jueves, 30 de enero de 2020

UN MUNDO AL REVÉS...

Cuando uno tiene que navegar en medio de las aguas turbias de "un mundo al revés"..., la peor opción es flotar, haciendo la plancha, en esa nada hostil que procura envolvernos, para silenciarnos...

En lo personal, con la certeza de haber optado por ser un centinela indeclinable, (como uno más en la irrenunciable tarea de defendernos del probable naufragio que esclaviza),  na mí se me encontrará remando con ardor o subido al ring donde en el buen sentido se pelea por la vida, entrenado como corresponde, para que de allí no me derriben así nomás, quedando expuesto a merced de quienes nos manipulan para contagiarnos, para silenciarnos, para no dejarnos pensar..., o lo que es peor, pidiendo clemencia, declinantes, como vapuleados sin respuestas, vencidos, bajando la guardia, pidiendo la toalla para no sentir la humillación del conteo final..., que nos deja fuera del combate.

La maravilla de la vida, junto a los dones adicionales potenciales y dentro de ellos "el libre albedrío" que se nos regala al nacer, constituyen una sagrada gratuidad que en mi concepto, debemos aprovechar y agradecer, para devolver con frutos, algo de lo mucho que se nos ha dado...

Todos tenemos reservado un espacio para DAR lo que esté a nuestro alcance, en pro de la elevación personal que enriquecerá el colectivo que integramos junto a nuestros semejantes, sin anteponernos nunca, "jamás privilegiando el yo", "sino orientados hacia la grandeza del nosotros", porque sí, solamente por amor, sin cálculos previos que por lo general suelen ser mezquinos...

No estamos predeterminados, aunque no todos lo entendamos.

El Creador, nos ha dado el libre albedrío para que lo conquistemos todo, transpirando la existencia, hasta que la camiseta de la salvación, se nos quede pegada al alma...

Y lo ha hecho, a no dudarlo, porque conoce a profundidad lo guardamos en el corazón, dándonos todo lo necesario para sacudir las alas y levantar vuelo...

Entonces a no culparlo, cuando somos nosotros los verdaderos responsables de la altura que alcance nuestro vuelo, y no está bien señalar a otros para justificar lo injustificable, que es nuestro andar errático, sin sueños, sin esperanzas, sin destino...

Y yo no me permito silenciarme, porque nuestros hijos y nietos ya son parte de un mundo al revés, por lo cual en mi cotidiano vivir lo denunciaré, claro, denunciaré la falta de espiritualidad que condena a tantos, por el mezquino imperio del dinero y el poder, a vivir sumergidos en las turbulencias de sus aguas turbias...

Creo que por edad, y por la coraza que se me ha formado como si fuera un diamante por su dureza, así lo entiendo, ya no me penetran ni las flechas envenenadas que nos puedan lanzar, porque mi tronco resiste y no creció torcido, buscando el resplandor que está en lo alto, pàra que con la luz que no es mía, yo pueda cual mera luciérnaga portadora, iluminar el andar del "nosotros", respondiendo a los diversos llamados que a diario me convocan, esperando mis sencillas respuestas, que por supuesto no negaré, porque le dan un verdadero sentido a mi existencia...










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