HIJOS QUE NO SE HAN EMANCIPADO DE MÍ...

Si hasta a mí me parece mentira, que la pasión desbordante que vive en mí por escribir, esté llegando a los cuarenta y cinco años, acumulando en "el taller de mi alma", que es uno de mis más íntimos relicarios, la producción de expresarme así, sin querer ni poderla detener....

No era ni siquiera imaginable, que aquel 22/1/1975, con treinta y nueve años, yo iniciara, abriendo las compuertas del lago de mi alma, para que fuera fluyendo como tsunami incontenible, la presión interior de mis ansiedades junto a mis rebeldías, esa catarata de diversos contenidos de modo que fueran naciendo

nueve ensayos que permanecen inéditos;

doce novelas (cuatro ya publicadas en España y una más ya en proceso de edición);

 treinta artículos con diversos contenidos, algunos ya publicados en diferentes medios y prensa del Uruguay);

un relato autobiográfico, inédito;

seis temas para coloquios o tertulias;

conferencias y charlas, sobre diferentes temas a lo largo de ese largo tiempo.

Todo ello fue naciendo al influjo de mi permanente observancia de la realidad por donde me ha llevado la vida, pero en forma más preponderante, a través de los dictados generosos que me ha regalado la Providencia, y los pactos que en el caso de las novelas, he concretado mediante licencias que he acordado, supliendo mis limitaciones, con los pactos que en las tramas he realizado con la ficción...

Como se podrá apreciar, he tensado el arco para lanzar algunas flechas, sólo algunas, las menos, en función de las circunstancias, han podido iniciar su propio vuelo con las publicaciones, pero lo cierto es que la mayoría de los producciones escritas, están inéditas, esperando turno para ver la luz de la difusión, como si fueran hijos que no se han emancipado de mí...

Últimamente he pensado más de una vez, que al considerar mi edad, puede no alcanzarme la vida para ver publicado cuanto he registrado por escrito...

Simplemente lo he pensado, pero ello no me preocupa, puesto que siempre de algún modo, yo estaré allí para dialogar con los míos aunque haya partido... y alguien podrá honrarme deteniéndose en mí, a través de los archivos que he conservado y respaldado, conteniendo mis ansiedades...