martes, 24 de noviembre de 2015

PARADOJAS INCOMPRENSIBLES...

Vuelven a mí conceptos cósmicos que a mi pequeñez le cuesta mucho procesar, porque no es sencillo en el multitudinario universo, descubrir ahora un astro el "51 Endani b" localizado con una temperatura de 430ºC considerado más frío que otros planetas ubicados alrededor de una estrella, y que nos digan que la visión en la tierra tardó 2.000 millones de años luz en aparecer.
 
La verdad cósmica es impredecible en sus infinitos, en sus orígenes aún ignorados, en su caos constante, en las gravitaciones, en sus agujeros negros generadores a su vez de las transformaciones con la paradoja de una regularidad asombrosa dentro de las continuas explosiones que se verifican desde esta atalaya de la pequeñez terrenal...
 
Hablar de tantos millones de años y nada menos que de años luz,  es tener que entender que es un suspiro en el universo cósmico, y algo que en realidad nos debería llevar a evaluar lo que en realidad somos, una más que minúscula partícula en la inmensidad que aquí en la tierra todavía no la hemos podido descubrir en toda su potencialidad, como por citar un ejemplo, es nuestro universo cerebral tan repleto de incógnitas todavía sin resolver.

Pero hay hombres que todavía se empeñan en sentirse poderosos con sobrevaloraciones irracionales de su ser, y todavía con propósitos soberbios, cuando tratan de imponer sus fundamentalismos intolerantes hasta el desprecio extremo de la vida humana, con sus enajenantes conductas y todavía con el peligro mayor de estar diseminados por el mundo y por esa razón, con el peligro multiplicado en forma exponencial al no poderse ubicar con precisión a esos enemigos capaces de las atrocidades más espantosas, como las estamos comprobando en vivo y en directo.
 
Son maravillas de la existencia que se mezclan con paradojas incomprensibles...
 
Pero no nos podemos olvidar que hay otras aberraciones, otros genocidios que nos vienen desde antiguo y que hoy todavía se siguen manifestando de diversas formas, con terrorismos que aniquilan la dignidad del hombre, aunque estén disfrazados con ropajes que no nos confunden..., en este mundo tan materialista y con tantos vacíos de espiritualidad.
 
Tampoco eso es sencillo procesar, porque a tales extremos llega la naturaleza humana y conste que con este concepto, no estamos justificando lo inaudito, las paradojas incomprensibles a las que estamos expuestos con la maravilla de la vida por un lado, y el extremismo que proviene de los territorios de las mentes enfermas que ni dudan hasta en su propio exterminio.

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