Es una forma de ser: el entregarse totalmente, en toda circunstancia.
Es la forma en que se manifiesta la pasión interior en cada intento, porque así me ha sido dada la fibra de mi naturaleza, cuando el don gratuito de la vida me puso en medio de los avatares de esta maravilla que es la existencia...
Es verdad que también el ser se forja a fuego en el yunque de la vida, pero es esencial la influencia de factores que la Causalidad ha dispuesto en cada ser como potencialidad para su realización.
Lamentablemente no todos los aprovechan para la elevación individual y colectiva, y es así que se cuelan por los laberintos del individuo, marchitando el potencial, los engendros del mal que le quitan a la vida su verdadero sentido...
Siempre tenemos por delante la oportunidad de optar, abriendo o cerrando las rendijas por donde puede ingresar en nosotros la luz, o dejarnos invadir por las sombras que al final nos doblegarán.
Yo he preferido entregarme con pasión por los senderos que comulgan con mis certezas, y tantas veces hasta descuidando el ritmo que puede llegar a dañarme, pero es lo que está en mí, el no poder intentarlo de otro modo más allá del precio que tenga que abonar para concretar los desafíos sin los que no he aprendido a vivir...
Consagro mi realización a mis propósitos y trato de alcanzarlos con alma y vida, alejado de toda mediocridad, que para mí es como afiliarme a un desfallecer que no me permito, gracias a Dios...
Y así he de continuar al servicio del amor, mientras un suspiro permanezca en mí..., entregándome con todo en toda circunstancia, y con la pasión que está en mis entrañas.
Consagro mi realización a mis propósitos y trato de alcanzarlos con alma y vida, alejado de toda mediocridad, que para mí es como afiliarme a un desfallecer que no me permito, gracias a Dios...
Y así he de continuar al servicio del amor, mientras un suspiro permanezca en mí..., entregándome con todo en toda circunstancia, y con la pasión que está en mis entrañas.
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