen con el "credo" de la negación, el descreimiento, la inmediatez, las rebeldías sin sentido, para darle nacimiento a la desesperanza y el fracaso al abrir el portal de las declinaciones.

Por eso no abandonaré mi trinchera. Siempre lo hice así y todavía dando gracias desde el fondo de mi alma.

"Gracias a la vida que me ha dado tanto..."

Gracias a esta maravilla de la existencia, con la que puedo y debo devolver algo, y merecerme el pasaporte hacia otro destino, ya sin tiempo...

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