Si un ser no tiene el propósito esencial de vencerse, no alcanzará una legítima conquista...
Si eso se aprende a temprana edad, será difícil que se tuerza el tronco que busca recto y hacia arriba, la luz de una existencia con verdadero sentido.
Hay que entender el significado profundo del enorme contenido potencial que poseemos y desarrollarlo con sensata determinación, de lo contrario no habrá resplandor en el alma..., y el apagón interior nos irá matando...
Es una verdad que está en la tapa del libro de la vida, pero tantos y tantos semejantes persisten en la terca obstinación de aferrarse al oscurantismo que los condenará, y en tantos casos para hacerle el gran favor a quienes explotan y lucran con nuestras torpezas, capitalizando para sus bajos instintos las declinaciones del hombre mal rumbeado.
Este aporte como otros tantos de mis intentos, no es para darle consejos a nadie. Es sí, para gritar a cielo abierto una convicción que me ha acompañado en el largo vivir, y es cumplir sin desmayos la esperanzadora apuesta por un despertar individual y colectivo que es imprescindible para que los aprovechadores no nos sigan estafando, por culpa del apagón interior que nos va matando poco a poco...
Hay que intentarlo aunque sea dura la forja, porque al final, siempre, nos estará esperando la dureza del diamante..., librándonos de toda tentación.
Hay que intentarlo aunque sea dura la forja, porque al final, siempre, nos estará esperando la dureza del diamante..., librándonos de toda tentación.
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