La maquinaria gubernamental arrancó, pero en la postura que me he impuesto de estar alerta, esperando la marcha del motor moderando y mantener los propósitos anunciados.
Pienso que lograr la investidura en base a los pactos por todos conocidos, no es de ningún modo equiparable al éxito de la conducción que deseo para el devenir de España...
Ahora comienza el tiempo de abonar facturas prometidas, algo se ha pagado ya en forma previa con la investidura de quien estaba en funciones y la constitución de su gabinete, pero faltan concretar muchos objetivos prioritarios para la eficacia futura de la conducción y el coste por lograrlo puede deparar todavía, sorpresas y consecuencias, que no están previamente resueltas...
Me planteo: ¿se concretarán "de cualquier modo"?; ¿se podrá al fin producir un diálogo, con posturas que a mi entender son irreconciliables?; ¿se podrá responder a exigencias fuera del marco Constitucional?; ¿se logrará aprobar un presupuesto imprescindible?; ¿el presidente ahora legítimo, se atreverá a amnistiar a los presos que "no son presos presos políticos" como lo han sentenciado los Tribunales de nuestra Justicia?; ¿cómo se procesará el ajedrez complejo, confuso, convulso, de la actual situación, en lo interno y con la UE interviniendo?
Los hechos lo dirán, la historia lo recogerá, y lo reitero: ojalá mis dudas no tengan sentido porque de verdad, deseo equivocarme...
No hay comentarios:
Publicar un comentario