lunes, 12 de octubre de 2020

SIN DESFALLECER, DESDE EL ALTAR DEL AMOR...

 Yo jamás me permitiré juzgar a nadie por sus ideas, pueden tenerlas y allá ellos para fundamentarlas, y allá ellos con su conciencia....

Lo que sí digo y no niego, es que otra cosa muy distinta es lo que hagan con las ideas que sostienen y pretendan imponer, porque a partir de ello, tampoco me permito silenciar "cuando lo intentan de cualquier modo", justamente porque no tienen ese derecho que nos afecta a todos, cuando avasallan el ordenamiento Constitucional o Jurídico que es patrimonio legítimo de "todos"

Y ni qué decir, cuando integrantes del gobierno de España, por ejemplo, opinan irresponsablemente sobre un dictamen Judicial sobre un gobernante sin escrúpulos a quien le queda muy grande la investidura y el aforo protector que ostenta, con el silencio cómplice del actual timonel, que se repliega, cobarde e interesadamente en mi opinión, porque él ha demostrado una y otra vez que también es capaz de mantener cualquier barbaridad, con tal de seguir atado al sillón que ocupa en La Moncloa... 

Siento que es mi obligación como cristiano y habitante de esta gran Nación, arrojar luz, un resplandor esperanzador ante esta deriva conductora (de algunos que no son pocos), que los que somos más estamos soportando, y hacerlo desde el altar del Amor, de modo tal que nos permita un sacudimiento interior que nos permita reforzar cada vez más, esta resistencia que tiene razones de sobra, como para no desfallecer...

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