Hay personas que creen que los engendros del mal, ya nos han vencido en su objetivo de manipularnos de tal manera, para posicionarse a nivel mundial con su ideología globalista, y tenernos a su merced con nuestras mentes vacías e inoperantes que es lo que más les conviene, subestimándonos, comprando a seres serviles enquistados en los gobiernos, en los medios de comunicación, introduciendo sus tentáculos en Democracias consolidadas, rompiendo tradiciones, apoyando absolutismos, creando enfrentamientos, llevándose por delante la Justicia, la necesaria División de Poderes, La Concordia que en el caso de España y la Unidad entre las diferentes regiones, tantos sacrificios, tanta grandeza, y tantas vidas demandó para darle vida a una Constitución y a una Monarquía Parlamentaria, en las últimas décadas de la historia reciente...
Nos han herido, pero no nos han vencido a quienes vivimos en esta gran Nación que es España, y con firmeza y coraje resistimos para que no nos arrebaten la libertad y la dignidad que se había conquistado...
Yo me afilio a "la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginaria" por la que en toda circunstancia lucharé desde el ring de la vida, convencido que sin libertad, no es posible mantener abierto el portal para acceder a la dignidad de nuestra especie, la que nos merecemos por derecho natural, dejando sangre, sudor, lágrimas, y hasta la vida si es preciso, para dejarles a nuestros hijos y nietos un escenario propicio para su realización integral...
Sería muy lamentable pasar por la fugacidad de la vida, sin cumplir con ese deber moral que por otra parte no tiene otro mérito que el de responder como es debido, y devolver algo de lo mucho que se nos ha dado, desde el Amor que gratuitamente nos regaló la existencia y los dones adicionales necesarios para vivir la verdadera vida, esta maravilla que no nos ha sido dada para solamente padecer...
Mis convicciones cristianas me llevan a proclamarlo de ese modo, al sentirme interpelado por la actual deriva conductiva que vengo denunciando y enfrentando en España, sin ningún miedo, al sentir desde el alma que todos nos necesitamos, cristianos y no creyentes, porque todos debemos considerarnos hermanos, hijos del Amor que nos puso en esta vida, aunque no todos nos encontremos en los mismos senderos, con un mismo caminar...
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